Capitulo 17 - Otro hijo?....

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Narra Christopher

Regresamos a la casa siendo muy temprano en la mañana, Dulce no se ha querido despegar de mí ni un segundo, todo el camino de regreso duerme a mi lado y verla así me causa un poco de angustia en mi pecho porque no se parece en nada a la Dulce que es ella, sus labios aún permanecen pálidos y debajo de sus ojos igual, no he querido asustarla con mis preocupaciones pero juro que no soportaría que a Dul le pasara algo, no a ella y sobre todo no ahora que podemos formar la familia que los dos siempre deseamos.
Apenas llegamos apago el carro y lo rodeo para abrir su puerta y tomarla en brazos, apenas y nota el cambio porque sigue durmiendo en mis brazos, como puedo abro la puerta y apenas la cierro veo aparecer a la mamá de Dulce en la cima de las escaleras .

— Menos mal llegaron, esta niña me tenía con el Jesús en la boca, ni siquiera llama para decirme que llegó bien — baja las escaleras rápidamente y se acerca a saludarme.

— Tranquila Blanca todo está bien — le digo no muy convencido .

— Qué van a estar bien las cosas si desde que te fuiste mi niña lo único que hace es llorar, dormir y desmayarse — me suelta así sin ningún tipo de anestesia esa noticia que en realidad tiene cara de reclamo.

— Lo siento — digo apenado con ella por mi comportamiento.

— Ya no importa, mejor dime.... hubo reconciliación? Por eso pasaron la noche juntitos? — sus preguntas me toman por sorpresa y no sé qué decirle, Dulce ya me había advertido de su extrema curiosidad y yo lo único que hice fue reírme.

— Este.... bueno.... — intento hablar torpemente pero apenas y salen balbuceos de mi boca.

— Ya ya me lo has dicho todo, que bien que estén de vuelta — dice sonriendo y viendo de una forma algo extraña.

— Gracias....

— Qué le pasa a mi niña? Sigue sintiéndose mal? — se acerca a su hija y acaricia su cabello de una forma muy maternal.

— Se desmayó cuando llegó a verme y desde entonces ha estado pálida y cansada — el ruido de mi cabeza vuelve a aparecer al recordar todo lo que pasó y cómo está ella ahora.

— Ay no, ojalá y no sea que tenga una de estas enfermedades raras que los médicos no encuentran — su comentario hace que mi corazón se acelere y lata desbocado, lo que menos quiero es eso, Dulce no puede este enferma.....

— Blanca por favor no lo diga ni en broma — le suelto instantáneamente y mi tono de voz se eleva más de lo normal.

— Pero si lo he visto en un programa de televisión — me responde encogiéndose de hombros.

— Dul está bien y no le pasará nada, apenas se despierte la llevaré al médico para que le haga unos exámenes  — camino hacia las escaleras y subo hasta nuestra habitación, la coloco sobre la cama y la cubro esperando que no agarre frío y se enferme.
Siento a Blanca aparecer tras de mí y me pregunta si necesito algo del supermercado porque va a salir , le digo que no y ella me encarga que vigile a los niños, asiento y después que escucho la puerta de la casa cerrarse me dirijo a la habitación de los niños,
Camino hasta sus cunas y esta hermosa sensación al verlos vuelve a aparecer , no saben cuánto los había extrañado y cuánto deseaba tenerlos en mis brazos. Como siempre Alex duerme plácidamente pero este niño hasta dormido es un terremoto, está todo descubierto y atravesado en toda la cuna de una forma poco usual pero con cuidado vuelvo a acomodarlo y a taparlo, beso su frente y ahora camino hacia Emma..... mi hija, es una emoción indescriptible saber que esta pequeña princesa lleva mi sangre y que la mujer que amo sea la madre de estos dos angelitos es la cereza del pastel.
Emma me mira a los ojos, esta despierta y me sonríe estirando sus bracitos hacia mí, me acerco y la tomo en brazos aferrándola a mi , besando su carita, oliéndola, dándole todo el amor que puedo , un amor infinito que nunca tendrá fin..... pone su manita sobre mi cara y yo simplemente me derrito con cada gesto, con cada movimiento, con cada balbuceo que está pequeña hace.
Me voy a sentar en la mecedora cuando siento algunos ruidos de la cuna de Alex, me acerco y veo que ya está despierto así que con mi brazo libre lo saco de ahí y me siento con ellos encima mío, Alex que es un poco más inquieto se mueve mucho intentando erguirse y saltar pero apenas los empiezo a mecer ambos se calman, recuerdo nuestros primeros momentos los tres juntos y como siempre sentí esa conexión tan fuerte que hizo que nos juntáramos.

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