PART1: 01110011 01100101 01100011 01110101 01100101 01110011 01110100 01110010 01100001 01110010
HYUNGWON
Iba en el coche de mis padres, el último modelo del mercado en 2010. Yo jugaba con mi cochecito tapizado de color negro mientras podía escuchar cómo mis padres discutían sobre su empresa. No hacía demasiado caso ya que estaba más ocupado observando uno de mis miles de regalos por mi décimo cumpleaños.
Llegamos al restaurante en donde sería la cena. Mis padres son unos jefes de una de las empresas más importantes de toda Corea. Nos habían invitado a una típica cena de empresarios famosos y sumamente ricos. Bajé del coche y unos flashes me nublaron los ojos, mi guardaespaldas, me agarró de mi pequeña mano y entramos juntos. Con Rob me sentía protegido. Al entrar, personas vestidas con esmoquin y trajes pegados al cuerpo nos recibieron con un fuerte y estruendoso aplauso.
Rob me dejó en donde estaban los demás niños. Yo, algo tímido, decidí jugar solo en una esquina con mi gran coche negro. Nadie me hablaba ni yo a ellos, todo estaba en paz. A los minutos, nos llamaron para ir a comer con cada familia. Me acerqué a la mesa de mis padres pero ellos no se percataron, me senté con ayuda de Rob y dejé mis pequeñas manos reposar en la mesa. Esto no es lo que había planeado para mi cumpleaños pero no me podía rechistar. Los camareros comenzaron a servir diversos platos. Rob, me puso espaguetis a la boloñesa en mi diminuto plato de porcelana blanca. Le agradecí por lo bajo y empecé a comer.
Todo estaba yendo tranquilo, cuando dos hombres encapuchados entraron por el recibidor. Comenzaron a gritar y a dar órdenes de que les demos todo lo que teníamos. Asustado, lancé lo único que tenía, mi preciado coche negro nuevo. Me arrepentí a los segundos ya que, uno de ellos se acercó a mi regalo nuevo, soltó una risa mirándome y lo pisó. Rob estaba detrás de mi, agarrándome la cintura para que no hiciera más movimientos mientras que los otros empresarios daban sus carteras y móviles.
Uno de los dos hombres, antes de salir con todo lo robado, comienza a disparar a una de la mesas que estaban al lado de la nuestra, a los anfitriones de la cena. Cerré los ojos fuerte y Rob, me agachó rápidamente, solo escuchaba gritos y podía notar gotas salpicando a mi cara. A los segundos abrí lentamente mis ojos llorosos, pudiendo observar que mi ropa, manos y cara estaban salpicadas de sangre, una sangre rojiza que no era mía. Giré mi vista hacia la familia de empresarios que teníamos al lado y un grito se me escapó de mis labios. Los hijos de esta estaban tirados por el suelo desangrándose y sus padres tenían un tiro en la cabeza.
Pude notar el agarre tembloroso de mi madre en mi brazo y cómo me movía para que mirara para ella, pero era imposible. No podía apartar la mirada de esa familia.
- ¿Y si se lo merecían?. Yo no sabía nada de ellos, los atracadores lo podían haber hecho porque esa familia les hizo algo anteriormente.
- Hyungwon, ya hemos hablado de eso. Los atracadores sólo querían que se dieran prisa por si les capturaban. ¿No puedes entenderlo?
- Claro que no, tú no viste los ojos de aquellos hombres, se les podía notar rabia y dolor. No viste nada, ¿por qué das por hecho algo que no sabes?
- Doy por hecho lo lógico... Creo que por hoy es suficiente, la semana que viene a las 5 y media de la tarde...- le interrumpí, este señor me tenía harto.
- Tranquilo, no voy a necesitar más de sus servicios. Que tenga linda tarde.
Susurré lo último levantándome del sofá malhumorado para salir luego por la gran puerta de madera. Rob estaba esperándome fuera, al verme, abre el coche para acto seguido yo sentarme y dar un pequeño suspiro.