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HYUNGWON

El día de ayer fue demasiado loco. Después de las palabras tan extrañas de Hoseok hacia mi pude estabilizarle e indicarle que vaya por el coche mientras yo hacía las maletas. Me encontraba muy mareado por todo lo que estaba pasando pero pude hacer las maletas en un tiempo récord. Al bajar con estas, me encontré a Namjoon en el suelo del hall. Le dediqué una mirada de asco y corrí hacia la salida del hotel.

Al entrar al coche pude observar en el mal estado que se encontraba mi guarda espaldas. No podía dejar que conduciera así, no quiero que nos pase nada. Yo tampoco me encontraba bien pero sé que podía hacerlo.

- Hoseok, déjame conducir a mi. - susurré  acariciando su mano aún ensangrentada. Escuché un gruñido de su parte y se baja del coche. Antes de hacerlo yo también, le dejo en el compartimento del coche gasas, agua oxigenada y algunas pastillas.

- ¿A dónde vamos? - vuelvo a susurrar girando la mirada hacia el copiloto: dónde se encontraba ahora Hoseok. Este observaba sus heridas en los puños y como brotaba sangre de estos.

- Sigue conduciendo hacía las afueras.- me contesta con voz dura y decidida sin dejar de mirar a sus puños. Frunzo ligeramente el ceño.

- ¿Sabes a dónde tenemos que ir? - paso la lengua por mis labios dudando por unos segundos.

- ¿Tú eres gilipollas? ¡Claramente lo sé! Tu sólo sigue mis indicaciones.- veo por el espejo como se hace un poco bolita en el mismo asiento. Suelto una pequeña risa negando, no me puedo creer todo lo que está pasando- ¿Y ahora de qué te ríes, imbécil?

- No entiendo por qué hiciste todo esto. - murmuro negando un par de veces más. - es decir, entiendo que me debas proteger pero...

- ¿Pero qué? Te drogó y no sé si te tocó...- noto como intenta calmarse y decide agarrar mi muslo derecho, apretando este con fuerza- Y prefiero matarlo antes que seguir comiéndome la cabeza con esa estupida pregunta.

- Lo siento si te molestó que hablara con él. No sabía que era peligroso...- digo en tono de culpa. La verdad es que lo sentía ya que nos puse en peligro: soy un idiota, me merecía todo castigo posible.

- Te di las indicaciones y reglas claras. Y tú vas, cómo un mocoso y un niño consentido y no me haces caso. Haces lo que quieras a tu antojo, sin importar nada. ¿Sabes el peligro que corriste? ¿Sabes el peligro que llevas a las espaldas? - asiento varias veces ante sus palabras notando la vista algo borrosa debido a las lágrimas que se aproximan- Ese chico trabajaba para el tío que quiere matarte.

- ¿Q-qué estas diciendo? - digo en un hilo de voz observando como Hoseok mira su móvil. Noto como mi cuerpo comienza a temblar un poco debido a lo que acaba de decirme.

- Su plan era drogarte, llevarte con él y darte al jefe.- se relame los labios diciendolo como si de una lista de la compra se tratara. Guarda el móvil en su bolsillo izquierdo para volver la vista a mi. Algunas lágrimas ya habían caído y estaban mojando mis mejillas rojas. Hoseok acerca el pulgar y las limpia- No lo voy a permitir, deja de lloriquear cómo un niño estupido.

- Lo sé.- suelto un suspiro intentando no romperme a llorar y asiento varias veces. Hoseok baja su pulgar hacia mis labios. En un acto reflejo decido besar su dedo: creo que es lo único que puedo hacer para darle las gracias y hacerme sentir mejor conmigo mismo.

- Iremos a Cheongju, a un motel hasta que den mas indicaciones y hazme un favor esta vez- hace una pequeña pausa introduciendo su dedo en mi boca. Este rozaba con la punta de mi lengua.- Ni puto salgas de la habitación, y si quieres salir, será conmigo. Sólo conmigo, repítelo.

- Sólo contigo... Hoseok. - susurro en un hilo de voz mirándole por el espejo. Veo cómo sonríe de lado ante mi respuesta y por alguna razón me puso de buen humor. Tiene una sonrisa muy bonita y casi nunca suelo verla.

- Y ahora gira a la izquierda. - vuelve su cara seria y sus manos a los bolsillos de su chaqueta.

No conseguí dormir mucho. No podía dejar de pensar en el camarero, en lo que me hizo. Me hacia sentir muy mal. Me sentía estupido por dejar que me utilizara con absurdas palabras y buenos modales. También no paraba de pensar en la sangre que está siendo derramada por Hoseok. En cambio, este dormía cual oso al lado mío: como si nada hubiera pasado. Durante la noche me giraba para observar su cara tranquila al dormir pero como si lo notara, se giraba.

Al día siguiente me desperté al escuchar la voz ronca de Hoseok hablar por teléfono.

- ¿A dónde quieres que le lleve?... ¿Por qué?... Está bien... El distrito 22... Recuerdo que Jimin-ah y I.M se encuentran por ahí...Contactaré con ellos... Adiós jefe.

Notó mi mirada clavada en su espalda y se dio la vuelta sin levantarse de la cama. Decido acercarme a él acostándome en su almohada. Esta olía al perfume de Hoseok. Creo que ningún hombre huele tan varonil cómo él. Sigo mateniendo contacto visual con él hasta que decide hablar para explicarme la siguiente parada.

- Nos vamos a Daejeon, unos antiguos compañeros míos nos estarán esperando.- dice con su voz ronca. Se apoya de nuevo en la cama aplastándome un poco. Se gira para mirarme, volviamos a estar a milímetros y yo solo quería volver a besarle de nuevo. Quería sentir sus labios en los míos, era como una especie de tentación: una mala tentación.

- ¿Tengo que besarte yo siempre? - me dijo antes de juntar nuestros labios de una manera brusca.

———

¡Buenas!

Siento si ha sido corto pero es muy importante lo que dicen en este capitulo y en el anterior: ténganlo en cuenta ¡!

Buen día!!

Distrito Gangnam-gu || HyungwonhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora