Capitulo 4

95 6 8
                                        

¿Quien soy yo?, ¿cómo soy?, ¿a dónde iré?; ¿y por qué todavía no puedo responder ninguna de esas preguntas?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Quien soy yo?, ¿cómo soy?, ¿a dónde iré?; ¿y por qué todavía no puedo responder ninguna de esas preguntas?

Hace mucho tiempo pensé que el borrón que se había convertido mi vida era el producto de mí propio acotado pensamiento y, mientras pasaba el tiempo, comprendía que ésa afirmación era cierta. Mi problema con todo esto es el no saber cuándo empieza a cambiar todo, cuándo es el comienzo de lo "distinto", lo extraño en lo existente. ¿Serán solo etapas?, cuestionaba, pero sólo tenía un atisbo de respuesta que no servía de mucho.

¿Le tenia miedo al cambio o solo quería entender lo que me desconcertaba? Aunque, ¿alguna vez siquiera había cambiado algo?

La violencia se apiada de mi, pensé sin entenderme. Su expresión estaba llena de miedo y sorpresa, las palabras que le había escupido parecían no ser mías. ¿Desde cuándo yo era tan repentino, tan abrupto e inconsciente? Ella no era la única que se había sorprendido de mis actos.

—Carajo —soltó e inmediatamente se zafó de mi agarre y frunció el ceño.

No había dicho nada como respuesta, solo me quedé mirando como se pasaba la mano por la muñeca que yo habia agarrado con fuerza. Me sentía aturdido y descolocado.

— ¿Cómo se te ocurre asustar a una persona así en medio de la calle?. Casi me agarra un paro cardiaco.

—Ah, no lo había pensado —dije otra vez sin pensar mientras yo fruncia el ceño.

¿Pero que me pasa?, estoy loco.

—Ah, ¿no lo habías pensado? —dijo levantando la voz mientras movía las manos—. ¡Pensé que iban a robarme!

— ¡Bueno, ya está!, no te iba a robar —dije medio enojado por la situación—. Esto es demasiado hilarante para mí. Se supone que yo soy el ofendido, no vos.

Eso pareció enojarla más.

— ¿Hilarante? —dijo de forma burlona—. Hilarante me voy, chau —se dio la vuelta y empezó a correr hasta entrar al patio de lo que parecía ser su casa.

— ¿Qué?

Me quedé quieto sin entender nada y, mientras observaba el lugar en donde estaba, entendí que ni siquiera sabía en dónde me había metido. Otro problema a la lista.

— ¿Pero qué acaba de pasar?

Esa chica que parecía tranquila resultó ser una loca, pensé. ¿Y mi venganza?, ni siquiera había pensado en una, pero al salir del colegio no dejaba de pensar en encontrar a la persona que me había mandado tremendo golpe en la cara. Ella se había escondido todo el día de mí y necesitaba saber al menos por qué lo había hecho, de dónde habia sacado las ganas de hacerlo; al menos algo para entender sus acciones.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 05, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

PragmatismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora