Segunda ronda.

885 52 0
                                    

Los miraba desde el marco de la puerta, quien era ella para echar a perder aquella amistad, solos, parecían un par de niños jugando, confiando sus secretos, los mismos que ha conocido por años, qué pasaría cuando se enteraran de que estaba embarazada, qué pasaría cuando les dijera que no sabía si era de uno o del otro, seguirían con ella, o la harían a un lado, sabía que lo merecía o tal vez se merecía más, cualquiera de ellos sería un buen padre, dejo salir una risilla, pero no estaba segura si alguno de ellos sería buen esposo, tal vez Harry. Suspiro de nuevo.

— Bien chicos pediremos una ronda más o están cansados — dijo tirandose de forma elegante sobre su asiento tratando de parecer lo más normal posible.

Los dos se quedaron sin habla haciendo gestos y mirándose uno al otro.

— Una ronda más estás de acuerdo Harry — dijo Ron estrujando el hombro de su amigo.
— Pero recuerda que vas a conducir mejor en otra ocasión. — respondió Harry Potter

— Solo una más por el placer de estar los tres aquí como en los viejos tiempos. — Ron ordenó una ronda más.

Hermione ya no bebía, apenas llevaba el licor a sus labios, Harry parecía que llevaba prisa al beber y Ron paso de una a dos en menos de treinta minutos.
Supo que era suficiente cuando comenzaron a cantar canciones de amor para chicas abrazados por los hombros.

— Bien es todo por hoy chicos, nos vamos — Hermione pagó la cuenta y tomó de nuevo a sus amigos por los brazos.

Se tambaleaban y daban tumbos por el lugar, Harry se disculpaba con los clientes cada que rozaba alguna cabeza sin querer y Ron no paraba de cantar a todo pulmón mientras se dirigían a la salida.

— Te he dicho que luces verdaderamente hermosa esta noche Hermione — dijo Harry mientras se acercaban al auto.
— No, pero muchas gracias — dieron un paso más.
— Yo sí te lo dije verdad hermionnneee — dijo Ron
— No Ron, no me dijiste nada.
— Debí decírtelo luces muy sexxxy esta noche hermionnneee.
— Gracias Ron — abrió la puerta.
— Por qué te fuiste con ese pelón — dijo Ron antes de entrar — es un odioso hermionnneee no te merece — se lanzó en el asiento trasero.
— De acuerdo, cómo tú digas — Hermione cerró la puerta y abrió la del copiloto.

Potter la miraba con ojos de borrego y una sonrisa tonta en los labios. Hermione soltó una carcajada discreta al verlo tambalearse.

— En serio mi vida no tendría sentido sin ti — dijo Harry intentando dar un paso — eres la mujer más especial en mi vida.
Hermione lo acercó al asiento. — de acuerdo Harry pero me gustaría más que me lo dijeras en tus cinco sentidos.
— Estoy siendo honesto — la llevo a sus piernas de un tirón, Hermione respiraba agitada, tenía muy  cerca su rostro, el aliento a licor le recordaba que no podía confiar en él no en ese estado.
— Mañana hablaremos de acuerdo — le acarició el rostro — tengo mucho que decirte Harry, mucho. — se acercó y le dio un ligero beso en los labios, se levanto y cerró la puerta para subirse después.

Ron dormía en el asiento trasero, Harry también lo hacía pero a su lado. Al llegar al campus se quedo un momento solo mirándolos, Ronald roncaba a pierna suelta, Harry parecía más apacible, aún guapo con los mechones de cabello sueltos sobre el rostro, los dos le parecían tan hermosos como siempre los veía, dulces y fieles, los amaba sin duda y estaba dispuesta hacer todo lo posible por la felicidad de ambos.

Toco el hombro de Harry y comenzó a susurrar suavemente su nombre, el chico abrió los ojos de golpe y la miro asustado.
— Ya llegamos — le dijo señalando con la mirada el edificio de los dormitorios de los chicos.
— Te veré mañana Herms — la abrazo con fuerza y le beso la mejilla — gracias por todo.

Lo vio dar unos pasos aún zigzagueando pero al menos se mantenía en pie. Volteo al asiento trasero, Ron no se movía, comenzó a tirar con fuerza de su brazo casi gritando su nombre, el pelirrojo apenas abrió un ojo y la miraba de soslayo.

— Me quedaré aquí — dijo sin levantar el rostro — ve a dormir.
— Sabes que no te dejaré pasar la noche en el auto vamos, ahora — dio la orden de forma tan seria que el joven de inmediato se incorporó.
— Hermione — dijo antes de salir — tú...— dudaba en decir las cosas — tú aún sientes algo por mí.

El corazón de Hermione latió con fuerza, no esperaba aquella pregunta jamás, que pretendía con eso, por qué ahora justo cuando estaba llena de dudas.

— Ron siempre he sentido algo por ti lo sabes — dijo tratando de llevar el tema a la amistad que disfrutaban.
— Lo sé pero, quiero decir algo más fuerte que eso...más que amistad.

Quería hablar, decir algo, quería salir corriendo, huir de sus propios pensamientos y emociones, no era justo que ahora se acordara de lo que algún día sintió por él y que él ignoro, quería gritarle, pero también quería tirarse a sus brazos.

— Yo...Ron es que no lo sé, han pasado tantas cosas.

Weasley le tomó el rostro sujetándola con delicadeza de su barbilla, sus brillantes ojos azules se clavaron en los labios de Granger y respiraba agitado. Hermione sentía que no podría controlarse, que se tiraría a llorar en cualquier momento.

Un golpeteo en el cristal los obligó a salir de aquel transe en el que se habían enfrascado, Potter se encontraba al otro lado de la ventanilla diciendo algo que no podían entender, Ron abrió la puerta.

— Se me olvidaba Ron — le dijo a Hermione prácticamente ignorando a su amigo — lo llevaré a su habitación — tiro de él con fuerza por el cuello de la camisa — descansa Hermione hasta mañana.

Seguía tirando con fuerza de su mejor amigo cada vez que esté insistía en voltear a verla, no dejo que diera un paso solo hasta que estuvieron dentro del apartamento y Hermione completamente lejos de su alcance.

De quién  es el niño.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora