Vidas Cruzadas

Capitulo 24 - Ahora es mi turno amorcito

Narra Dulce

Me estiro en la cama y busco sin resultado a Chris, abro los ojos y me doy cuenta que estoy sola, tomo la sabana y tapo mi cuerpo desnudo cuando me siento en la cama y miro por todas partes. Me levanto y busco en el baño una bata para cubrirme, camino por el pasillo hasta la otra habitación y me encuentro con la escena más tierna de todas, Chris en medio de la cama con Emma sobre él y Alex.... este niño es un terremoto, me río al verlo totalmente de cabeza y con los pies sobre la cara de Christopher, los tres duermen apaciblemente así que decido dejarlos así.
Cierro la puerta de la habitación y camino hasta nuestras maletas, tomo lo necesario y dejo la ropa con que viajaremos sobre la cama, me meto a bañar disfrutando de este tiempo a solas porque desde que esos dos hijos míos aprendieron a caminar no puedo bañarme decentemente.
Salgo del baño y miro el reloj sobre la mesa de noche y respiro aliviada y relajada, al fin una ducha de más de diez minutos, me arreglo con toda la paz del mundo y cuando finalmente estoy lista suena el teléfono de la habitación. Estiro mi mano para alcanzarlo y apenas lo hago la melodiosa voz de mi madre retumba en mis oídos.

— Buenos días recién casada? Qué tal la noche de bodas? Estuvo movidita la cosa ? — ya sabía yo que mi madre iba a salir con algo por el estilo y es que ella nunca se controla y siempre dice lo que piensa.

— Buenos días mamá, claro que estuvo movida ni modo que nos quedáramos rezando por la salvación de tu alma, Blanca de verdad qué preguntas son esas — le respondo de la misma manera que ella lo haría y la escucho reír al otro lado de la línea.

— Ya ya, sólo quería verificar mi amor, todos los estamos esperando para desayunar antes de que se vayan a su luna de miel en la tarde, estamos en la terraza del hotel — mi estómago empieza a sonar y sé que es hora de darle algo de comida.

— Esta bien en un rato nos vemos , despierto a Chris y a los niños y bajamos — termino la llamada y suelto un suspiro, agarro impulso y me levanto, camino hasta la otra habitación y abro las cortinas para que la luz entre, los tres empiezan a moverse y rodeo los ojos al ver cuánto se parecen a su padre — Arriba, es hora de despertar flojitos, Chris mi amor levántate que nos están esperando para desayunar — él solo se queja y refunfuña al igual que Alex, Emma por otra parte abre sus ojitos y mira a todos lados buscándome con la mirada, me acerco a ella y la tomo en brazos, recuesta su cabeza en mi hombro y yo sobo su espalda — Buenos días mi princesa como amaneció la niña más hermosa del mundo?

— Shhh no dejan dormir — abro la boca sorprendida con el descaro de mi marido y lo único que me provoca es echarle un balde de agua fría para que se levante, le jalo el pie y automáticamente se levanta como un resorte — qué qué pasó ? — me río de su reacción y de lo desubicado que está.

— Mi amorcito qué tal dormiste?— le pregunto cuando me acerco a él y rozo sus labios antes de depositar un beso.

— Dul cómo me haces esto?

— Es que no despertabas y nos están esperando para desayunar mi amor, yo ya estoy lista sólo queda que bañes a tus hijos te bañes tú y listo, así que te dejo voy a buscar su ropa — pongo a Emma en sus brazos, beso si cabecita y salgo de la habitación dejándolo a él con la boca abierta.

Tomamos el desayuno en compañía de toda nuestra familia, los veo reír y compartir entre todos dándome el mejor de los espectáculos. Los niños comen su desayuno sobre las piernas de su padre, Alex por supuesto embarrándose las manos con la fruta y Emma comiendo un poco de pan llenando a su padre de migas.
Suspiro y miro la hora en mi celular, cada minuto que pasa es un minuto menos con ellos, lo sé soy una dramática porque sé que me la pasaré genial con Chris visitando cada país planeado para la luna de miel, sé que esto nos lo merecemos y que también tenemos que tener tiempo de calidad para los dos pero soy una mamá acaparadora que quiere tener a sus bebés siempre cerca.