Descansa, querida mía

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—Y en esta foto estamos cortando la tarta. —Steve le mostró la enésima instantánea de su boda a Peggy. En su defensa, había sido ella la que había exigido saber todos los detalles; él se estaba limitando a complacerla.

Peggy examinó la foto con atención, como había hecho con las anteriores, y eso que ya había visto algunas puesto que Bucky y Natasha habían ido a visitarla hacía unos días, mientras Tony y Steve estaban en París.

—Entonces Anthony se comportó como tocaba, ¿no? —preguntó ella.

—Pues claro que sí —afirmó Tony—. Desde luego, no sé qué he hecho para que tengáis tan mala opinión de mí —resopló ofendido.

—No te preguntes nada de lo que no quieras saber la respuesta —rio ella. Estaba de muy buen humor y se la veía con energías renovadas, advirtió Steve. En algunos aspectos (más allá del físico, claro estaba) era una mujer distinta, pero en muchos otros era tal cual la recordaba, y conversar con ella siempre le hacía rememorar los buenos tiempos que pasaron juntos.

—Se portó bastante bien —corroboró Steve.

—¿Bastante? ¿Cómo que bastante? ¿Ahora me dirás que tienes alguna queja?

—Casi la lías en tus votos, acuérdate.

—Es verdad... Pero es que estabas tan guapo que no pude evitar empezar a pensar ya en la noche de bodas —admitió Tony.

—Sí, puedo entender eso —convino Steve, con la vista clavada en la boca de su marido.

Peggy carraspeó.

—¿Chicos? ¿Os habéis olvidado de mí?

Steve desvió la mirada, avergonzado. Desgraciadamente (o más bien afortunadamente), eso tendía a pasar.

—Perdona, Peggy, a veces se nos va el santo al cielo.

—Yo también sé lo que es estar recién casada, no te preocupes —sonrió con ternura—. ¿Cuál fue vuestra canción para el primer baile?

Endless Love —le respondió Steve, recordando el momento. Peggy asintió con aprobación—. Pero antes de eso Tony se subió a un escenario y me dedicó una canción. ¡Cantó Barry White! ¡Tendrías que haberlo visto bailar!

—Me acuerdo de que tu madre siempre me dijo que tenías una voz maravillosa, Anthony, y lo mucho que le gustaba cuando cantabas para ella —dijo Peggy—. Creo que se alegraría mucho de saber que ahora tienes a alguien con quien poder compartir algo tan especial.

—Sí, quiero pensar eso —contestó Tony con añoranza. Steve le estrechó la mano.

El teléfono de Tony vibró en su bolsillo.

—Ah, perdonad, es del trabajo. Enseguida vuelvo —dijo tras mirar fugazmente la pantalla. Se puso en pie y salió al pasillo para hablar; Steve le siguió con la mirada hasta que estuvo fuera del alcance de su vista.

—Te favorece la vida de casado —señaló Peggy, que a su vez miraba a Steve mirar a Tony.

—Bueno, acabamos de volver de la luna de miel, supongo que es normal eso de estar todavía en una nube. —Se rascó el mentón, avergonzado de nuevo. Dejó el móvil sobre la mesilla; ya seguirían viendo fotos cuando Tony acabara con su llamada.

—Es una época muy bonita —estuvo de acuerdo ella—. Lo más importante es que tengáis confianza plena el uno en el otro y que os mantengáis unidos en los momentos más difíciles, ¿me oyes? Son esos momentos cuando tener unos buenos cimientos lo es todo.

[Avengers Fic Stony]  Universos InfinitosWhere stories live. Discover now