Leo se acercó a mi, me agarró de la cintura y me dijo al oído te quiero, un te quiero dulce que jamás nadie me había dicho. Me tapó la boca con un dedo y suavemente se acercó a mis labios.
- ¡Emily!- reconocí la voz de mi madre y me di cuenta de que sólo era las 7.30 de la mañana. Me arrepentí haberme levantado antes de que Leo me diera un beso.
Desayune con mi hermano en la mesa del salón y empezamos a discutir, como siempre. Recordé que hoy venia Leo a mi casa. Me sentía atemorizada y nerviosa de tener a un chico en mi casa, en mi habitación, en mi cama...
Me vestí rápidamente y me dirigí al instituto, desconectada del mundo con mis auriculares y mi música a todo volumen. Solo había música romántica en mi móvil, lo peor que podía escuchar en esos momentos. Me dieron ganas de tirar el móvil lejos, lejos de mi entorno. Y empecé a hablar sola en la calle, un vecino me vio y me miró mal, creyendo que estaba loca o algo por el estilo... A lo mejor podría ser verdad lo que quería insinuar ese maldito vecino.
Saludé a mi mejor amiga e intenté buscar a Leo con la mirada por el instituto pero ni rastro de él. Mire mi móvil y descubrí un mensaje de Leo diciendo:
Emily no podre ir a tu casa, estoy en el hospital.
Me asusté al leer la palabra hospital. Hospital hospital hospital, repetía mi mente. No puede prestar atención a las clases, solo en Leo y en el hospital.
Me dirigí a mi casa y me encerre en mi habitación. Las lágrimas empezaron a caer de los ojos una y otra vez. Me sentía asustada, atemorizada, nerviosa, pensativa, negativa... No parecía la chica que todo el mundo piensa: rara, sin sentimientos, una muñeca sin corazón... Pero realmente tenia más sentimientos que nadie en este mundo. Me terminé por dormir con un pañuelo en la mano y lágrimas en los ojos.
A la mañana siguiente no fui al instituto, me quedé en mi cama, haciéndome pasar por enferma.
-¡Por fin sabado! - dije saltando de la cama a las 9.00 de la mañana
Me dirigí a la cocina, abrí la despensa y no encontré nada que me gustase para desayunar.
- Emily- dijo mi madre.
- Que quieres mamá.
- Baja a comprar pan para tu hermano y para ti.- Me di cuenta de que no era una pregunta. Afirme con la cabeza y baje las escaleras de mi casa como si me costará la vida en ello y las subí gateando para tardar el tiempo máximo. Comimos pan con mantequilla caliente. Después de desayunar me fui a mi habitación a estudiar para los 2 examen de lengua y de matemáticas que tendría el lunes.
Mire el móvil por si encontraría algún mensaje de Leo pero... no había nada, no habían señales de vida. A si que me acosté a las 7 de la tarde para no pensar en el, en la obsesión que sentía por él.
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El Amor Es Para Tontos
Mystery / ThrillerEmily de tan sólo 16 años, vive en Southport, un pequeño pueblo de Inglaterra. Es una chica insegura que no cree en el amor hasta que ese día, el día de San Valentín, encuentra a una persona que le cambia la vida. Vivirá trágicos momentos, momentos...