I wanna feel your love.

CAPÍTULO 11

"UNA CITA "
PARTE 2

Dos días, dos jodidos días en los que Harry no a vuelto, en estos momentos ya ni si quiera me importa, solo me demuestra que Harry es un asco, es un peligro pero de esos peligros adictivos, de esos miedos adictivos, como subirse a la montaña rusa, es un miedo terrible pero te gusta ese hormigueo en tu estómago, te gusta la adrenalina, lo haces una y otra vez.

Eso es Harry, una montaña rusa, subirse con los ojos cerrados, sin saber cuando bajas o cuando subes, es irritante.

Niall llamo al día siguiente de que Harry me dejo plantada, dijo que tardaría unos días en volver, lo que acepte, no le pedí que le dijera que me llamara o algo por lo común, me convencí a mi misma que Harry no es para mi, Harry no es bueno para mi.

Así he pasado estos dos días, solo pienso en él, en él y en nadie más que él. Estoy harta de esto, necesito salir de esto, necesito superarlo y no volver a caer y deprimirme como ya lo he hecho.

Decido bajar un rato, bajar con Dylan a platicar, es lo único que me puede divertir, Dylan es lo más gracioso y divertido del mundo, así que no puede ser mejor para distraerme un poco de Harry.

Bajo por el elevador tarareando Perfect de Ed, pensando en lo lindo que seria tener una boda y que su canción se escuchara en el vals, hermoso. Ed Sheeran es de mis favoritos y de los pocos que escucho que son de mi época, me gusta un poco más la música de antes.

Lo primero que veo es a Judith, una chica que me presentó Dylan ayer, es una hermosa madre de tres niños, eso fue algo de lo que platicamos, también me contó de su esposo trabaja también aquí, así que son una ternura de matrimonio. Judith hace contacto visual conmigo, sonríe y me saluda.

─Hola Judith, ¿Cómo estás?─ Le preguntó.

─Hola señorita Nani, muy bien ¿Usted? ─ Me responde.

─Dime solo Nani, recuerda que también soy una empleada─ Le guiño un ojo ─ Y estoy muy bien, gracias.

─Esta bien Nani, Dylan está por allá ─ Me dice, señalando a Dylan que esta recibiendo a unos señores muy refinados, lucen como papá.

─Gracias Judith ─ Camino hacia Dylan.

Espero un poco a que termine de recibir a los empresarios, no quiere verme irrespetuosa. Después de unos minutos Dylan da la vuelta, se asusta conmigo, ya que no hice ningún ruido a lo que ambos reimos.

─Nani, casi me sacas el corazón─ Dice tocando su corazón.

Suelto una carcajada.

─ ¿Tan fea soy? ─ Preguntó riendo.

─ Claro, eres un mounstro ─ Me dice riendo conmigo.

─ Ok, este mounstro casi promete no volver a asustar ─ Dylan sonríe y asiente.

─Hecho mounstro ─ Quita un cabello que estorbaba en mi cara, lo pasa por detrás de mi oreja, me sonrojo al instante.

─ Tengo hambre ─Le digo ─ ¿A que hora sales a comer?.

─ En media hora, ¿Me esperas? ─Pregunta haciendo puchero y poniendo sus manos como si le pidiera algo a dios.

Sonrió al instante.

─Dylan te necesitan en la habitación 124 ─ Un chico castaño le dice a Dylan, a lo que el asiente.

─Voy y regresando nos vamos ─ Me dice mientras corre al elevador para llegar a la habitación, yo asiento.

Me siento en una de las salas de espera, busco mi teléfono en la parte trasera de mi jean, antes de sentarme.

Empiezo a ver lo nuevo, casi me atraganto cuando veo una foto de mi, al lado de Dylan, el me mira y yo sonrió, entro rápidamente al sitio web.