"No carecía de nada. A mi parecer, yo era un genio que sólo buscaba vivir. Me gusta, siempre les digo que me gusta. Aunque, a veces, la emoción no está ahí..."
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Me acerco, ella me mira raro. Me acerco, él me mira raro. Me acerco, ellos me miran raro.
¿Qué soy?
Esa es la pregunta equivocada, ya que la correcta sería: ¿qué tengo? Pero mi cabeza sólo me señala esa silenciosa pregunta.
¿Qué soy?
Ellos me miran, yo ya los había observado. ¿Cómo reaccionan a mí?, ¿qué piensan de mí? ¿Les molesta tanto mí presencia?, ¿o sólo es por mis acciones? Las respuestas se leen fácil en sus caras, que parecen incómodas por todo lo que hago. Dudo si es por quién soy, pero eso no tiene sentido.
¿Por qué tendría que haber un sentido para eso?
Es fácil analizar a las personas. Ellos me muestran mucho más de lo que creen. Los gestos que ellos pretenden no tener o que quieren esconder se acentúan aún más y eso hace que yo esté satisfecho conmigo mismo. Tengo la capacidad de reconocer emociones que no tengo y lo considero más que un Don. Es algo innato que se me dá bien. Un algo de lo que estoy sumamente orgulloso.
Pero algo no cuadraba en mi ecuación.
No es que me haya idiotizado por la "presencia" de ésta chica, pero parece que la curiosidad quiere matarme con su encanto. Sí, encantadora, ésa era la palabra.
Esa chica prácticamente había rechazado mi forma de ser, como todos. Eso no me había extrañado en lo absoluto, al menos no era hipócrita. Pero la ridiculez que llamó mi atención fue mi propia confusión.
No reconocí sus emociones.
Aunque lo más raro apareció ayer, justo cuando estaba a punto de irme a dormir mi teléfono sonó de la nada. Me pareció raro ya que sólo unas pocas personas tenían mi número de teléfono y una de ellas se encontraba durmiendo tranquilamente en su cuarto. No creía que mi mamá tuviera algo que contarme por, ¿mensaje de texto? Aunque, cuando me fijé un poco mejor, me di cuenta de que los mensajes habían sido enviados desde whatsapp, aplicación que tenía de adorno.
No entendía nada de nada. ¿Qué posibilidades había de que uno de los pocos que tenían mí número me mandara un mensaje? Si me conocían un poco sabían que yo no era de esas personas comunicativas. Pero aún así abrí el chat, encontrándome con puros mensajes de voz.
El número no me era familiar, el contacto no tenía foto y, al indagar un poco más, descubrí que no tenía ninguna posibilidad de mandarle un mensaje como respuesta.
Me había bloqueado.
Tonto, pensé. ¿Quién hace tal estupidez? Cuando revisé mejor aquellos mensajes me dí cuenta de que había un mensaje corto junto con una foto.
"Se parece a vos".
El mensaje era claro, contrastando con la foto que era borrosa. Pero igualmente identifiqué a la chica que estaba en ella. La "mi nombre no es digno" se encontraba de brazos cruzados, mientras miraba al piso con...¿enojo? Me acordé de su persona y de cómo sus emociones me habían confundido. ¿Qué tenía? Tal vez estaba loca.
Como yo.
Y justo en ese momento, mientras la veía de lejos, me cuestioné algunas cosas. ¿Por qué ella y no otra?, ¿por qué la persona que me envió el mensaje me señaló tal disparate? ¿Que se parece a mí? Já, no lo creía.
La posibilidad de que ella misma hubiese ideado todo el disparate para llamar mi atención, me rondeó un rato por la cabeza. Pero la descarté. Aunque no la conocía de nada, ella no tenía pinta de hacer ese tipo de cosas.
Entonces la curiosidad me rodeó como un manto, encantádome con sus preguntas, y me dijo que no pensara tanto en lo que pasaría.
Lo que importaba era develar aquél raro y tonto "misterio".
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Amo ese nombre, me gusta más que Levi. Ay, ya me zarpé xD
Bueno, este es Noel. Diganle hola al loquix
Lo escribí y acá está el pragmático... Nah, mentira
