Love you like a coffee 『Namjin』

→Capítulo 12

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El grupo de chicos se encontraban caminando de un lugar a otro cargando las enormes cajas de cartón que contenían diferentes objetos decorativos para el lugar y colocándolas sobre las mesas. El día anterior el jefe les había avisado del décimo aniversario de la cafetería y como planeaba celebrarlo de una manera especial a diferencia de los anteriores años. A pesar de la confusión de los jóvenes y su intranquilidad al pensar que tendrían que preparar todo a las apuradas al día siguiente, se sentían emocionados al saber que sería un día diferente. Al llegar al lugar, se habían puesto de acuerdo con ciertos temas y recibiendo las órdenes del jefe pusieron manos a la obra, sacando aquellas cosas que se encontraban en el sótano del negocio. Tendrían que decorar el lugar tanto por dentro como por fuera utilizando las diferentes cosas que tenían a mano y por supuesto que el negocio se encontraría cerrado por todo el día hasta las 19:00 pm.

-¿Son todas las cajas?-Preguntó Jimin colocando la última sobre la mesa en medio.

-Sí, lo son finalmente-Respondió Jungkook.

-¿Con qué deberíamos empezar?-Preguntó Taehyung dejando un gran silencio ante las caras pensativas de todos los presentes.

-Dividámonos en grupos para hacer las cosas, así se nos hará más fácil y rápido.-Sugirió uno de ellos obteniendo asentimientos ante la aprobación de todos.

-Hagamos dos grupos...Que uno se encargue de la decoración de afuera y el otro del interior-Continuó uno de los menores.

-Bueno ¿Cómo nos dividimos?

-Qué Taehyung y Jimin se encarguen de afuera, nosotros nos podemos encargar de adentro ya que abarca más cosas delicadas-Ordenó el mayor llamando la atención de todos y obteniendo su aprobación.

Una vez de acuerdo, el equipo de Jimin y Taehyung sacaron algunas de las cajas que contenían luces y demás cosas hacía el patio para comenzar a planificar como las colocarían. Mientras tanto, el equipo de Seokjin, Namjoon y Jungkook se encontraban sentados en una de las mesas más grandes del lugar, recortando figuras en las cartulinas que habían encontrado, intentando hacer guirlandas y origamis para colgar por algunas paredes. Tenía que ser una temática un tanto delicada por lo que habían entendido. Por ello, se habían puesto de acuerdo en hacer esas cosas.

-Todavía no puedo creer que nos haya dicho para hacer esto de un día para otro.-Comentó el mayor para romper aquel muro de silencio que provocaba el aburrimiento de los chicos.

-Encima nos extendió la jornada de trabajo, nos tendría que haber comentado mucho antes que tenía planeado organizar una "pequeña celebración" para el público.-Le continuó Namjoon recortando el papel.

-Pero dijo que por esa misma razón nos iba a pagar las horas extra, así que...supongo que no estará tan mal-Dijo Jungkook levantando la vista de los recortes que se encontraban en su lado de la mesa.

Todos asintieron en acuerdo y siguieron con sus deberes por separado. Sin embargo Seokjin no podía evitar mirar a Namjoon. Se le hacía divertida y tierna la manera en la que intentaba hacer los recortes y pliegues de las figuras tan delicadamente pero aun así no se encontraba conforme con el resultado, frunciendo de a ratos su ceño.

-¿Necesitas ayuda?-Dijo Seokjin entre pequeñas risas.

-No...creo....si-Dijo esto último con cierta vergüenza que solo provocó una sonrisa con completa dulzura en Seokjin.

Este último tomó el papel y le indicaba paso a paso lo que tenía que hacer, mirando de vez en cuando la cara de concentración del contrario. No podía explicar con exactitud la emoción que le ocasionaba la cercanía de sus manos sobre la mesa, hasta que terminó con su explicación y cada quien siguió con lo suyo, mirando de vez en cuando el trabajo del otro. Algunas veces compartían comentarios entre sí y risas. Casi como si fueran los únicos que estuvieran en el lugar y el tiempo no corriese para ninguno de los dos. Mientras que las agujas del reloj avanzaban y el tiempo se acortaba poco a poco, ellos solo vivían en "su mundo", a veces llegando a hacer distintas formas o jugando con los restos de papel. Era verdad que parecían dos adultos jugando a ser niños y divirtiéndose con algo tan simple con pedazos de cartulina y plumones que se encontraban dispersos por la mesa, pero ignoraban ese hecho y disfrutaban de la compañía del otro sin poder para de sonreír.