De quién es el niño.

Bienvenido.

— El bebé va a nacer — Luna salió corriendo a la sala de espera — el doctor me pidió que el padre pasara. — dijo mirando a ambos chicos.

Harry y a Ron se miraban el uno al otro sin decir nada, las palabras se les habían ido de repente.

— Que esperan — volvió a decir la rubia.
— Podemos entrar los dos — pregunto Harry angustiado. Luna negó con la cabeza.

Se miraban, el tiempo pasaba, ninguno quería ser el primero en hablar.
— Entra Harry — al fin dijo Ron — ve con ella, dale la bienvenida al bebé y tómale la mano a ella — dio un paso atrás — y dile que la amo.

Ron salió corriendo de la sala, Harry dio media vuelta y camino aprisa hasta el cuarto en donde encontró a Hermione lista para lo que vendría, se quedo sorprendida al verlo entrar pero recordó que ellos aún no sabían nada de lo que se había enterado.

— Estas lista hermosa — la beso de forma corta — todo saldrá muy bien ya lo verás, pronto lo tendremos entre nuestros brazos.
— Harry— dijo Hermione sofocada — tenemos que hablar Harry — el dolor era cada vez más insoportable.
— Lo haremos hablaremos todo lo que tú quieras pero después si ahora debes concentrarte en esto, pon todas tus energías en esto, recuerdas solo respira y puja. — se encontraba nervioso. — lo harás muy bien.

El médico se colocó en su lugar, un par de enfermeras esperaban a sus costados con mantas completamente blancas.
— Bien cuando te dije comenzaras a pujar de acuerdo Hermione — dijo el doctor.
Se colocó los guantes y pidió que pujará, Hermione lo hizo con fuerza sujetándose de la mano de Harry parecía que le destrozaría los dedos pero no se quejó, seguía animando a la chica a seguir, el médico volvió a pedir que diera un mayor esfuerzo, dos veces más hasta que un ligero y agudo llanto se escuchó por toda la habitación, el bebé había nacido.

— Lo has logrado mi amor, lo hiciste muy bien — decía a Hermione Harry besándole el rostro lleno de sudor y lágrimas de emoción al escuchar a su hijo.
— Te amo Harry Potter, te amo demasiado — se acercó a besar sus labios.

El médico había pasado de inmediato el bebé a las enfermeras que lo envolvieron en una manta y lo llevaron a una mesa a un par de metros para limpiarlo.

Harry se acercó a observarlo, se movía de forma nerviosa con las manecitas empuñadas y aún lloraba, era un varón, un niño, hermoso. Una de las enfermeras lo tomo envolviéndolo en una manta y con sumo cuidado lo paso a los brazos de Harry, lo observaba con cuidado, el niño mantenía los ojos cerrados, era tan blanco como la lecha y sobre su diminuta cabecita un ligero cabello color rojo se asomaba, lo supo de inmediato, entendió muchas cosas que habían estado dando vueltas en su memoria los últimos meses. Sonrió con dulzura y lo acercó a su madre.

— Mira a mamá — lo dejo en brazos de Hermione — es muy hermoso.

La castaña lo tomo en sus brazos y sin dejar que pasara un segundo lo beso en la frente, como Harry lo había hecho noto el sello Weasley lo que lo hacía inconfundible, abrió sus pequeños ojos y parecía que la miraba una mirada azul brillante la descubrió sonriendo.

— Harry era lo que quería decirte el bebé es de...— Harry le colocó un dedo en los labios para que no continuará, era más que obvio pero quería dejar las cosas así.
— Es nuestro bebé Hermione, te amo y a él también ahora somos una familia.
— Lo somos — inclinó la cabeza sobre el hombro de su amado — pero tendremos que ver a Ron en algún momento lo sabes bien Harry.
— Si y entonces hablaremos de acuerdo.

Luna llego con un manojo de globos azules en la mano todos con la inscripción soy niño en letras plateadas, los señores Granger también se presentaron llenos de felicidad y orgullo por su hija y por su recién nacido nieto, algunos amigos del colegio incluso parientes, llegaron pero nada de su amigo.

Poco antes de que la hora de visitas terminara la perilla giro Hermione elevó la vista, se encontró con la sonrisa tímida de Ron, llevo un ramo de flores en las manos. Harry le invito a pasar, lleno de vergüenza camino hasta quedar a los pies de la cama.

— A dónde te habías ido Ronald Weasley debiste estar aquí con nosotros — enunció Hermione.
— Fui a buscarte esto — dejó las flores a un lado y miro los globos. — es un varón — sonreía a medias con titubeos en la voz
Harry tomó al pequeño de los brazos de su amiga y lo paso a los brazos de Ron. Lo miro con amor en seguida, contemplaba cada detalle de su rostro, de su delicado cuerpo, sus manos que le tomaron el pulgar con fuerza.
— Les daré unos minutos de acuerdo — dijo Harry saliendo de la habitación.

Ron camino hasta donde se encontraba su amiga y le beso la frente.
— Me hubiera gustado verlo nacer pero solo podía pasar el padre. — dijo Ron sin dejar de tocas las manitas del pequeño.
— Ron tengo que decírtelo.
— No es necesario Hermione, yo siempre lo supe, pero deje que tomaras tu decisión y elegiste bien ambos sabemos que Harry es una buena persona.
— Ron tú también lo eres.
— Sí lo soy pero tú lo elegiste a él, está bien Hermione, no era mi momento pero me conformo con lo que veo ahora, lo poco que podré verlo, tiene la mejor madre del mundo.
Harry volvió a entrar — Lo siento la enfermera me mando a decir que se acabaron las visitas por hoy.
Ron beso al pequeño en la frente y lo devolvió a su madre. — Adiós Hermione — le beso la mejilla y se acercó a Harry para estrecharle la mano — decidí que me iré por una temporada, quizá con Percy, o con Bill, no mejor con Charly entre más lejos estaré mejor. Y ustedes también. — Sé que no debo decírtelo pero cuídalos Harry.

Ron salió de la habitación y también de sus vidas en ese momento el bebé comenzó a llorar, Hermione decidió mecerlo.