Carta 10

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Razón#9: Mamitis aguda.

Trastorno bipolar.

Un par de cartas atrás te mencioné este pequeño detalle de tu padre y no, no te preocupes, no es hereditario. Simplemente fue algo que salió mal conmigo, con mi fabricación a como diría mi madre. Fue a los veintidós años que lo descubrimos, luego de haber golpeado mi puño contra la pared un sin número de veces y de haber visitado a un psicólogo. Nunca quise decirle, tampoco quería demostrar que algo dentro de mi cambiaba constantemente, no quería que viera mis malos momentos e intentara hacer algo porque sabía que iba a doler, a mí ya me dolía.

Eramos ella y yo, madre e hijo, dos contra el mundo y dos personas que intentaban ayudar a uno mismo. Ella sabía como controlarme, sabía que decirme para volver a la normalidad y del cómo podía defender a tu madre en caso de que yo me descontrolara.

Pensé que iba a ser fácil, ¿cómo iba a lastimar a alguien a la que tanto amaba? estaba seguro que los medicamentos me iba a ayudar, entonces los miedos aumentaron y las dosis de pastillas también. Fui perdiendo mi dinero, tu abuela me controlaba y me llevaba a todos lados para mantenerme seguro y continué viéndolo patetico, hasta que un día quise lastimarla sin que ella lo notaba y entonces colapse, no podía seguir solo contra esta enfermedad. Necesitaba a mi madre, a mi consejera, la mujer que me dió la vida, pero mi niña, una vez más te pido que no la culpes a ella, todo fue por mi silencio. 

Atentamente, papá. 


Atentamente, papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora