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Jungkook abrió los ojos poco a poco, era sábado por fin y sus obligaciones habían terminado para darle paso a unas merecidas vacaciones. Una sonrisa se dibujó en su rostro de solo pensar en los meses donde hacer nada sería su actividad favorita, y como todos los veranos estaría en casa de sus abuelos siendo mimado por ellos, lo parece ¿cierto? Pero no, Jungkook no era un niño, era un adolescente de 16 años que disfrutaba de la atención y cariño de sus abuelos.

Aun estando acostado en su pequeña cama, se estiró relajando cada musculo de su cuerpo y votando algunas almohadas al suelo. Solía dormir con muchas de ellas por su temor a la oscuridad, de algún modo se sentía seguro si creaba un tipo de nido de almohadas en su cama, de esa forma ningún espectro tendría la oportunidad de molestarlo en la noche. Algo estúpido pero necesario para el chico.

Se puso de pie para cumplir con su aseo diario. Hasta ese momento todo iba con normalidad. Bajo por café y un par de waffles hechos con anterioridad por su madre que ahora se debía encontrar en medio de una reunión de trabajo.

Apenas puso un pie en la habitación, notó como en medio de todo el desorden en su escritorio había algo se movía con sigilo, lo primero que paso por su mente fue una rata o en el peor de los casos el gato de la vecina. Ese animal tenía algo contra el menor, pues no sería la primera vez que irrumpe en su casa y mucho menos en su habitación.

Dejo su merienda a un lado y se encaminó en su búsqueda, no quería intrusos en su lugar. Removió cada cosa que impedía ver lo que había allí, de inmediato descarto lo del gato pues no había cola ni orejas puntiagudas ¿Una rata tal vez?

ㅡ ¡Auch! Me dolióㅡ Exclamó alguien.

Se congeló en su lugar ¿alguien le había hablado? Miro a su al rededor, pero el lugar carecía de personas además de él.

ㅡ ¿Qui-Quién hablo?

Espero que su amigo saliera de algún lugar o que fuera una jugada de su mente, o que hasta un fantasma fuera el propietario de la voz. Espero todo menos a un pequeño hombrecillo saliendo de todo ese desorden en su escritorio.

Vestía un pijama azul con diseños blancos, su cabello era rubio y ondulado, su piel era aún más nívea que la propia. Ojos y nariz pequeña, labios abultados y un rostro perfilado. Era muy apuesto como para ser un duende ¿Un hada quizá?

ㅡ ¿Qué demonios eres?

Al ver el actuar del pequeño supo que era totalmente indefenso, pues temblaba ante su mirada y podía ver como jugaba con sus manos ante el nerviosismo. Acerco su rostro para admirar más de cerca a aquella "cosa".

ㅡ Soy Jiminㅡ respondió débil, pero gracias a la cercanía Jungkook pudo escucharlo.

ㅡ Un gusto Ji- ¡no! ㅡ el rubio tapo sus oídos ante el grito. La poca distancia entre ellos no ayudaba a que sus pequeños tímpanos se sintieran a gusto ㅡ me... me refiero a... ¿Qué eres?

Sus palabras torpes no ayudaban mucho, por ello aquel hombrecillo tardo unos segundos en poder responder la pregunta, aunque ni el mismo sabía lo que era.

ㅡ Un humano... un humano pequeño.





En caso de faltas ortográficas comunicarse con mi primaria.
Solo puedo decir: DISFRUTEN DE LA HISTORIA

Little; kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora