III

329 49 5
                                    

No había otra forma de describirlo. La casa Slytherin era deprimente como la mierda. Draco sabía que sería malo —¿Cómo no después de la forma en que todo sucedió?— pero jamás se había imaginado esto. Pensó que habría peleas, insultos, duelos en los pasillos.

Eso podría haberlo manejado.

Podría haber contraatacado, reunido a su casa a su alrededor, sus espíritus elevados mientras trabajaban para defender su honor.

Pero el silencio, la forma en que tres cuartos de la escuela completamente ignoraba la existencia de cualquier estudiante con una corbata verde y plata —él no tenía idea de como luchar contra eso.

Las miradas mortíferas y de desprecio sólo funcionaban cuando las personas te veían.

Inicialmente cuando recibió su carta invitándolo a repetir su séptimo año, no había estado seguro de querer regresar a Hogwarts. Sabía que no sería placentero para él ahora que la verdad sobre su rol como Mortifago fue revelada. Pero su madre estuvo presionándolo para que regresara.

—Debes volver, querido —ella había dicho, su voz baja y urgida.

—Es crucial que completes tu educación. Nos tomara un tiempo reconstruir el nombre de la familia. Hasta que lo hagamos, todas las miradas estaran en ti, Draco. Las personas estarán mirando, esperando que cometas un error. Tendrás que ser mejor que todos solo para ser visto como igual. Si no terminas tus estudios, temo que muchos lo usaran como excusa para impedirte ser contratado, del gobierno y de muchas otras de tus ambiciones.

Mientras el no estaba seguro de aún tener ninguna 'ambición', sabía que su madre estaba en lo cierto. Una buena educación era imperativa si querian tener alguna esperanza de reconstruir el nombre de su familia.

También sabía que no quería regresar.

Suficientemente extraño, fue Potter quien lo convenció de regresar. Draco fue sorprendido cuando sus abogados le informaron que Potter había ofrecido testificar en su favor.

Mientras estaba sentado en la corte viendo a su ex-nemesis dar su testimonio, Draco se sintio extrañamente esperanzado. Si Harry Potter de entre todas las personas podía perdonar sus acciones pasadas, entonces quizás no sería tan malo como temía. Quizás las personas estaban listas para dejar ir viejas rivalidades y misconcepciones, listas para moverse hacía algo mejor.

Pero entonces, sentado en el Gran Salón durante el sorteo, viendo lo ojos de Harfy Potter arder con rabia cada vez que un primer año era sorteado a Slytherin, Draco supo que estuvo equivocado.

Siempre le había molestado, la forma en que la gente igualaba a Slytherin con maldad. Claro que algunos de ellos eran malvados, él era el ejemplo perfecto. Pero la mayoría de ellos no lo eran.

La mayoría de ellos no eran futuros señores tenebrosos o hijos de Mortifagos o nada remotamente siniestro. Eran solamente niños que querían algo para ellos mismos y tenían ideas interesantes de como actuar para conseguirlas.

Él sabía que les gustaba decir. "No hay ningún mago o bruja que se haya vuelto malvado que no haya sido un Slytherin". Pero eso era basura. Él conocía unos cuantos Mortifagos que habían estado en Ravenclaw o Gryffindor e incluso un Hufflepuff.

Extraño como todos se olvidaban de ellos cuando consideraban las características de las casas.

Para hacer el asunto peor, Slytherin estaba tristemente decaído. Muchos estudiantes no habían vuelto, especialmente los mayores. En su año, solamente Blaise, Theodore, Faphne, Millicent y el mismo regresaron.

Y Theodore y Millicent estaban muy deprimidos. Se mantenían cerca del dormitorio, evadiendo conversaciones lo más posible, con sus narices siempre en los libros. Era claro que solo quería terminar con el año y salir de allí.

He Was He And I Was Bunny || Drarry || TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora