Inesperado.

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Después de aquella visita a casa de sus padres todo le parecía más fácil, incluso podría no decirle nada a nadie, no daría explicaciones, pero su padre tenía razón, necesitaba decirle al papá de su hijo que era lo que estaba sucediendo. Llego a su habitación feliz y tranquila, con la sonrisa de oído a oído lista para enfrentar cualquier reto, abrió la puerta de golpe mientras intentaba hacer que su equipaje pasara detrás de ella, Luna aún no había llegado, encontró la habitación sola y la luz apagada, percibió un agradable  aroma a flores que provenía del interior, encendió la luz y lo noto entonces, pétalos de rosas por doquier adornando su cama, el escritorio, la mesa de noche, el piso, por donde mirara los pétalos se asomaban, miraba aquel espectáculo con la boca abierta, el admirador se había excedido.

Dejó su valija y camino despacio para no resbalar con las rosas, en la cama la gran tarjeta que rezaba la leyenda con todo el corazón, te extrañe.

Por Merlin quien decidió colocar el invernadero en nuestro dormitorio — llego Luna

Hermione colocó una mueca mostrando el letrero de rojos vivos.
— Hermione por favor deberías darle una oportunidad a ese chico, esto es excesivo  — saltaba por los huecos en donde no había pétalos — crees que el señor de la limpieza quiera recoger esto, se ve muy romántico y todo pero no es muy seguro dormir con tantas flores al rededor.
— Iré a buscarlo.

Salió al jardín en busca de alguien de intendencia o de una buena escoba para retirar toda aquella bella evidencia de un amor anónimo, pero solo los encontró a ellos, caminaban directamente en su dirección, Ron parecía entusiasmado con verla, Harry aún apenado prefería evitar el contacto visual.

— Chicos qué tal el viaje. — dijo la castaña.
Ron dejó caer la mochila del hombro y se acercó a ella de inmediato, la tomo en sus brazos elevándola un poco del suelo, le beso las mejillas  con entusiasmo y la dejo lentamente con los pies en la tierra de nuevo.
— Fueron las semanas más largas de la vida — respondió Ron — no respondiste mis correos Hermione.
— Lo siento estuve ocupada con mis padres, tenían tanto que hacer — sonrió volteando a ver a Harry — y tú Harry como te fue.
— Bien, es decir mejor después de haberte ido a ver — sonrió con picardía.
Ron volteo en seguida la cara a su amigo — fuiste a su casa y no me dijiste.
— Lo lamento Ron pasaba por ahí, no era algo planeado.
Ron lo miraba con sangre en los ojos, una enorme vena se marcaba sobre su frente, sin duda estaba furioso.
— La pasaron bien entonces no — Ron elevó los puños, Harry no se movió.
— Sí — solto Harry sin pensarlo.
— Pero nos hiciste falta — apareció Hermione entre ellos, tomando las manos de Ron — debiste estar ahí con nosotros. — lo miró, la furia desaparecía poco a poco.
Ron sostuvo la mano de Hermione y comenzó a mecerla en el aire — si hubiera sabido que recibías visitas hubiera estado ahí.
— Lo sé — busco la mano de Harry e imito el mismo movimiento, de pronto parecían pequeños de nuevo, la tensión se rompió y echaron a reír a carcajadas.
— Chicos debo decirles algo — hablo Hermione de forma seria, estaba dispuesta a decirlo todo de una vez. — es algo tremendamente serio y quiero que sean maduros y que antes de hacer, decir o cualquier locura que se les ocurra lo piensen bien, antes que nada quiero que sepan que los dos son lo mejor que me ha pasado en la vida y que me siento incompleta cuando alguno de ustedes no está...— suspiro para después tomar aire. Ambos jóvenes la miraban casi asustados por la forma en que les había hablado y ninguno se atrevía a interrumpirla. — Pues bien...— se detuvo de nuevo, ahora estaba nerviosa. — yo...
— ¡Hermione! — escucho una cuarta voz a sus espaldas, volvió los ojos en seguida al reconocerlo.
No podía  creerlo, lo que menos esperaba, Viktor Krum le sonreía de forma seductora estirando los brazos para poder abrazarla.

Potter y Weasley habían puesto cara de desilusión al ver llegar al ex quarterback del colegio, fue peor cuando lo vieron tomarle la cara a su amiga y besarla con pasión en los labios.

Hermione no se esperaba aquello, llevo la mano rápidamente a su boca bastante apenada con sus amigos.
— No esperabas verme aquí cierto — seguía entusiasmado. Miro a los jóvenes detrás — ustedes — torció la boca — siguen siendo sus perritos falderos no es así.
— Viktor por favor sé amable — dijo Hermione tomándole del brazo.
— Bebé saben que es una broma — miro a los jóvenes — lo siento a veces tengo envidia de que ustedes puedan pasar tanto tiempo con ella y yo ya no.
— nos veremos después Hermione — se despidió Harry
— Sí cuando las moscas hayan volado lejos — siguió Ron a su amigo.

Aunque no desaparecieron del todo, podían ver a la distancia perfectamente bien lo que sucedía entre su amiga y el quarterback odioso.

— Ha qué has venido Viktor, no pensé verte de nuevo, al menos no en mucho tiempo.
—Pues necesitaba arreglar unos asuntos pendientes con el director y pensé en que por qué no llegar más temprano y pasar tiempo con mi chica — comenzó a abrazarla por la cintura.
— Viktor no soy tu chica, lo nuestro termino, lo olvidas. — dijo la castaña dando un paso atrás.
—No jamás término para mi, tú sola decidiste sacarme de tu vida yo jamás lo quise, por eso estoy aquí Hermione aún te amo. — levanto sus manos. — tú no sientes ya nada por mí.
— Viktor lo nuestro fue increíble, pero ahora es mi momento, estoy a un paso de terminar la carrera, por fin haré lo que siempre he querido, ayudar a los demás.
— Por qué no vas conmigo, en América también hay gente que ayudar.
— Lo habíamos hablado antes, tú quieres que te siga, lo entiendo pero yo no puedo sacrificarme ni lo que quiero por...— sintió un nudo en la garganta — lo siento en serio Viktor te aprecio pero lo mío es estar aquí, no andar de un lado a otro con un famoso jugador de futbol, solo espero que lo entiendas algún día.
— Lo entiendo si es lo que quieres quizás ya no vuelva a buscarte, tienes otros planes — miro detrás de ella aún alcanzaba a ver a Harry y Ron — malditos tipos con suerte.
— Lo lamento en serio — dijo Hermione antes de verlo dar media vuelta.

La chica dio  un paso adelante dando por cerrado un capítulo importante en su vida, de repente perdió el piso, la cabeza comenzó a darle giros y su mirada se nubló por completo, sintió cómo caía despacio sobre su espalda al tiempo que alcanzaba a escuchar los murmullos de la gente, la voz de sus chicos.

— Hermione me oyes — la miraba alguien que no distinguía.
—Eres un imbecil que le hiciste...— otra voz resonó a la distancia.
—Hermione no te duermas, mírame...
—Si algo le sucede te mato me oíste, te mato...
—El bbb...bee...el bebb...— fue lo último que dijo antes de perder el conocimiento por completo.

De quién  es el niño.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora