No te rindas

Y si...

Ya han pasado tres meses, el frío ya está llegando a la ciudad y con él unos pequeños copos de nieve. Una mujer con el pelo castaño recogido en una coleta perfecta observa por el ventanal de su casa.

- Precioso, ¿verdad?- Castle abraza a Kate y le besa dulcemente en el cuello, inspira el aroma a cerezas que tanto le gusta.

- Si... Este frío siempre me hará recordar aquel trágico día.- Beckett suspira, bebe un poco de chocolate caliente.

- Tu madre. Kate, ella está con nosotros. De alguna forma nos protege. Te lo aseguro.

- ¿Lo dices en serio?

- Pues claro, y ahora estará feliz porque  dentro de seis meses tendrá un nieto.

- O nieta.- Rick quiere que sea niño y a Kate sinceramente le da igual; sonríe simplemente porque Castle es el padre.

- Por cierto, ¿cómo está?- Castle apoya sus dos manos en el vientre abultado de su esposa, lo acaricia suavemente.

- De momento se está portando bien.- los dos se quedan en silencio, admirando el hermoso paisaje ahora adornado por una fina capa de nieve.

- Oye Kate, ¿qué te apetece hacer hoy?

- Ya sabes lo que quiero y me lo habeis arrebatado.- Kate se cruza de brazos, camina hacia el sofá y se sienta con torpeza.

- Vamos cielo, no me eches la culpa a mí. Además no sólo fue Gates, también nos lo dijo la matrona. Tu trabajo es peligroso y estás de tres meses.

- Lo sé Castle, y tenéis razón pero adoro mi trabajo. Tú lo sabes mejor que nadie. ¿Qué voy a hacer durante seis  meses?

- ¿Y si reformamos el loft?- Kate le mira con los ojos como platos.

- ¿Reformarlo?

- Claro, tenemos que ir adaptando el loft para evitar cualquier tragedia. Protectores en enchufes, puertas, ya sabes.

-¡Vaya Castle! Entiendes de estas cosas.

- Con Alexis hice lo mismo. Hay que prevenir. Sugiero que comencemos a pintar la habitación de nuestro bebé.

Kate no sabe qué decir, ella es madre primeriza pero tiene la suerte de tener a Rick a su lado. Castle de dirige a su despacho y coge el portátil; hay varias páginas abiertas y todas relacionadas con bebés.

- Cuando no escribía me dedicaba a esto, lo lógico es que seamos los dos los que elijan la decoración y tal.- Castle le pasa el portátil a Beckett, le encanta todo lo que ve pero lo que más le llama la atención es una cuna preciosa de madera con flores talladas a mano.

- Me gusta esta cuna, ¿qué te parece?- Rick se acerca, a él también le llamó la atención.

- Perfecta, ahora tenemos que elegir muebles a juego.

La pareja se tira casi dos horas eligiendo muebles, y pinturas para el cuarto. En ese momento llega Martha.

-¡Buff, qué frío!- Martha se quita los guantes y se frota las manos para entrar en calor.

- Hola chicos, ¿qué estáis haciendo?

- Seleccionando los muebles para la habitación de tu nieto.- Martha mira la pantalla, han elegido bien.

- Hay algo que quiero preguntaros.- Rick y Kate se giran para escuchar a la actriz jubilada.

- ¿Cuándo pensáis casaros? Lo digo porque ya han pasado tres meses y el invierno acecha.

- Madre, Beckett y yo ya hemos hablado de eso. Nos casaremos en primavera; tenemos los Hamptons así que no hay prisa. Primero queremos que nazca el bebé.

- Katherine, el embarazo te sienta genial, ¿estás nerviosa?

- Pues un poco sí, menos mal que tengo a tu hijo. Oye Martha, ¿puedo hablar contigo un momento?- Castle le ayuda a levantarse, ambas se dirigen al despacho.

- ¿Ocurre algo Kate?

- Necesito saber una cosa. ¿Estás enfadada?- La pregunta pilla por sorpresa a Martha.

-¿Enfadada? ¿Yo? ¿Por qué iba a estarlo?

- Pues porque todavía no nos hemos casado, es cierto que debimos hacerlo pero con todo el tema del secuestro y el embarazo...- Martha sonríe y le coge las manos a la inspectora.

- Katherine, no voy a negarte que estoy deseando ver cómo os convertís en marido y mujer. Pero juntos habéis tomado una importante decisión, mi nieto es lo primero.

- O nieta.

- ¿No sabéis que va a ser, verdad?- Kate niega con la cabeza, instintivamente se lleva las manos a su vientre, rápidamente nota unas patadas.

- Lo hace porque escucha tu voz. Y bueno, cuéntame tu experiencia Katherine.

- ¿Mi experiencia? No te entiendo.- Martha le pide que se siente en el sillón de su hijo.

- Tengo entendido que tú no eras una mujer de niños. Tranquila, yo tampoco lo fui; pero cuando me dijeron que estaba embarazada de Richard todo cambió.

- Pues si te soy sincera, cuando me enteré me asusté pero no porque estuviese embarazada sino porque en ese momento no sabía dónde se encontraba Castle. Con él es diferente, me ha apoyado, me ha cuidado desde el primer mes y lo hará hasta el último.

- Me alegra oírte decir eso. Será mejor que salgamos.

Castle está preparando la comida, Kate se sients como puede en la silla, la verdad es que sólo ha engordado cinco kilos y según Rick, no parece que haya engordado.

- Cielo, creo que me voy a echar un rato.- pero Castle le impide el paso.

- No hasta que no comas algo. Después podrás dormir.