Misterio.

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No iba a seguir escondiéndose, de todas formas tenía planes y cosas importantes que realizar, proyectos escolares que entregar y de más tareas así que después de sentirse mal un buen rato bajo las sábanas Hermione Granger decidió salir, se recogió el cabello en una trenza después de tomar un largo baño que le despejo la mente.

Que más daba ahora lo que había pasado con sus mejores amigos, eran eso, simplemente sus mejores amigos quizá no recordarán nada al igual que ella, o quizá lo recordaran todo lo que ella gracias al alcohol decidió suprimir de su memoria.

Respiró hondo y abrió la puerta, Harry Potter se encontraba justo tomado del marco, miraba el suelo y parecía sumamente avergonzado, la chica le tomó el hombro de forma ligera.

— Harry, que haces aquí.
— Vine...es decir quería... — trastabilló— Hermine recuerdas que sucedió ayer es que Ron y yo al parecer nos encontramos...confundidos. — la miro a los ojos, Hermione desapareció la sonrisa y se puso nerviosa no pensó en que el encuentro fuera tan rápido.
— Pues fuimos a bailar y...que es lo último que recuerdas.

Potter cerró los ojos e intentó recordar, trozos de memorias sueltas le flotaban en la mente, las luces neón, la música estruendosa, los gritos, un cuerpo suave y cálido entre sus dedos, suspiro y abrió en seguida los ojos.

— No mucho, lo mismo que tú solo que — bajo aún más la voz— creo que dormí con Ron — la chica abrió por completo los ojos.
— Qué estás diciendo, es una locura Harry — lo tomo del brazo— estás seguro.
— No del todo pero amanecimos en mi cama y completamente desnudos.

Hermione intentó suprimir una diminuta sonrisa provocada por los nervios de no saber qué responder ante tales comentarios por un lado sabia que Ron y Harry no habían estado solos en toda la noche y por otra parte confesarle que ella se encontraba ahí traería una serie de preguntas sumamente incómodas y tal vez las cosas entre los tres cambiarían.

Se encontraba en una gran encrucijada  y esa vez prefirió omitir el hecho de que ella estuvo con ellos, al menos hasta que alguno de los tres recuperará la memoria por completo.

— Bueno quizá solo fue eso y no sucedió nada más entre ustedes Harry deberías estar tranquilo — cerró la puerta y comenzó a caminar, Harry intentaba seguirle el paso.
— Es vergonzoso — susurro tomándole ligeramente el brazo a su amiga, Hermione sintió como un golpe de electricidad le recorría el cuerpo al sentir aquel toque, su memoria tuvo un recuerdo.

Eran unas manos tibias las que recorrieron su silueta hasta retirar el vestido, no lograba enfocar aún el rostro al que veía fijamente, pues sus ojos apenas lograban enfocar algo, pero aquellas manos eran tiernas y delicadas con ella, pensó en la posibilidad de que fuera precisamente Harry quien hiciera aquello pero de inmediato agito la cabeza para sacar el recuerdo de su memoria y miro de nuevo a Harry frente a ella, sus ojos parecían realmente confundidos.

— No le diré a nadie si es lo que te preocupa puedes confiar en mí,  Ron también puede hacerlo para eso estamos los amigos no es así. Fue algo pasajero quizá todos deberíamos olvidarlo.

Harry torció una sonrisa — olvidarlo aún más, sí quizás tengas razón. — se relajó un poco. — A dónde vas con tanta prisa.
— A la biblioteca pero dime Harry que no tendrías que estar en el campo de futbol, eres la estrella.
— Pues la resaca no me dejará jugar esta tarde pero seguramente el equipo se las arreglará sin mí son buenos, Ron tampoco acudirá el entrenador tal vez se enfurezca con él pero sabrá que decirle.

Se detuvieron un instante antes de tomar caminos separados, Harry la notaba algo intranquila, con las manos inquietas y la mirada que se escabullía cuando él buscaba sus ojos almendrados, seguía sintiéndose avergonzada aunque trataba de disimularlo.

— Nos veremos Harry será mejor que me dé prisa
— Si Herms — titubeo en acercarse por algún extraño motivo sintió la necesidad de abrazarla, pero la emoción fue más fuerte que su cordura y se lanzó a ella, estrujándola suavemente entre sus brazos, Hermione no logró corresponderle a tiempo pues su reacción fue de sorpresa, pero sintió el cálido aroma de Harry apretándose al de ella. — nos vemos Hermione — dejó de abrazarla y la soltó, camino aprisa hasta la puerta de salida y la dejo con mil preguntas más en la cabeza.

La más importante era la de por qué una sensación extraña había aparecido así tan de repente en su estómago algo parecido a una náusea gigantesca, la sensación de querer más de aquel abrazo y al mismo tiempo la necesidad de alejarse de inmediato y huir como una ardilla a su madriguera, Harry jamás había despertado algo en ella aparte de la linda amistad esa emoción la conocía bastante bien desde hacía años por qué ahora se sentía tan distinta.

Respiró profundo necesitaba aire fresco, camino por los jardines del campus, veía a los chicos, algunos desconocidos otros que le eran más familiares, aun así pasó sin saludar para no provocar que alguno se atreviera a hablarle y llego hasta las gradas del estadio no subió, pero logró localizar de inmediato a su amigo pelirrojo al otro lado de la cancha, discutía acaloradamente con el entrenador, seguramente por lo que Harry le había contado, se quedo mirándolo, algo parecido a las ganas de llorar se incrustó en su garganta y parecía que comenzaba a impedirle la entrada de aire a los pulmones que sintió se encogían dentro de ella, se llevó la mano a la garganta y dio media vuelta.

Temía que sus propios recuerdos le alejaran de las dos personas más importantes para ella, los dos chicos de su vida por los que estaba dispuesta a dar hasta la vida, los chicos con los que había crecido jugando entre los campos, bicicletas y rodillas sucias. Pensaba en que si ellos recordaban lo sucedido, todo aquello que habían construido en años se vendría abajo en solo segundos.  Debía de sacar de su mente la noche anterior y no buscar más en sus adentros, necesitaba volver a verlos como lo que eran, sus mejores amigos.

De quién  es el niño.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora