La chica de mi hermano. (Chris Pine, Armie Hammer Y Tú)

Capítulo 15

Algo en mi me estaba haciendo sentir extraña, una corriente en mis mejillas, pensar en Armie me ponía de nervios, no quería, me niego a sentir algo por el hermano del chico que rompió mi corazón, que me ilusionó.

Dejé mis pensamientos para tomar una ducha y relajarme un poco.
Al salir, tomé mi bata y la amarre en mi cintura, salí con una toalla amarrada en mi cabeza para que mi cabello se secara, cuando escuche que mi celular sonó.

Armie: espero que haya sido una noche buena.

Yo: y que lo digas.

Armie: que tengas buena noche, nos vemos mañana😀

Mi sonrisa estaba de oreja a oreja, no me esperaba un mensaje de él. Y claramente quería que volviéramos a salir, ¿qué estaba pasando? Esto no es para nada normal.

*****
-Cuentanos que paso.- hizo puchero Sam.

-Nada fuera de lo normal, cenamos y me dio una vuelta en su moto.- conteste recordando todo rápidamente.

-Sabia que un tipo como él debía tener una moto.- para Sam un chico que le parecía serio o rudo debía tener una moto, eso no era lógico.

-¿Hubo beso?.- ahora cuestiono Mariana.

-No.- mis mejillas comenzaron a ponerse un tanto rozadas por la vergüenza, ni siquiera me había besado y ya estaba roja como un tomate.

-¿Cuanto apuestas que la besa en la tercera cita?.- Sam tan oportuna.

-Yo digo que en la segunda.- Y Mariana tan apresurada.

-Estoy aquí.- dije meneando mi mano, parecía que me habían ignorado mientras apostaban cuando me besaría.

Y no es que no quisiera, es que era extraño, me besé con su hermano.  Pero que tonterías estoy diciendo ni siquiera debería de pensar en un beso con Armie.

Siguieron hablando sobre la apuesta, quien ganará aparte de obtener dinero, no haría nada en casa, lo haría la que perdiera, una semana entera.

-Debemos ir a surtir chicas.- hablé.

-Vamos.- Sam tomó las llaves de su auto y corrió sin pensar hacía el auto.

Como era costumbre ibamos las tres, ya que no a todas nos gustaban las mismas cosas que a la otra, si sólo una surtía al supermercado era una pelea eterna.

Una vez en dicho lugar, llevábamos nuestro carrito de mandado con demasiadas cosas.

-¿Ese no es Chris?.

Mierda lo que me faltaba.

Dudé si voltear a la dirección donde Sam apuntaba con su discreta mirada al chico, pero así sin más lo hice, me miró por unos instantes, en su mirada había arrepentimiento, no quise mirarle más de la cuenta, sentía en mi estómago una punzada de coraje.

Mi celular comenzó a sonar, al mirar la pantalla sin pensarlo una sonrisa se dibujo en mi rostro.

-Romeo buscando a Julieta.- Sam siempre tan linda.

-Hola.- Contesté.

-Hola, ¿Cómo estas?.- su voz era tranquila, pero grave.

-Muy bien y ¿tu?.- seguimos andando en el local

-También, ¿crees que podamos salir de nuevo?.- el chico iba directo y sin escalas.

Iba a contestar cuando una mano tomó mi muñeca e hizo girarme para ver a la persona.

-Necesito hablar contigo.- frunci el ceño y al otro lado del teléfono Armie aún esperaba mi respuesta.