Jimin miraba atento el rostro del muchacho dormido a su costado, aún no salía el sol, no es que tampoco pudiera dormir. Hace unas horas atrás se sintió tan infantil y estúpido, su actitud no había sido para nada adecuada y había sido un algo cruel con JungKook, estaba demasiado avergonzado además de confundido.
Sus ojos ahora no miraban de la misma manera al castaño, cuando todo comenzó podía conformarse con solo una mirada, pero ahora, que todo se había salido de control, lo quería tener siempre a su lado, y ese día había descubierto otra nueva cosa que quería, besarle. Jimin por supuesto que sintió atracción por otras personas; sin embargo, todo ello quedaba chico a lo que Jungkook le hacía sentir.
En esas pocas horas que durmió soñó con cupido, soñó que este había perdido sus flechas y para juntarles, utilizo un hechizo para así hacerlo pequeño y enviarlo a casa de Jungkook, todo con tal de que sus corazones se unieran.
A pesar de ser un sueño algo tonto, Jimin no pudo quitar en sonrojo de sus mejillas por un largo tiempo donde las imágenes producidas en su inconsciente se repetían en su mente. ¿Cómo había terminado de esa manera?
Además, ¿cómo podría estar seguro de que Jungkook sentía lo mismo?
La abuela de Jungkook había hablado con el rubio la mañana anterior, con mucha alegría le dijo que había encontrado a la dichosa vecina que tenía las respuestas para el problema de Jimin, hoy era el día.
Jungkook aún no sabía nada de ello, pues su abuela quería darle la "sorpresa" hoy. Jimin no quería irse, sabía que su familia estaba preocupada, pero en tan poco tiempo se había acostumbrado demasiado a la compañía del castaño, quería quedarse por siempre en esa cálida casa. No sabía que pasaría luego de que volviera a la normalidad y para ser sinceros, el rubio estaba muy asustado, tal vez podrían volverse a reunir, comer de nuevo las galletas de la abuela y jugar con el viejo gato del abuelo.
ㅡ Lo siento, Jungkook-ah. Si no lo hago ahora, tal vez no haya otra oportunidad, enserio lo siento.
Luego de susurrar aquello, el espacio entre ambos se fue reduciendo, Jimin podía sentir la suave respiración de Jungkook chocar contra el suyo, supo entonces que no había vuelta atrás. El primer roce causo que las mariposas dormidas en su estómago despertaran, y cuando por fin unió sus labios sintió como si estuviera viajando entre galaxias. Se separo con calma, deseando quedarse un poco más ahí, lo suave y cálido que eran los labios de Jungkook no ayudaban mucho, es más, Jimin estaba seguro que con solo ese choque de labios se había vuelto adicto a ello.
Llevo una de sus manos a sus propios labios y acaricio con cuidado estos mientras sentía como una sonrisa se formaba en sus rostro.

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Little; kookmin
Fantasy❝Recuerda casi con claridad las historias que de pequeño escuchaba, en la mayoría siempre destacaban aquellos seres como las hadas, duendes, piratas, sirenas, entre muchos otros. Ahora Jungkook ya no era un niño ingenuo que creía en ese tipo de cosa...