No te rindas

¿Niño o niña?

Lanie entra con un pequeño maletín.

- ¿Mucho trabajo en el laboratorio?- Lanie suspira, ladea la cabeza.

- Ni te lo imaginas tía, voy a revisar a Castle porque me lo has pedido tú pero tengo unas ganas de tomarme un baño y relajarme...

-¡¿Estáis hablando de mí?! ¡Yo también quiero participar!- Lanie y Kate entran a la habitación, Castle está tumbado sin camiseta.

- Hola Lanie, ¿qué te trae por aquí?- Éste se da cuenta de lo que lleva la forense en la mano.

- Kate, estoy bien. ¿No te fías de mí?- Lanie saca varios artilugios de su maletín, observa detenidamente el enorme cardenal de la costilla.

- Esto... No tiene buen aspecto, ¿te duele?- Lanie presiona el sitio magullado, Rick aulla de dolor.

- Lo que yo pensaba, tienes una costilla fracturada. Deberás estar unos días de reposo y te dejaré una crema para evitar la inflamación.

- ¡Pero Lanie, tenemos que preparar nuestra boda! ¡No puedo quedarme aquí de brazos cruzados!- Kate y Lanie se miran sin comprender el comportamiento del escritor.

- Castle, ¡¿de qué narices estás hablando?! La boda ya está más que preparada, lo único que tenemos que hacer es volver a enviar las invitaciones y cambiar la fecha de los billetes del viaje.

- ¿Ah si? Y entonces, ¿a qué estamos esperando?- Beckett le asesta un golpe en la cabeza.

- A que te recuperes, no vamos a celebrar la boda contigo malherido. Muchas gracias por todo Lanie, y por cierto, ¿la despedida en el Spa sigue en pie?

-¡Por supuesto! Podemos ir cuando queramos, conozco a la dueña. Ya hablamos, buenas noches Castle.

- Buenas noche Lanie.- la amiga se marcha, Kate mira a su prometido, verlo ahí, con vida.

-¿Qué? ¿Ocurre algo Beckett?

- Nada, pensaba en nuestro bebé.- Rick le hace un hueco en la cama, Kate apoya su cabeza con cuidado en el pecho de Castle. Adora su aroma, su carácter infantil, sus ojos azules...

- ¿Has pensado en posibles nombres? Porque yo sí.

- Vaya, te veo muy decidido. ¿Sabías que esto pasaría?

-¿El qué? ¿Tu embarazo? Soy inteligente pero no adivino Kate. ¿De cuánto estás?- Castle le levanta la camisa y roza con sus labios el vientre de Kate.

- Un mes. Bueno dime, ¿si es niño?

- Si es niño, Cosmo o Alexander.- Beckett levanta una ceja.

-¿Cosmo? ¿En serio?

- Pues claro, ya te dije que si Alexis hubiese sido niño lo habría llamado así.

- ¿Y si es niña? Sorpréndeme.- Castle sonríe.

- Si es niña... Johanna.

Beckett se levanta y le mira sorprendida, tiene los ojos llorosos. Rick comienza a preocuparse por su expresión.

- ¿He dicho algo malo?

- No, no es eso. No me lo esperaba, ¿estás seguro?

- Pues claro inspectora. Nuestra hija no conocerá a su abuela pero tendrá su nombre, que además es precioso.

Kate cada día está más enamorada del escritor, lo tiene muy claro.

- Eres increíble, y por eso voy a casarme contigo. Por fin podremos tener nuestro final feliz.

- No lo dudes detective.