1. Primer día de clase

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Acaban de terminar las vacaciones de verano, y mañana empezaba el nuevo curso. Aquella noche arreglé la mochila y me fui a la cama sobre las 23:00, pero no pude pegar ojo, estaba muy nerviosa por ir al colegio y encontrarme con mis compañeros de siempre.

Me quedé pensando en lo bien que nos lo pasamos mis amigas y yo durante todo el verano, yendo a la playa y a bailar. Nos lo pasamos tan bien en las vacaciones, que no queríamos volver al colegio. Eran las 1:00 y todavía no había conseguido dormir nada, así que intenté olvidarme de las vacaciones por un rato para poder dormir.

A la mañana siguiente, sonó la alarma y me levanté cinco minutos después. Eran las 8:05 y estaba nerviosa por volver a clase.

-En fin, este año será más difícil, puesto que es el último año.

Desayuné y me dirigía al colegio. Eran las 8:45 cuando me encuentro a mi mejor amiga, ella también iba con sus hermanos y su madre. Mi madre y yo decidimos irnos al colegio con ellas. Por el camino comentábamos lo bien que nos lo pasamos en el verano y de repente escuchamos la sirena, vaya, se había pasado el tiempo muy rápido.

Eran las 9:00 y estábamos en la puerta del colegio, nos despedimos de nuestras madres y nos fuimos a la clase. Legamos 2 minutos tarde, pero no había casi nadie todavía, ya que el primer día siempre suelen llegar hasta 10 minutos tarde. Primero entró mi mejor amiga Mayka, y después entré yo a la clase fijándome en que habían pocas personas.

Pero algo raro sucedió dentro de mí, estaba más nerviosa que nunca al ver a un chico nuevo en la clase, (al menos para nosotras era nuevo, pues no lo habíamos visto antes. Al parecer, años anteriores estuvo en la clase de al lado, pero nosotras no conocíamos a casi nadie de la clase de al lado, así que era nuevo).

Estaba sentado en la tercera fila de la 3 columna de la clase. Nosotras nos sentamos en la misma fila pero en la columna de la izquierda, pegando a la ventana. Eran las 9:05 y ya había entrado el resto de la clase y la profesora.

Nos dijo como iba a ser este curso y los profesores nuevos que íbamos a tener, o al menos eso es lo que Mayka me contó, porque yo estuve toda esa hora pendiente del chico nuevo, era guapo y tenía el pelo largo, que fue lo que más me llamó la atención. El chico parecía atender a la profesora, pero hubo un minuto en el que se dió cuenta de que lo estaba mirando.

Él me miró y sonrió amablemente, yo me puse como un tomate y muy nerviosa, así que desvié la mirada y miré por la ventana. Cuando ya me volví a tranquilizar, lo miré de reojo y me di cuenta de que me estaba mirando con una sonrisa en la cara, yo lo miré, le sonreí y seguí mirando al patio por la ventana. No entendía como ese chico era capaz de ponerme tan nerviosa.

Toca la sirena, son las 10:00, para mí, la hora se pasó volando y la profesora nos puso el horario en la pizarra para que lo copiáramos. Esta hora ya si atendí, cogí un bolígrafo y una libreta y copié el horario. Me fijé en la libreta de Mayka, había copiado los nombres de los profesores junto con la asignatura que nos daría, me sonaban algunos nombres, y yo también copié.

Después la profesora se puso a explicar el método de calificación que usarían este año todos los profesores y los materiales que necesitaríamos, por lo cual, lo apunté para acordarme y darle la lista de materiales a mis padres. Esto nos llevó toda la hora, tocó la sirena, las 11:00 hora del recreo. La profesora nos dió permiso para ir al recreo, recogimos lo más rápido posible y salimos al patio. En el patio nos juntábamos Mayka, su hermana pequeña Paula, otra chica que solo se venía con nosotras 2 o 3 días y yo.

En el patio comimos rápido y nos pusimos a bailar las canciones del verano. Como casi nadie nos miraba fijamente, podíamos ser nosotras mismas. Así nos lo pasábamos super bien todos los días desde hace 2 o 3 años. Tocó la sirena y nos pusimos en la fila para esperar al profesor. Paula ya se fue para su clase y nosotras nos pusimos detrás del chico nuevo a esperar al profesor de educación física.

Cuando llegó nos dijo que tendríamos en esa hora juego libre (para quienes no sepan lo que es, es que puedes elegir a lo que quieres jugar con los materiales que tienen allí) y a la hora siguiente nos iríamos a la clase y nos explicaría como nos evaluaría. Mayka y yo nos juntamos con un grupillo en el que iban a jugar a la cuerda y el chico nuevo estaba en otro grupo jugando al fútbol. De vez en cuando le miraba y él a mí no y otras veces era al revés, aunque hubieron dos veces que al mirarle, también me miró. La primera, volteó la cabeza enseguida, ya que la pelota se dirigía hacia él, y la segunda vez no sé cuánto tiempo nos quedamos atontados mirándonos, hasta que me llamaron por tercera vez y ya reaccioné, me tocaba saltar y ni me había enterado.

A la siguiente hora estuvimos en la clase y el profesor pasó lista, por fin pude saber cómo se llamaba el chico nuevo. Se llama Miguel Ángel Lorca, aunque todos le llamaban por su apellido y no sé por qué, supongo que le gustará que le digan así.

El resto de la mañana me la pasé atendiendo para que no me llamaran la atención por estar mirándole de vez en cuando. A veces nos cruzábamos miradas y estábamos 2 o 3 segundos empanados y volvíamos a atender.

Al salir de clase, nuestras madres estaban cerca de la suya, así que lo pude volver a ver. Después me fui a casa con Mayka y no lo vi hasta el siguiente día.

Amor o amistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora