I wanna feel your love.

CAPÍTULO 13

Mis ojos se abren y cierran, ¿Estare soñando? ¿Estare en una clase de fantasía? ¡Que alguien me de un pellizco! Harry esta parado en medio de la sala, una mesa adornada con flores, dos platos, olvidaba la parte de que esta completamente lleno de rosas y globos.

Suelto una carcajada que retumba en toda la estancia, me estoy riendo, Harry si que es cursi, súper cursi diría yo, la verdad no me gustan muchas las cursilerías, de pensar en todo lo que gasto en tantas flores y globo, pudimos gastarlo en comida chatarra y una cuenta de netflix de por vida.

Harry me ve curioso, ya que no para de reírme, intento parar pero la risa sale natural, me da risa que haya hecho esto, es tan cliché, tan novela estúpida de amor.

─¿Qué? ¿Qué es tan gracioso? ¿No te gusto? ─Pregunta extrañado.

─Claro, es lindo, pero es gracioso lo cursi y cliché que eres, Harry, me sorprende ─Digo aún riendo.

─Perdón, creí que te gustaría algo así, pero solo quiero hablar contigo, no que me perdones, pero si que me escuches, te lo pido ─Me dice colocando sus manos como si fuera a rezar, se ve tan tierno, pero como no si tiene mil corazones y flores de fondo.

─Esta bien, hablemos, pero no vuelvas a hacer lo del ascensor.

Harry corre una de las sillas para que me siente, avanzo para sentarme.

─No, no, solo fue un truco para que entraras.

─Me besaras o no, iba a entrar.

─Punto para ti ─Harry se sienta en su lugar, abre una de las ollas que hay en medio de la mesa y nos sirve a ambos.

De solo llegar el olor a comida, se me antoja, aunque ya había comido con mi padre, sigo con un poco de hambre, ya que por hablar y hablar con mi padre, casi no comí.

─Espero te guste, yo hice todo ─Sonrio sorprendida.

─Me estas tomando el pelo ¿Verdad? ─Le preguntó.

─Estoy hablando muy enserio, bueno pero ese no es el tema, quiero hablarte de porque no llegue el día que programamos una cita, necesito que escuches todo hasta el final, solo hasta el final podrás hablar.

Asiento, mientras empiezo a comer.

─Tengo una hermana menor, su nombre es Jazmín, seguro sabes quien es por alguna foto que hay en el cuarto de juegos, mi tío no sabe acerca de ella, ya que Jazmín no es mi hermana de sangre, antes de que todo esto, de ser futbolista, no era nadie, solamente un chico que trabajaba para mantenerse a si mismo, ya que mis padres murieron cuando yo tenia 13 años, me quede solo.

»El acostumbrarme fue difícil, no tenia a nadie, incluso dormí en parques, baldíos, etc, en mis largas caminatas conocí a Jazmín, era una niña tres años menor que yo, lo que me llamó la atención de ella fue que no tenia cabello, era extremadamente delgada, sin contar las ojeras.

Después de presentarnos, ella me contó que tenia cáncer, sus padres la amaban hasta que descubrieron su enfermedad, la dejaron en la calle, sola, con una de las enfermedades que más cuidado necesita, ese día le prometí que le cuidaría hasta el fin de mis días, nadie ni nada la iba a volver a abandonar, que juntos saldríamos adelante, deje de estudiar y encontré un trabajo, no pagaban mucho pero si lo suficiente para mantenernos los dos.

Dure 2 años en ese trabajo, trabajaba todo el tiempo posible para pagar todos los gastos de mi florecita, tan frágil, tan linda, tan tierna, me dolía el hecho de que sufriera tanto una niña tan hermosa, después vino mi tío, me encontró en mi trabajo, un día que hacia mucho frío.

Me contó acerca de que el era hermano de mi padre, que hace apenas meses se entero de la muerte de mis padres, me busco, para hacerse cargo de mi, pero batallo mucho para encontrarme, hasta que mi nombre apareció en la lista de los trabajadores de la empresa y así fue como llego a mi.