CAPÍTULO 4; "Un dia para odiar"

61 0 0
                                    

Decidí coger el camino más largo para llegar a mi casa. No quería ver a mi futura madrastra. Me preocupaba que a mi madre le afectara el casamiento de mi padre, ya que todavía no lo había olvidado. Subí las escaleras esperando que mi padre ya se hubiera marchado, pero como nunca tengo suerte, estaba allí sentado en el sillón esperándome.

-¿Que quieres papa?- dije medio ignorandolo.

-Lo siento mucho Emily, pero yo amo a Ángela.

-Vale papa, ¡¿algo más?!- me puse furiosa y me fui a mi habitación ya que seguramente no me habría contestado.

Puse la música alta. Me sentí estúpida porque yo había echado de menos a mi padre todos estos años y él solo gozando la vida sin nosotros. Me sentía muy mal y me di cuenta de todos los minutos de mi vida que había perdido pensando en mi padre, en historias que me gustaría vivir cuando volviera y ahora no tengo ganas ni de mirarlo a la cara.

-¿Puedo entrar?- dijo mi madre con su voz dulce e irresistible. Entró sin que le dijera nada.

-Hija, que se no te ha gustado nada esta noticia pero debes comprender que es tu padre, tienes que quererlo por las cosas malas y buenas que haga porque nunca, nunca, nunca volverás a tener un padre-hizo una pausa y siguio- la boda es dentro de 2 días y te quiero ver con una sonrisa de oreja a oreja en la boda, a si que vete mentalizadote porque te quedan 2 días-.

Las palabras de mi padre me hicieron pensar.

-Bueno vale, iré a la boda, solo con una condición- seguí hablando para que no me cortara la frase- hoy vamos de compras.

-Claro que sí- se le iluminó la cara al ver que asistiría a la boda con ella.

La comida estaba en la mesa

-Mmm... salchichas con patatas- dijo la odiosa Ángela.

Empezamos a comer sin decir ni una palabra, yo solo miraba el plato y miraba a ángela, miraba el plato y miraba a ángela, miraba el plato y miraba a ángela, así todo el rato.

-Emily, ¿estas lista?- dijo mi madre.

-Si mama- salí corriendo hasta la puerta.

-¿A donde se supone que van?- dijo mi padre extrañado

-A comprar papa.

Me subí en el coche y mi madre y yo empezamos a cantar con la música a tope, quien nos viera desde la calle creería que estábamos locas.

-Me he enamorado de este vestido mama

-Me encanta- dijo mi madre mirando el precio- pero el precio no me convence mucho ¡me parece muy barato! Necesitamos algo que llame la atención.

Sonreí al ver que a mi madre diciendo esa frase.

-¿Y esta?- dijo con los ojos brillando a causa del traje

-Ese me convence bastante y el precio es razonablemente caro, vamos a probartelo.

Cuando me vi el traje puesto supe que era el indicado, el perfecto. A mi madre le salió una gran sonrisa al verme tan guapa con aquel foco apuntándome en el probador.

-Pues ya está, si te gusta, te compro este, ¿si?

-Gracias mama- la abrace fuertemente.

-135'95 señora- dijo el dependiente, me imagino como se siente mi madre cuando le dicen señora, es sinónimo de vieja y no es que sienta muy bien que te lo digan.

Nos montamos en el coche repitiendo la escena de hace 2 horas cuando veníamos en el coche hacia el centro comercial.

Gracias a Dios que mi padre ya se había ido de mi casa, me intimidaba mucho.

De repente oigo el teléfono.

-¡Leo! ¿Donde estabas?

-En el hospital, a mi madre le han atropellado.

-¡MADRE MÍA! Pobresita, ¿que le ha pasado?

-Iba...iba... caminando por la acera hablando conmigo por teléfono y... cruzó la calle- dijo casi sin poder hablar- escuché como gritaba y escuché el freno del coche, "llama a una ambulancia" dijo el conductor del vehículo, me asusté mucho... tanto que fui corriendo al hospital pero ya está bien, solo tiene que estar 3 días más en el hospital y ya le dan el alta.

-Vaya... cuanto lo siento Leo.

-Gracias, me tengo que ir a ver a mi madre, hasta mañana Emily.

-El día podía haberme traído más malas noticias, han sido horribles- me dije a mi misma.

Me puse en el lugar de Leo, en cómo se puede sentir al descubir que a su madre la han atropellado, si a mi me pasara eso, incluso si mi madre muriese yo no sería nada, ella es digamos que mi segunda mejor amiga después de Nati, le cuento todo lo que me pasa. Nunca me avergüenzo porque ella me entiende pero... no me puedo ni imaginar como tiene que ser una vida sin una madre que te cuide, que te compre ropa, que te de consejos, que te prepare la comida. Estuve reflexionando mucho toda la noche hasta que al fin me quede dormida.

El Amor Es Para TontosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora