¿Y ahora que debo hacer?
Ya casi han pasado... ¿2 meses?... quizás, no lo se, no he tenido el interés de siquiera contar los días, en verdad desde ese día... He perdido el interés en todo.Desde ese fatídico día, en el cual las personas recuperaron su anhelada luz y la bendición de Maotelus a la vez que yo perdía a la persona que mas amaba, desde ese momento me volví incapaz de valerme por mi mismo.
Creo que ahora puedo entender lo que el sentía. ¿Por que debe sacrificarse por el bien de otros? Una pregunta como esa debió de haber cruzado por tu cabeza ¿no es así Mikleo? Aun así te tengo una pregunta, lo que hiciste ¿Fue por amor o por odio?
Entiendo perfectamente que no querías que yo me sacrificara y cargara con todo yo solo pero ¿No crees que esto es mas doloroso que sacrificarse por el bien ajeno? Tu sabias bien que, yo no iba a poder esperarte, que no iba a poder reencontrarme contigo ni aclarar te mis sentimientos. Tu lo sabias y aun así decidiste tomar mi lugar junto a Maotelus para purificarlo por el tiempo que hiciese falta, consumiendo su malicia y destruyendo te de apoco. En verdad has sido muy egoísta.
Me cuesta mucho hacer las cosas ahora, soy capaz de dejarme caer en el abandono y perecer de apoco sin importarme nada, si no fuera por Rose, quizá ahora yo estaría muerto, gracias a ella es que aun soy capaz de siquiera hacer algo de aprovechó. Los primeros días sin él fueron una tortura absoluta, no soportaba la idea de que no estuviera ni tampoco podía quitarla de mi cabeza así que prefería pasarla durmiendo las 24 horas al día, sin probar comida, ni salir a explorar. Hasta que Rose vino, me obligó a levantarme y continuar con mi absurda vida. Me hizo parte de los Gavilano, me enseñó sobre las ventas del mercado y como funcionaba todo con lo respectivo al negocio, así fue como empezamos a viajar entre reinos y ciudades. Yo ayudaba a Rose mayormente cargando y llevando cosas, porque no hablaba mucho y eso no me permitía entablar una conversación de negocios.
Dezel también trabajaba de médico y un par de veces como veterinario, desde que resucito y volvió como un humano, no se ha separado de Rose y por lo poco que se son pareja, aunque nunca se muestran románticos en frente mio, y se la razón. Saben que solo me deprimiría.
Mientras viajábamos ofreciendo nuestros servicios, por el camino, Rose se encargaba de derrotar a los poco infernales que aun quedaban libres por ahí causando estragos. Después de todo ella ahora era Pastora, yo renuncie a ese cargo y negué la existencia de los serafines, creí que haciéndolo podría olvidar el dolor que sentía, pero no fue así, a pesar de que ya no podía ver a Lailah, Edna o Zaveid, aun recordaba muy bien a Mikleo, y era porque el era una parte imborrable de mi vida.
—Sorey, vamos a ir a Marlyn, ya obtuvimos los libros que la biblioteca ordenó.— Me dijo Rose para que pusiera en marcha la carreta.
Yo solo asenti y obedecí. Por el camino pude escuchar a Rose hablando sola o quizás no sola.
—No parece mejorar Lailah, tu dijiste que con el tiempo mejoraría.— Pude oír la conversación que tenia Rose y los serafines mientras estaban dentro de la carreta.— Entonces no se puede hacer nada... No debes juzgarlo Enana... Si lo se, se ha vuelto muy notorio...
—¿Que es muy notorio?— No pude evitar preguntar.
—¡Ah! Es notorio que la venta del Curry de mabo se a incrementado.
—Entiendo.
Se que no era eso de lo que estaban hablando, pero si Rose no quiere decírmelo entonces no importa, muy pronto llegaremos a Hylan y parece que una fuerte tormenta va caer. Últimamente han habido lluvias muy constantes, contrastan bien mi estado de animo pero es muy extraño que llueva tanto fuera de época ¿Sera un infernal? Eso también seria extraño considerando la bendición de Maotelus que protege todo el continente.
ESTÁS LEYENDO
Vuelve a Brillar (SorMik) [Concluido]
FanfictionSecuela de la historia, "Lo único que me importa". Sorey esta dolido, no soporta vivir sin Mikleo. Orillandose a la oscuridad, Sorey abandona su puesto de pastor para tomar el del señor de la desgracia dejando al mundo desbastado. Unos años después...