Prólogo

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Ellos, dos adolescentes con vidas completamente diferentes.

Mackenzie, siempre admirada por todos gracias a su belleza y a su bien ganada popularidad. A la vista de los demás, ella tenía una vida «perfecta». Vivía rodeada de todos sus amigos, su novio perfecto, que cabe destacar que también es el chico más popular de su Instituto, y capitán del equipo de Lacrosse.

Aunque, en verdad, nadie sabe que fue lo que la llevó a convertirse en quien es.

Aaron, el «marginado social» del Instituto, a decir verdad, no puede considerar a nadie del Instituto su amigo o amiga, lo único que si sabe es que cuando se acerca a alguien, termina herido.

Su confianza en si mismo está bajo los suelos. Se siente perdido en el mundo, sin un propósito en la vida.

Hasta que un día, todo cambia...

Jamás en su vida habían pensado que sus caminos se cruzarían.

Aaron siempre había odiado a las personas superficiales como Mackenzie, las que no pueden estar ni un segundo sin verse bien, las que siempre se creen más que los otros. A esas personas que por ser «populares» se creen los reyes del mundo.

Pero, aunque el no quisiera admitirlo, o no quisiera darse cuenta, el también era de ese modo.

Mackenzie, por otro lado, era la chica popular, si, pero nadie sabía su secreto, eso que la llevó a ser como es. De todos modos, puede que ella fuese el prototipo de chica «popular» ante los ojos de los demás, pero cuando se encontraba con su familia, era cuando verdaderamente se mostraba tal cual es.

Ellos llegaron a la vida del otro para cambiarla para siempre.



Ellos llegaron a la vida del otro para cambiarla para siempre

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