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Un nuevo día había llegado, el gato molesto de su abuelo lo había despertado. Su cola se mecía sobre su rostro mientras que su cuerpo descansaba sobre su pecho. Abrió los ojos con pereza y tardo unos cuantos segundos en despertar por completo.

           

Recordó la noche anterior, luego de la conversación con su abuela se vieron obligados a decirle a su abuelo de lo que ocurría, aunque al principio no se lo tomo muy bien, pudo caer en el encanto del pequeño Jimin y quedo maravillado.

Jimin, ese pequeño hombrecillo travieso, gracias a él no pudo conciliar el sueño hasta más de la media noche. Este jugaba con su cabello y saltaba sobre su almohada, recuerda también el momento donde los ojos del chico se cristalizaron, temió por un momento, temió haber dicho o hecho algo que lo lastimara; sin embargo, fue el mismo Jimin quien descarto esa idea al contarle sobre lo mucho que extrañaba a su hermano menor y a sus padres.

Jungkook no era el indicado si de consolar se trataba, pero lo logro. Jimin después de eso, con sus mejillas pintadas de un suave carmesí se acostó a su lado atrapando su brazo y cayendo dormido minutos después.

Miro a su costado, donde se suponía que debía estar el rubio; sin embargo, en ese lugar ahora se acomodaba Bú. Lo ocurrido el día de ayer llego a su mente como un rápido flashback, ese viejo gato había intentado devorarse a su compañero.

ㅡ ¡Gato malo! ¡Devuélveme a Jimin! ㅡtomó al gato gris y comenzó a sacudirlo, y como si se tratara de un humano, comenzó a golpear su flexible espalda con la esperanza de que le devolviera a su pequeño humanoㅡ ¡Vamos! ¡escupe, escupe!ㅡ al no ver resultado, decidió ir por ayuda, corrió hasta la planta baja donde su abuela preparaba la mesa para el desayuno. Le extendió el gato y ella con una mirada confusa pidió una explicación a su extraño comportamiento ㅡ Bú se comió a Jimin ¡Dile que me devuelva a mi Jimin! 

La anciana tomó al gato, la mirada impaciente de Jungkook estaba alerta a cualquier movimiento y cuando su abuela dejo a Bú sobre el piso y este corrió a algún lugar de la amplia casa, reclamó el acto de su abuela.

ㅡ ¿Qué haces, abuela? ¡Te dije que se comió a Jimin y lo liberaste! 

Lo primero que el castaño escucho fue la risa suave de su abuela, luego de ello la acompaño otra risa más dulce. No solo su mirada volteo hacia el lugar de donde provenía el sonido, todo su cuerpo lo hizo. El pequeño rubio estaba sentado en una de las sillas, moviendo sus pequeños pies en el aire mientras sus ojos se escondían detrás de sus parpados gracias a su amplia sonrisa.

ㅡ No me comió ningún gato, Jungkookieㅡel nombrado se abalanzó sobre el cuerpo del rubio, lo inspecciono tratando de no encontrar alguna lesión en él y para ese entonces Jimin carcajeaba aún más, este aprovecho esa cercanía para acaricias la pálida mejilla del castaño logrando que parara todo lo que antes haciaㅡ . Tu abuela hizo las galletas de las que tanto hablabas, comamos ya, estoy ansioso por probarlas.

La primera comida del día fue muy amena, lamentablemente su abuelo no estuvo ahí por algunos temas externos, pero eso no impidió que el pequeño grupo de personas rieran por anécdotas contadas por ellos mismos.

Jungkook se dio el tiempo de observar al rubio, quien contaba el día de playa donde su hermano menor quiso adoptar un cangrejo, fue hasta esas palabras donde el cerebro del castaño se desconectó de la realidad, él solo veía al pequeño hablar mientras hacía ademanes un tanto exagerados por momentos, el movimiento suave de sus labios al hablar, ese suave aleteo de sus pestañas y el impresionante brillo de sus ojos.

El castaño se sintió engañado en ese momento, Jimin le había mentido, él no era un humano, él definitivamente era un ángel.








I'm your hope, I'm your angel

Jimin nos engañó a todos, él es un ángel 💖

Little; kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora