"Y un día, sin planearlo, llega alguien a tu vida que cura tus alas rotas y cicatriza tus heridas, te sostiene suavemente, y entonces, te atreves a levantar los pies del suelo y sientes que puedes volar otra vez, aunque hayas caído en el abismo oscu...
9:27 A.M. marcaba el reloj que decoraba un pequeño mueble cuando Justin abrió los ojos, miró a su lado y se encontró nada más y nada menos que a Ariana durmiendo profundamente mientras respiraba contra su cuello haciéndole cosquillas, intentó despertarla pero ella sólo se aferró más a él, probó besando su rostro varias veces hasta que logró despertarla de a poco.
—Buenos días—sonrió él.
—Buenos días para ti también, Justin—respondió con sarcasmo, solía despertarse a media mañana en sus días de descanso, detestaba que la despertaran antes. Pasó sus manos por sus ojos tras parpadear un par de veces, y luego se sentó en la cama.
—¿Qué te parece si tenemos un día de mejores amigos?—sugirió.
—¿Y eso lo acabas de inventar?—Ariana rió levantándose de la cama y se puso a buscar una toalla limpia para darse un baño, su cabello lo había lavado el día anterior así que solamente lo recogería para no mojarlo en la ducha.
Justin hizo una mueca.
—De hecho, sí. Pero es buena idea, ¿o no?
—Por supuesto. Primero déjame ducharme.
—Iré a preparar el desayuno mientras—besó su fente y luego se dirigió a la cocina, dejando a Ariana sola en su cuarto.
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Ariana se vistió, conjuntando una minifalda a cuadros con un top bastante simple, que llevaba escrita una de sus frases favoritas.
Salió de su cuarto en busca de Justin, pudo guiarse por el delicioso aroma del desayuno que estaba preparando en la cocina. Moría de hambre, y sin dudas no se lo perdería.
Se sentó en uno de los taburetes que estaban frente a la barra de desayuno, aunque le costó un poco subir debido a su baja estatura, y se dedicó a observar a Justin, quien sacó una bandeja de tostadas del horno para luego dejarlas a un costado, sacó frutas de la nevera y las lavó minuciosamente antes de cortarlas y repartirlas en 2 tazones de vidrio, sirvió en una taza café caliente y espumoso para sí mismo, y en un vaso un delicioso batido de durazno que sólo aumentó el apetito de su mejor amiga.
—Déjame ayudarte—interrumpió ella, bajando del taburete, llevó las tostadas a la barra de mármol e hizo lo mismo con los tazones de frutas. Aunque a Justin le gustara consentirla a Ariana no le gustaba que hagan todo por ella, jamás le gustó, de hecho.
~*
Josh.
La tenue luz del sol que entraba en medio de las cortinas despertó a Tilly, la perra y confidente de Josh. Estiró su lomo al levantarse y tomó su correa con la boca, era hora del paseo y Josh aún no se había despertado, así que ella se dispuso a hacerlo, a su manera.
