→Capítulo 13

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El sonido de las gotas chocando contra el frio cemento de las calles era lo único con lo que se podían entretener. Los truenos que se hacían notar de a minutos provocando que sea la única cosa que les llamase la atención mientras cada uno buscaba la manera de hacer que las horas pasen más rápidas. Sus rostros demostraban toda la aburrición que sentían desde el último cliente que había entrado hacía unas pocas horas. El clima era lo último que los ayudaba ya que las lluvias y sus insignificantes ráfagas de viento eran lo suficiente para espantar a todas las personas de las calles, dejándolas completamente vacías a la vista de lo jóvenes.

Namjoon y Seokjin, quienes se encontraban hace un rato hablando con los demás chicos, ahora estaban sentados en una de las mesas junto a la gran ventana mientras tomaban una taza de chocolate caliente, o como diría un profesional, un "submarino". Aquellas tazas quizás eran lo único cálido en el lugar además de las risas de ambos chicos. El corazón del mayor latía a tal velocidad que no podría compararse con el sonido de las agujas del reloj que retumbaban en todo el espacio. El resto de los menores se entretenían de alguna manera jugando a diferentes tipos de juegos con el celular o simplemente se contaban chismes o cosas para ampliar su conversación. Sin embargo el mayor solo ignoraba sus voces haciendo eco en todo el lugar por escuchar el sonido de los suspiros que de vez en cuando Namjoon soltaba mientras contemplaba la vista y terminaba de tomar un sorbo. No había nada que le llenara de tanta calidez en aquel día que no sea tener la compañía del menor consigo, su sonrisa, su voz, o simplemente su silencio pero presencia. Sentía que podía estar todo el día observándolo sin hacer nada y teniendo una conversación amena. Podría excusarse diciendo que aquella calidez que sentía cada vez más dentro de sí era culpa de la caliente bebida, pero lo cierto era que cada vez que ambos cruzaban palabras o miradas aquella felicidad se hacía presente, en especial esa sensación rara en el estómago.

-Mmh... Que día tan gris-Comentó el mayor soltando un leve suspiro mezclado con frustración.

-Pero con uno de estos no lo es tanto... - Contestó Namjoon levantando la taza humeante.-Gracias por haber preparado esto

-No es nada-Contestó

El agradecimiento por parte del menor le había producido de nuevo el aceleramiento en su corazón. ¿Cómo era eso posible? Hasta podría jurar que casi se sonrojaba por esas simples palabras.

-Es increíble como bajó la temperatura tan repentinamente.

-Sí, detesto los días tan fríos pero creo que si tomo uno de estos hasta empezaría a amarlos.

-Creo que exageras-Dijo el mayor desviando su rostro hacia un costado, intentando ocultar el calor en sus mejillas las cuales temían que se tiñeran de un color rojizo.

Namjoon rio ligeramente mostrando una sonrisa la cual podría fácilmente hipnotizar al mayor.

-Aun así no creo que sea un mal día-Respondió con la vista enfocada en las gotas que se acumulaban por lo bajo de la ventana.

-¿Quieres decir que es hermoso un día que es tan gris? ¿Tan frio? ¿Tan...triste?

-No creo que sea tan hermoso, pero piensa ¿Acaso no te gusta estar calentito mientras sabes que afuera hace frio? Sentirte cálido con cualquier cosa que bebas, hagas o tengas puesto...No lo sé pero a mí se me hace lindo-Respondió dejando al mayor tan impresionado por sus palabras y a la vez reflexivo respecto a estas.

-Sí, pero aun así no lo entiendo, sigue siendo feo...-Contradijo apoyando su rostro en una de sus manos, haciendo que su mejilla se abultara lo cual, a los ojos de Namjoon, se le hacía tierno.

Love you like a coffee 『Namjin』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora