Love you like a coffee 『Namjin』

→Capítulo 14

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Los días habían pasado rápido volando como las hojas del otoño que se desprendían de los arboles junto a los fríos vientos que indicaban que el invierno cada día estaba más próximo. Las jornadas en las que las personas entraban y salían del negocio pasaron tan veloces a los ojos de los jóvenes que todavía no creían que se encontraban en diciembre, a pocos días de las fechas más especiales, según la gente. Los primeros copos de nieve caían levemente sobre las calles congeladas que se veían ahora inundadas por un color blanquecino que dejaba a la vista uno de los mejores paisajes que podían apreciar los empleados del café. Los chicos se encontraban bien abrigados dentro del negocio, con suéteres de diferentes colores que lograban cubrir cada una de sus extremidades sin dejar rastro de piel alguna. El frío se colaba por el lugar cada vez que una persona entraba al negocio, siendo devorado por la calefacción que inundaba cada esquina del lugar. El dulce aroma de las bebidas y las voces de las personas conversando se hacían presentes con apenas abrir la puerta.

En el transcurso de los días, Seokjin no paraba de prestar la mayor parte de su atención en Namjoon. Sus encuentros para las prácticas eran la cosa que más ansiaba todos los días. Las conversaciones mezcladas con risas y las sonrisas se incrementaban a medida que fortalecían su amistad. Todo ese espectáculo era observado por el resto de los chicos, siendo Jungkook el que comprendía cada detalle de las situaciones al saber el estado en el que había caído el mayor.

Las tiendas que conformaban las diferentes calles de la zona ya se encontraban repletas de adornos navideños. Los colores invadían la ciudad en una época en donde las familias se reunían a decorar sus casas y armar los árboles de navidad en la espera de las fiestas. El espíritu invadía a las personas que llenaban las tiendas en busca de diferentes cosas relacionadas con las fechas. Los amontonamientos y la cantidad de personas que ahora habitaban las calles eran normales por esos días en los que los jóvenes observaban desde su lugar como estas se desesperaban entre el montón que los rodeaba, cada uno con sus razones y pensamientos.

Un suspiro se escuchó, proveniente del chico con sonrisa dulce y ojos pequeños, que al llenar la última taza de café mocha, el cual una vez terminó de colocarle la crema y decorarlo, fue llevado a la pareja que lo había ordenado.

-¡Que disfruten!-Se escuchó a la vez que se acercaba al grupo de chicos que se encontraban en la barra sentados.

-¿Qué planean hacer para navidad?-Preguntó Taehyung animando la conversación, que hace unos minutos era apenas auduble, una vez que Jimin logró acomodarse con ellos.

-¿Nos reunimos todos?...Sería divertido, después de todo es mejor que pasarla solo, podríamos hacer como lo hicimos una vez-Dijo el mayor con una ladina sonrisa.

Los rostros de Jungkook y Taehyung cambiaron repentinamente de expresión mostrando una de pena debido a la amable sugerencia de su querido Seokjin.

-Seokjinnie, lo siento pero Tae y yo ya habíamos quedado con unos amigos...Hace mucho que no nos juntábamos todos a celebrar algo...-Dijo apenado el menor del grupo mientras que el nombrado tenía el ceño fruncido en preocupación.

-No importa, está bien-Contestó con empatía el mayor, abultando sus mejillas mientras apoyaba su rostro en las palmas de sus manos a la vez que acomodaba sus codos en la barra.-¿Jiminnie?-Preguntó echándole una mirada provocando el nerviosismo de este.

-Yo...Realmente lo siento pero ya tengo planes con alguien...es alguien...especial-Contestó tímido, formando un puchero con sus labios en busca de la comprensión del mayor.

Todos se sentían apenados por este último cambiando sus rostros que hace unos minutos mostraban felicidad por unos que ahora se encontraban triste. Sabían perfectamente que si ellos no estaban con el mayor el pasaría la navidad solo. Sus padres siempre suelen viajar a Anyang-Gwangcheon para pasar la semana solos reviviendo el amor que los unían. Sin embargo Seokjin no podía pues le quedaba lejos y eso significaba un viaje largo del cual podría terminar exhausto al tener que regresar a trabajar. Pero aun sabiendo eso, los amigos contaban con que alguno de ellos no podría llegar a tener planes, aunque por lo visto fue un error.