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HYUNGWON

Las rodillas comenzaban a dolerme. Digamos que estar detrás de un asiento en forma de recién nacido no era muy cómodo, pero tenía una razón para estarlo. Hoseok, esa es la razón. Si hago el mínimo movimiento o mi corazón se acelera más de lo normal puedo morir.

Me adentré en su coche porque necesitaba salir de la casa y tomar aire. También tenía curiosidad de saber quién es el jefe del distrito 6, el distrito de Seocho-gu. Pero escuché el nombre que menos esperaría que lo fuera. Juraría que mi cara cambió en microsegundos.

- En 10 minutos estoy allí, Kihyun. - dijo Hoseok al entrar al coche y cerrar la puerta. Fui algo más listo y dejé la mía algo abierta, para que al salir, no hacer ruido abriéndola.

Existen miles de Kihyun's en Corea: ¿por qué debería ser el mío?. Es imposible. Aparte, no conozco este mundo de distritos pero... Hoseok tiene un mote, es Wonho. ¿Quién sería tan tonto para utilizar su nombre real? Kihyun es muy listo, él no diría su nombre al libre albedrío. Kihyun no tendría tampoco porque meterse en el tema de drogas y estafas.

Estoy dando excusas tan altas que no escucho las palpitaciones del dolor que me causa estar en esta posición. Ahogo un suspiro que se iba a escapar por mis labios y sólo rezo porque Hoseok se de prisa y llegar lo más pronto posible. No creo aguantar mucho en esta posición.

Comenzamos a avanzar por un terreno la mar de pedreoso, lo podía notar debido a como se movía el coche. Gracias al ruido que producían las piedras al chocar con las ruedas, consigo moverme un poco. Una sonrisa se forma en mis labios carnosos al cambiar de posición, creo que soy la persona más cómoda ahora mismo.

Sin previo aviso, Hoseok para el coche y se baja bruscamente de este, dejando las llaves puestas. Espero un par de segundos antes de moverme y asomarme para ver por los cristales. Estábamos en mitad de una calle con un par de edificios viejos y abandonados. La duda se me presentó: ¿salir o no salir?. Bueno, contando que casi me pillan por venir, ahora no me puedo echar atrás. Tomaré algunas bocanadas de aire y entraré de nuevo.

Me dispuse a salir de mi escondite con cuidado. Puse los pies en el frío y húmedo suelo de la calle. Solté un suspiro cerrando los ojos y estirándome. Juro que escuché como todos mis huesos hacían ruidos extraños. Abrí los ojos y un grito se escapa de mis labios, Hoseok estaba enfrente de mi con el ceño bastante fruncido, daba miedo.

- ¿Qué cojones haces aquí?. - dice con voz ronca. Rápidamente mis delgadas piernas comienzan a temblar y en un acto reflejo me pego algo fuerte contra el coche. Mi espalda choca con la ventana mojada y un frío me recorre todos los huesos de la columna vertebral.

- Y-yo... s-solo quería d-dar una... vuelta.- digo tartamudeando ya que cada vez se iba acercando más a mi. Desvío la mirada a su cuello, dónde podía ver como su vena se hinchaba cada vez más. Con su mano derecha da un manotazo en la ventana, poniendo sus dedos a centímetros de mi cuello. Trago saliva observando su brazo y luego a él, varias veces.

- Maldito mocoso... ¿no te han enseñado a respetar a tus may-

- Ya Wonho, déjale en paz. - murmuraron detrás de él. En un acto reflejo puse mi mano encima de la de él debido a que la voz me asustó. Quito la mano rápidamente avergonzándome al instante y Hoseok se da la vuelta para mirar al dueño de aquella voz familiar.

Decido ponerme al lado de Hoseok sin apartar la mirada del dueño de la voz. Kihyun estaba a un par de metros de nosotros. Tragué saliva. Mi corazón decía de correr a abrazarlo y achucharlo entre mis delgados brazos pero la poca cordura que me quedaba me frenaba totalmente. No sé quién es él ahora. No sé si ha estado fingiendo todo este tiempo a mi lado. Pretendiendo ser alguien que no era. Pretendiendo ser mi único amigo.

Distrito Gangnam-gu || HyungwonhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora