Capítulo 6

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Llevamos mucho rato desde que empezamos a subir y no estamos ni cerca de la cima. Gracias a Mikleo, no tuvimos que enfrentarnos a ningún infernal por el camino, así que el trayecto fue sereno. Yo sintiendo con una pesada culpa que seguro llegara a matarme caminaba con la cabeza en las nubes de mi remordimiento. Llegado aun pinto medio del camino para los a descansar. Era lo mejor. Rose decía que si no dejo de andar distraído me voy a caer al abismo por atolondrado. Entonces, sentimos un ruido fuerte mas adelante del lugar en el que nos hallábamos.

—Mikleo…— deje escapar completamente preocupado empezando a correr con Rose tras mio. Pasos mas adelante hallamos a Mikleo en su forma completa de infernal.

Tanto Rose como Lailah quedaron aterradas por el instintos por lo contrario yo, analizaba con total atención la escena en frente mio. Aquel Dragón, devoraba de forma atroz a un infernal de no tan alto rango. Parecía una completa bestia, sin conciencia, guiado solo por sus instintos agresivos y necesidad.

—S-Sorey, vámonos ahora… —rogó Rose tirando de mi brazo.

Sin embargo “El Dragón” pudo sentir nuestra presencia, siendo nosotros ahora su futura presa y alimento. Rugió con fuerza y se abalanzó velozmente contra nosotros.

—Mikleo…detente —. El dragón se detuvo enseguida como si pudiera entender mis palabras, mejor dicho, entendió completamente mis palabras. Se alejo cuatro pasos, y se mantuvo expectante unos segundos antes de volver a su forma original.

El rostro de Mikleo iba mas allá de parecerse a un libro de enigmático misterio, de la comisura de sus labios se veía aun unas leves manchas de aquel liquido carmín. Quise acercarme, pero inmediatamente retrocedió cubriendo su rostro con ambos brazos. Susurro un “lo siento” y pude saber que venía ante esto. Antes de que intentara huir logre tomarlo de la muñeca.

—No lo hagas — dije tratando de buscar su mirada —. No quiero que Repitamos el mismo error que antes. No quiero que huyas y te guardes todo para ti solo, si es algo que no puedes contener, yo estoy aquí, puedo escucharte y puedo intentar ayudarte.

—Lo siento…

—No te disculpes, nada de lo que pasa es tu culpa —. Logre acercarme a su rostro y limpiar aquel rastro carmín, viendo su mirada baja y brillosa de las cuales aun no caían ni una sola lágrima, acaricie su mejilla y deposite un suave beso en sus labios — no me importa lo que seas ahora, infernal o serafín, tu siempre vas a hacer la persona que mas e amado en toda mi vida.

Mikleo soltó una pequeña risilla nerviosa y al mismo tiempo de vergüenza. Después de unos momentos de tensión, nuestro objetivo volvió a flote y continuamos el poco camino hasta la cima. Allí otro fuerte estruendo se hizo presente. Los dragones volaban bajo y estaban siendo atacados por una gran variedad de artes serafinescas relacionadas al viento.

En la cima se haya Zaveid peleando con ambos dragones, aunque aquella pelea se allá en completo desbalance.

—¡Zaveid-san! — Lailah se acerco rápidamente al serafín fe viento al ver que tenia algunas heridas.

—Vaya, que inoportuno. El Señorito de la Desgracia esta aquí — saludo Zaveid notoriamente refiriéndose a mi, siendo su comentario una burla amarga.

Zaveid lanzo un ultimo ataque junto con Lailah logrando despistar y alejar temporalmente a los dragones del área.

—Jamas creí que el Señorito y su séquito viniera a verme personalmente, me siento alagado.

—Zaveid guardarte tus insultos —contesto mi mas leal compañero.

—¿Pero que tenemos aquí? Nuestro más joven serafín de agua ¿Creí que te habías vuelto un infernal?

—¿Quién te dijo que seguía siendo un serafín? — de Mikleo se extendió una oscura aura causándole un leve estremecimiento.

—Jajaja lo sospechaba.

—Zaveid, concuerdo con Mikleo, guardate tus insultos — protesto Rose.—¿Sabes algo de Edna?

— ¿Que no es obvio? — el serafín de viento dirigió su vista hacia las agrupaciones montañosas del alrededor, divisando de lejos a ambas criaturas sobrevolando los alrededores —. Me pregunto que me diría Eizen por esto. Aquel dragón que esta a su lado no es nadie más que Edna.

No hubo sorpresa para nosotros, era tan evidente, solo queríamos alargar la espera antes de recibir la noticia. En ese momento mi mente estaba mas blanca que una hoja de pergamino, no tenia no idea de como ayudar a Eizen o Edna. Me sentía completamente frustrado.

—Lo mas seguro es que me hubiera pedido que los asesinase.

—¡No digas eso Zaveid-san!

—¡Oh, mi cielo! ¿que mejor idea me propones? Soy todo oídos —. Hizo una pausa, nos observo por minutos esperando una respyesta de nuestra parte, pero solo permanecimos en silencio asi que prosiguio—.No hay solución a este problema. Si cuando Sorey era Pastor no logró nada ¿crees que ahora si? Ni con toda la voluntad del mundo lograría salvarlos.

Tiene razón, no puedo hacer absolutamente nada, no tengo la fuerza necesaria para purificarlos… Si Maotelus estuviera tal abría posibilidad… Pero incluso su presencia es nula.

—Sorey… Quizá…aun podamos hacer algo — me susurro Mikleo, tratando de no llamar la atención del resto.

—¿Qué?

—Recuerdas esto verdad — dijo levantando su flequillo para mostrar aquella oscura gema —. Podemos dividirla en dos, dársela a Edna y Eizen, con esto podrás siquiera purificarlos mas fácilmente.

—E-espera…¿Qué pasara contigo? Tu necesitas esa gema.

—No, te aseguro que estaré bien. Sorey, yo no volveré a ser como antes, siempre estaré envuelto en malicia. Ahora es parte de mi. Puedo controlarme sin ella como Heldalf lo hacia. Así que, todos estará bien.

—Quiero confiar en ti…pero no quiero que te sacrifiques no quiero perderte.

—Juro estar bien, esta gema posee gran parte de mi malicia, por lo que no podrá absorber completamente la de ellos, pero te hará la tarea mas fácil. Por ahora el dilema es como acercarnos lo suficiente.

—Ellos bajaran pronto y nos atacaran, ese sera nuestro momento. Podemos huzar las dagas de Rose o el Péndulo de Zaveid.

—Entonces tu trabajo ahora sera convencernos.

Coloco una mano en mi hombro en señal de animo y me regalo una sonrisa, yo por consiguiente la respondí alegre sintiéndome dichoso de ser yo quien causar tal gesto en rostro. Me aleje y para dirigirme al resto para explicarles el plan. En ello me percate de una coincidencia. Siempre es Mikleo quien termina teniendo la solución del problema, ¿se deberá a que es mas inteligente que yo? Puede ser…aunque me sigue pareciendo un hecho curioso.

—¿Uh? —mientras hablaba con los demás detallando la idea tenida con Mikleo pude sentir levemente una presencia —... Maotelus…

Debe estar cerca, pude sentirlo, aunque fueran unos instantes, pude sentirlo claramente, él esta cerca.

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¡¡Hola volvió!!
¡Ayyyyyy! ¡¡Tengo frío!! Mis manitos se congelan ⛄ hace mucho frío ;-;
Capitulito corto (bien corto) pero ¡aquí esta! Se que ando de desmorona, lo siento. Y se que algunos quieren que actualice la otra historia, lo siento, de nuevo. Esta a medio escribir aun pero muy pronto lo voy a publicar en verdad perdonenme.

PD: ¿Alguna carrera que me recomienden para una vaga como yo :v? (No se que estudiar, ya estoy en 5° de secundaria ;-;)

Nos leemos pronto
bye bye~🍄

Vuelve a Brillar (SorMik) [Concluido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora