De quién es el niño.

Ambos.

Abrió la puerta y antes de dar un paso a fuera descubrió una caja de regalo color rosa con un gran moño azul en ella, para la chica más bella del campus, Hermione alcanzó a leer la inscripción, ahí estaba de nuevo.

Tomó la caja y tiro del listón azul, de su interior saltaron globos plateados y serpentinas multicolor un oso afelpado le esperaba en lo que parecía querer ser un abrazo peludo. Luna se desvivió con el animal artificial y lo abrazo en seguida, Hermione simplemente permaneció contemplando aquel regalo, pensando en quién podría estar enviándole anónimos.

Tomó el bolso y volvió a tirar de la puerta esta vez se dio de bruces con su amigo, Harry la esperaba dispuesto a llamar para que saliera, se miraron a los ojos y dos segundos después el chico disimulaba el vistazo que le daba a su amiga de arriba a bajo casi queriendo devorarla con la mirada.

—Her...— realmente lo había dejado sin habla— pensé en pasar por ti — le sonrió extendiéndole una mano. Hermione le devolvió la sonrisa con timidez y tomó aquella mano tibia que le ofrecía, pasó el brazo por debajo del de él y caminaron juntos por el pasillo hasta la salida.

Ron esperaba en el auto, saludó animado con la mano en el aire, Potter abrió la puerta del copiloto y dejó pasar a su amiga para entrar después en la parte de atrás. Hermione se lanzó sobre la mejilla de Ron y lo beso, el pelirrojo permaneció aferrado al volante mirándola solo de reojo, sentía el calor subirle al rostro entero.

— Qué esperas Ron iremos o nos quedaremos aquí el resto de la noche — dijo la chica a su lado.
En un momento sus ojos se encontraron, Ron se mordió el labio inferior y Hermione volteo el rostro en seguida a donde Harry los observaba de forma más que sería, tal vez molesta. La castaña suspiro cuando sintió el auto arrancar, hubo silencio unos minutos en el auto el ambiente se sentía extraño, lleno de complicidad, de miradas expectantes y carraspeos de garganta.

El lugar era un bar tranquilo en el que se podía beber y platicar de forma cordial ya que la música no solía ser de la que aturde todo el tiempo.

Harry y Ron se apresuraron a bajar y ambos caminaron para poder abrir la puerta a la chica que los miro casi retarse con la mirada cuando Harry alcanzó su puerta primero.
Algo estaba sucediendo ella podía sentirlo, no era su imaginación sus amigos no solían ser del tipo caballerosos al menos no lo eran con ella.

Como si sus pensamientos volaran y no buscará problemas paso las manos por debajo de sus brazos, un chico a cada lado y todo estaría resuelto como antes. Pidieron la mesa del fondo, solía ser la más cómoda e íntima, podrían reir de forma suelta y sin que nadie los mirara de forma extraña.

La velada se relajó, el trío volvió a ser el mismo de siempre, bromas y risas entre ellos, algunas cervezas, canciones ligeras de un viejo tocadiscos de antaño que sonaba los éxitos del momento y uno que otro de años atrás.

Ron se levanto de la mesa y los dejo solos, Hermione se tiro en el respaldo de su silla, no buscaba el rostro de Harry pues cada vez que lo hacía sentía como le recorría el cuerpo cientos  de rayos de energía, pero no logro evitarlo. Harry deslizó lentamente las manos sobre la mesa hasta tomar las de ella, le acarició el dorso con los pulgares un poco antes de levantar la mirada, ahí estaba ella, tímida y sensual, con el cabello cayendo sobre su rostro, sobre los labios entre abiertos.

— Realmente te extrañaba Hermione — le dijo sin dejar de acariciarle las manos — sé que el título y la escuela es lo que más te interesa y créeme que no quiero ser una interrupción pero me hace falta tu presencia. Cuando pasó un tiempo sin ti, es decir, necesito saber qué sigues aquí con nosotros — entre lazo sus dedos — conmigo.

Hermione perdió el suelo después de aquel comentario, su corazón latía con fuerza, no sabia como interpretar sus palabras, sus actos, sí, la tomaba de la mano, pero por qué se sentía tan distinto en ese momento, no lo entendía, pensó en el bebé dentro de ella, sería acaso por eso, sería Harry el papá y era una forma de darse cuenta.

La soltó lentamente y ella sintió como todo su sistema volvía a la normalidad hasta que escucho una vieja canción, era un blues suave que le recordaba parte de su adolescencia, cuando estaba enamorada de...Ron.

Era Ron quien estiraba la mano en su dirección esperando que la sujetará, Hermione dejó el bolso a un lado y tomó aquella mano tosca que de inmediato la envolvió con los dedos de forma suave, caminaron hasta la pista vacía ya que no era justamente una pista de baile, pero eso no les importó, sintió de nuevo ahora esas manos buscando su cintura, ella subió enseguida las suyas hasta sus hombros y rodeó su cuello, pero no lo miraba, la misma sensación que hacía unos minutos sintió con Harry la volvía a sentir pero ahora con Weasley. Pensó en que se volvería loca.

No dejo que la canción terminara cuando se disculpó para dirigirse al sanitario, se observaba en el espejo, le temblaban las manos y los tobillos, que estaba sucediendo, que estaban haciendo ellos con ella, lo hacían a propósito era una de sus tantas bromas, por qué de ser así jamás los perdonaría, o era simplemente ella quien mal interpretaba todos los actos que para sus amigos eran completamente normales, fueron normales alguna vez, ya había bailado con ellos, ya les había tomado de la mano, besado sus mejillas.

Tomó su vientre con ambas manos, no quería hacerlo pero sucedió, sintió el llanto caliento caerle por las mejillas, estaba vuelta un tornado de confusiones, no quería verlos, pero no podía dejar de hacerlo por qué los necesitaba, a ambos...