Al fin había encontrado a Maotelus, después de largos y frustrantes 8 meses, no completamente desagradables pero si pesados. Había llegado el momento tan esperado. Al fin todo regresaría a la normalidad y el continente podrá vivir en calma durante esta nueva era.
Las ilusiones revoloteaban en mi cabeza y me encontraba tan feliz que me perdía en esta propia alegría. Edna dijo que parecía un bobo andante durante el trayecto. Todos estábamos de buen humor. No había nada que nos preocupara. Bueno, no lo hubo, hasta que Eizen me llamo de forma precavida.
— Una vez lleguemos a Camnlan ¿Que harás?— interrogo Eizen en tono suave y bajo.
— Restablecer la bendición de Maotelus — respondí con el mismo tono.
— ¿Y como piensas sacarlo del interior de tu amigo?
Y por primera vez en todo el viaje mi cerebro empezó a pensar. La pregunta final, la definitiva. No tenia ni la mas remota idea de como haría tal cosa, ni siquiera lo había pensado antes… Soy… Soy un estúpido con todas las letras.
— Parece que no lo habías pensado — re-afirmo y solo incline la cabeza con vergüenza por ser tan idiota —. Bueno, esa es una interrogante, la otra es… — .Lo mire atento, ya no sabias que mas esperar, estaba sintiendo remordimiento en mi interior—. ¿Sabes que ocurrirá una vez que la bendición se restablezca en el continente? Toda malicia sera extermina, grande o pequeña… Todo sera purificado.
Y volví a pensar…
Todo seria purificado, absolutamente todo, incluso el alma de Mikleo y si eso pasa...“ … La malicia a alcanzado mi alma…
Si me purificas…
Lo más posible es que destruyas mi alma y yo desaparezca.”Esto no podía estar pasando justo ahora… Justo ahora que todo empezaba a mejorar, no había pensado en Mikleo, volvió a descuidarle, deje de prestarle la a tensión que requería.
Voltee a verle, había estado muy callado desde que emprendimos camino a Canmlan. También tenia la cabeza ida entre sus pensamientos. Quizá él ya se haya dado cuenta de estas interrogantes.
Tengo mucho miedo, quisiera no llegar nunca a aquel lugar, quisiera nunca haberme convertido en pastor, quisiera…
Espera, otra vez, otra vez estoy huyendo de mis problemas, otra vez estoy arrepintiéndome de todo, solo por que me da miedo afrontar mis problemas. Esta vez no quiero que sea así, no quiero huir y dejar a Mikleo cargando mis culpas ni mis problemas, esta vez no.
Esta vez pase lo que pase, pienso enfrentarlo todo, y pase lo que pase, no abandonaré a Mikleo.
Llegamos a Elysia ya no quedaba ningún serafín aquí, todos huyeron y se esparcieron por el continente el día que inicie mi propia era del caos. Descendimos a Canmlan a través de las ruinas del abuelo y seguimos por el sendero del pueblo ahora en ruinas.
No le dirigí ni una palabra durante el trayecto, sabia que si hablaba dejaría al descubierto mi inseguridad y mis miedo, y eso, eso haría sentir mal a Mikleo, no quería agobiarle mas de lo que toda estas situaciones lo hacían. Yo no quería seguir siendo la carga sobre sus hombros.
Llegamos frente al puente destruido que conectaban a ni gran palacio de oscuridad. Con ayuda de las habilidades serafinescas logramos cruzar al otro lado. Cruzamos todo el palacio cuesta arriba hasta al fin estar frente al altar de Maotelus.
Este sería el final y quizá también el comienzo de una nueva vida.
— ¿Y ahora? ¿Que se supone que debemos hacer Sorey? — me cuestiono Rose mas confundida de lo usual.
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Vuelve a Brillar (SorMik) [Concluido]
FanfictionSecuela de la historia, "Lo único que me importa". Sorey esta dolido, no soporta vivir sin Mikleo. Orillandose a la oscuridad, Sorey abandona su puesto de pastor para tomar el del señor de la desgracia dejando al mundo desbastado. Unos años después...