El Sueño Del Sol Y La Luna [CAMREN] (EDITANDO)

Capítulo VIII

Texto: Recuerdo

Texto: Presente

Camila estaba en su oficina, no podía concentrarse por tantas ideas que tenía. Había demasiado trabajo y no podía negarlo cuando son los últimos meses del año siempre tenía demasiados casos, y necesitaba dejar algunos adelantados. 03:40 de la tarde, el tiempo se le pasó demasiado rápido, había paso un sólo día en el cual estuvo con Lauren. Era la primera vez que sonreía desde la muerte de Shay, lo que más raro se le hacía es no saber nada de sus padres, la única vez que los hacia visto era en el entierro y cuando Mark le había entregado un sobre del cual no se atrevía a abrir, al parecer ya había escrito cartas para su familia mientras se fuera de viaje.

- Señorita Cabello, los señores Mitchell están aquí - dijo su secretaria

La latina de sorprendió al saber que los padres de su ex prometida se encontraban aquí, si su hermana estuviera a su lado le hubiera dicho que los invocó o algo así.

-Hazlos pasar y pregúntales si quieren algo de tomar -dijo rápido

- Enseguida - cortó

Era una visita extraña porque no sabía que vendrían o que tuvieran algún tema pendiente, había muchas cosas que Shay tenia pero que no quería tenerlas, había hablado con su padre para que la representará y dejara todas las cosas de su ex novia a cargo de sus padres. Todo no tenia sentido pero si se habían tomado la molestia de venir, mínimo que se enterara que pasaba o que necesitaban.

Apoyaría a la familia Mitchell a pesar de las circunstancias, siempre serian su familia porque los padres de la canadiense cuando la conocieron le dieron la bienvenida con los brazos abiertos desde que confesaron que tenían una relación, nunca hubo algún tipo de odio porque lo que ellos querían era que su adorada hija fuera feliz y bien que lograba ser feliz con la castaña.

***

Camila estaba nerviosa por estar en la casa de los Mitchell, no era la primera vez que iba a su casa pero ahora iría como su novia y no como su simple amiga. Conocía sus padres y ellos la habían adoptado como a una hija, por lo cual tenía miedo de que pasara lo contrario cuando se enteraran de la noticia.

Tocó la puerta, rogando por la que abriera fuera su novia y como si sus plegarias fueran escuchadas vio como su pareja abría la puerta con una enorme sonrisa, la latina se quedó muda por lo hermosa que se veía Shay, con su hermoso vestido negro y el cabello completamente lacio

-Hola, amor - dijo la canadiense

-H-Hola- dijo la castaña nerviosa

-Tranquila, amor - tomó su mano - mis padres te adoran y sé que no habrá problemas-trató de tranquilizarla

-No estoy segura, ¿Te parece si vuelvo otro día? - preguntó la ojimarrón más nerviosa

-No va a pasar nada malo, vamos- la jaló adentro de la casa

Camila ya había sentenciado su muerte al ver que los padres de Shay estaban viendola

-Señor y señora Mitchell - dijo de manera cortés, aguantando los nervios que la estaba matando por dentro

-Camila, ya te dije que me llames Mark. Tampoco estoy tan viejo para que me digas señor- bromeó el padre de la canadiense

-L-Lo siento, Mark- la cubana ya no podía ocultar más sus nervios

-Opino lo mismo que mi esposo, Camila ya eres parte de esta familia como para que me digas señora - sonrió la mamá de Shay

La castaña no sabia que los padres de la canadiense ya sabían sobre su relación pero querían ver si ella era la indicada para si hija, la conocían desde que estudiaban y notaban que ambas eran felices estando juntas con ese brillo tan especial en sus ojos.

-Toma asiento- dijo su novia

-Bueno, díganme ¿Qué es lo que está pasando? - dijo Mark

-Venia a hablar con ustedes sobre... - Empezó a decir Camila pero fue interrumpida por su pareja, la cual estaba a su lado

-Lo que trata de decir es que... Nosotras tenemos una relación - soltó un suspiro y miró a sus padres

Ambos se miraban y luego regresaban la vista a ellas, para al final sonreír por la noticia

-¡Oh, cariño! Nosotros ya lo sabíamos - dijo si madre

-¿Qué?- dijo la pareja un poco confundida

-Fueron discretas todo este tiempo pero esas miradas que se daban las delataba - sonrió el padre de la canadiense

-Nosotros queríamos esperar que ustedes nos dijeran y por cierto... Mark dame mi dinero - extendió su mano hacia su esposo

-¿Qué apuesta? - preguntó su hija aguantando la risa

-Con tu madre apostamos en que serias tú la que nos diría lo de su relación y en cambio yo apueste a que Camila lo haría pero ya vimos que no- confesó su padre

Todos rieron y para Shay era una buena noticia, sus padres aceptaban su relación y aceptaban a aquella castaña. Su relación siempre fue buena y nunca hubo alguna diferencia.

***

Camila sonrió al ver a Mark y Precious Mitchell, sus segundos padres

-Mark, Precious, ¿Qué los trae por aquí? No sabia que vendrían

-Camila, queremos decirte algo - dijo Precious

-¿Qué pasa? - preguntó confundida

-Nos vamos a ir a Vancouver, y sabemos que muchas cosas de ella se van a quedar acá, como su tumba y el departamento que tenías con ella, por eso queremos decirte que te quedes con los papeles - Mark le dio los folders

-Sabemos que estarán seguros contigo- dijo Precious

-Y también porque eres como una hija para nosotros, al igual que cuidaste de ella todo este tiempo - confesó Mark

-¿Cuándo tomaron la decisión? - preguntó mientras revisaba los papeles que tenían su nombre

-Después del entierro de Shay, es una decisión ya tomada por ambos y porque tenemos plena confianza en ti - ambos adoraban a Camila por demostrar tanto cariño a su familia

-¿Cuando se van? _preguntó

-Hoy a las ocho de la noche- confirmó Mark

-Los voy a extrañar - dijo la latina para después abrazarlos

-Sólo te pedimos que no pierdas la comunicación con nosotros, eres lo único que nos queda de ella - dijo su ex suegra

-Nunca lo haría, son como mis padres. Son mi familia como les dije desde antes - confesó la castaña - Tengan un buen viaje y avísenme cuando lleguen

-Gracias, Mila. Por todo - dijo Mark

-No tiene nada que agradecer y si necesitan algo por favor no duden en pedirme lo - aviso la ojimarrón - Pero también quiero darles algo - Caminó hasta su escritorio - ¿Llegan a Hotel?

-Sí, Mark reservó - confirmó la señora Mitchell

-Tome esto - les entrego la caja

-¿Qué es? - preguntó el hombre

-Son la llaves de una cabaña en Vancouver, esa Cabaña la compré con Shay para ustedes como regalo de aniversario - contó - Ahí mismo viene la dirección del lugar, ustedes mismos se darán cuenta de ese lugar

-De verdad no tenían que molestarse con eso, pero... - Camila la interrumpió

-No acepto un no como respuesta, este era nuestra regalo y quiero que tengan un lugar a donde quedarse- sonrió

-Muchas gracias, Mila - dijo Mark

Los tres se abrazaron por última vez, para la castaña no era de su agrado dejar ir a las personas que la aceptaban como una hija más pero tenían razón al querer irse, vivir mientras aún queda tiempo