La Verdad.

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Estar con Harry formalmente le hacía sentir más cómoda aunque aún hablaba con Ron ya no era tan frecuente el pelirrojo había aceptado que ellos tenían una relación más que de amistad y lo respeto aún con el corazón roto.

— Estas lista Hermione — le dijo Luna una tarde de verano — el bebé llegará pronto ya está todo en orden. Sabes mi madre me habló de que algunas veces se hace una fiesta del bebé así los invitados pueden ayudar con las cosas que faltan.
— Gracias Luna pero no creo que una fiesta me ayude, me canso a cada rato.

Hermione lucía un vientre bastante grande, estaba en el último trimestre y pronto llegaría el día en el que naciera su pequeño.

— Harry y yo le hemos comprado ya lo suficiente.
— Harry — la miro Luna con sorpresa. — pero me habías dicho que Viktor es el padre no es así.
— Bueno Luna quiero disculparme la verdad es que te mentí Krum no es el papá del bebé te lo dije solo para que no fueras a contarles sobre lo que sucedía.
— Contarles, a quienes.
— A Harry — bajo los ojos — y a Ron.
— Por qué se los tendría que decir.
— Luna recuerdas el día en que fuimos a festejar aquel bar y nos perdimos en el alcohol pues bien ese día uno de ellos, o los dos — se sintió apenada — el hecho es que uno de ellos es el padre, aún no sé quién y no sé tampoco si quiera averiguarlo ahora estoy con Harry y el sin duda es el papá, seremos una familia.
— Estas segura de que es lo que quieres — dijo Luna cambiando su gesto — Hermione tengo algo importante que decirte, creo que yo sé quién es el papá del niño.

En un instante quiso saltar sobre la rubia, ella conocía todo lo sucedido y se lo había guardado, respiro profundo Hermione sintió que se quedaba helada, después de todos esos meses y su amiga sabía todo, por qué simplemente no fueron sinceras y evitar todo el caos. Hermione se sentó en la cama esperando a que le contara lo que sabía.

— Dímelo Luna, quiero saber qué sucedió.
— Es verdad que ese día bebimos, ustedes sobre todo, parecía que estaban más felices que nunca y salieron del bar tomados del brazo, ustedes siempre solían andar así pero bueno en fin, los vi, pensé en que no podía permitir que se fueran así estaban totalmente ebrios los tres y si alguno conducía podrían morir en algún accidente así que tome las llaves del auto de Ronald y los lleve al dormitorio, al de chicos primero esperando como era natural a que después vinieras conmigo al nuestro, pero no fue así decidiste bajar del auto con ellos, Harry y Ron bajaron del auto incluso hasta me lanzo un par de billetes, realmente estaban ebrios — gesticulaba al hablar — caminaron hasta entrar al edificio y no te vi más después de que la puerta se cerró, pero decidí esperarte, aunque después de veinte minutos fui a buscarte y me encontré a Harry caminando hacia la salida, al parecer buscaba hielo o algo así, lo acompañe y cuando volvimos a su habitación él abrió, entonces — se detuvo y titubeo Hermione se desesperaba — entonces ahí estaban Ron y tú se besaban con pasión, con mucha pasión y bueno estaban...hacían el amor Hermione.

La castaña sintió un escalofrío que le recorrió el cuerpo entero, el vientre se puso como roca quizá de la impresión.

— Harry cerró la puerta en seguida — continuo Luna — me dijo que prefería dejar que ustedes terminaran antes de volver y lo traje para nuestro dormitorio, nos quedamos un rato platicando hasta que él se quedo dormido, debió irse antes del amanecer por qué cuando desperté ya no estaba, quizá cuando llegó aún seguía tomado y se metió a la cama sin percatarse de que seguían ahí, después tu despertaste y todo esto comenzó.

Hermione empezó a respirar con agitación, solo pensaba en si lo hubiera sabido, si cambiaría en algo el hecho de que ahora ya no jugaban un cincuenta cincuenta cada uno pues era más que evidente de quién era el bebé, aunque aún esperaba poder tenerlo en sus brazos para llegar a una conclusión, era cierto que para ese entonces Ron la encendía con cada mirada o gesto que le daba, incluso recordó antes de salir del antro lo que le había dicho, me vuelves loco Hermione, solo tú me haces sentir así y hasta ese momento lo recordaba.

Pero ahora tenía una relación con Harry y lo amaba, lo que sí debía hacer era decirle lo que Luna le había contado, inclusive también a Ron aunque no quisiera escucharla, los dos tendrían que oírla y quizá llegar a un acuerdo si todo eso era cierto.

— Lo siento Hermione — se disculpaba la rubia — debí decirte antes.
— Esta bien Luna yo también debí ser honesta contigo — se tomaba de la barriga de pronto sentía una ligera punzada que iba y venía.
— Seguirás con Harry
— Lo que siento por él es diferente a lo que pasa, Harry es mi novio pero debo ser honesta con él y decirle lo que me has contado y esperar su reacción, siempre supieron que la posibilidad de ser el padre se encontraba en la mitad, aún así no quiero que sufra por mi causa.

Se fueron a la cama, esa noche Hermione envió dos mensajes que decían lo mismo, Me urge verte, necesito contarte algo muy importante. Nos veremos en la cafetería a las ocho de la mañana por favor no faltes.

Quería hablar con los dos juntos, quería que se reconciliaran.

Eran cerca de las cuatro de la mañana cuando comenzó a sentir un intenso dolor, le llegaba al rededor del vientre y hasta tocar la espalda, cada vez con más frecuencia, cada vez con mayor intensidad. Debían ser las contracciones el bebé estaba por llegar. Despertó a Luna quien en seguida llamo un taxi y se dirigieron al hospital en el camino hacia un par de llamadas a ciertos chicos que sin duda debían estar con su amiga.

De quién  es el niño.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora