Capitulo 12

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- ¿Es que no lo has visto? Joder... - se quejó por tercera vez. – parece un ángel. – de un momento para otro su voz se quebró. Hablar de él era algo que le rasgaba la garganta incitándola a llorar. Era él y todas las cosas que habían pasado juntos. Estaba enamorada. – es... es hermoso y... ¡es perfecto! ¡Joder lo detesto!

Baggio guardó silencio. No tenía mucho para decir. Todas sus palabras, o las que diría, las tenía guardadas muy dentro de sí mismo. Se las estaba tragando todas de igual manera. No quería que lo supiera, ni siquiera que tuviera una idea... de lo mal que de pronto se había sentido por escucharla hablar de alguien así, que no fuera él. Y apenas la conocía. De pronto, bajó sus manos y atrajo las sábanas para que ambos se tapasen bajo ellas.

- Desde... ¿desde cuándo te gusta? – preguntó queriendo demostrar desinterés, pero fue todo lo contrario.

- Toda mi vida me ha gustado. – respondió ______. Una sonrisa se le escapó. Baggio pudo notar ese precioso brillo en sus ojos...

- Vaya.

- ¿Qué? – ______ subió los hombros. Baggio volvió a quedarse callado. Su cuerpo desnudo abrazó el de ______ en un par de roces de piel. Se miraron.

- No sabía que estabas así por alguien, ¿sabes? – ahora fue él quien subió los hombros, despectivo. _______ volvió a sonreír gracias a los narcóticos. Ya no percibía nada, solo reía.

- Es lo que más quiero en el mundo...

Baggio tragó saliva. Coño. Todo podía irse a la mismísima mierda y nada le importaría. Todo podía hundirse y a él no le importaría hundirse ahí también. Ella cerró los ojos y desapareció el espacio que quedaba entre los dos, se acostó sobre su brazo y este... al sentirla acercarse, lo abrió y la abrazó entre sus músculos. No podía ser que fuera tan hermosa. No podía... No podía...no por favor...

- ¿Y él piensa lo mismo? – preguntó Baggio.

______ negó con la cabeza sin miedo.

- Es un imbécil como todos.

- Te lo repito, no todos somos así.

Y la besó. Su cuerpo entró en calor de inmediato al sentir el dulce de su aliento entrando a su boca. La lengua de ______ fue la primera en interrumpir ese beso, Baggio la persiguió con la suya. Le acomodó el cabello tras la oreja y mientras la besaba abrió los ojos. ______ lloraba.

- ¿Por qué? – preguntó él, no podía entender nada. ¿Estaba haciendo algo mal?

- Porque lo amo. – respondió ______ y no podía evitarlo.

- Quiero...quiero hacer que eso cambie... - murmuró. Probablemente nadie escucharía ese murmullo, pero _______ lo hizo perfectamente. – solo déjame demostrarte que puedo.

24Horas -Franccesco RolexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora