Capítulo cuatro: Encuentros Inesperados, parte uno

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Encuentros Inesperados, parte uno

En la tétrica mansión de los Ryddle, Voldemort escuchaba las malas nuevas que sus vasallos le traían. Enfurecido, golpeó la mesa, al grado de romperle un pedazo. Miro con desprecio a los dos hombres que se encontraban en su presencia: Colagusano y Malfoy. Recuperando un poco de cordura, más no la tranquilidad, les ordenó:

-Necesito que me mantengan informado sobre las actividades que tiene Dumbledore acerca de lo que tiene planeado con esos muggles. Malfoy, necesito que te inmiscuyas al Ministerio, no sólo por la profecía, sino por información sobre aquellos entes.

-Como ordene, amo -dio una ligera reverencia.

-En cuanto tú, Colagusano, busca con tus sucios amiguitos datos claves para nuestro éxito.

-S...Si señor -tartamudeó y vio con temor a su amo.

-No quiero más fallos de hoy en adelante, o aquel que lo haga, se arrepentirá de estar bajo mi servicio. Que pase Dolohov hijo.

Ambos hombres asintieron. Acto seguido, un joven de veintinueve años, de cabellos oscuros, tez amarillenta, cara alargada, de ojos negros y profundos, entró a la habitación.

-Veo que fallaste en tu misión, Dolohov.

-No fue mi culpa, señor. Si la estúpida de Black no hubiera intervenido en esto, su primo y sus amigos estarían más que muertos por los Dementores.

- ¿Black? ¿Existe otra traidora de sangre con ese apellido?

-Dos más, mi señor. Son hijos del primo de Bellatrix Lestreage, Alphard Black. Para ella es muy importante el chico Kai Hiwatari, por la cara de furia que puso cuando mandé al dementor contra él. Y me atrevería a decir que sería capaz de arriesgarlo todo por su familia. Ambos regresarán a Reino Unido este año, acompañando a los chicos de las bestias sagradas.

-Hum, quizás tu información sea valiosa, Dolohov. Esto puede compensar tu error. Sigue de cerca a los muggles y a los traidores, necesito que alguien esté al tanto de sus movimientos.

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Muy lejos de ahí, un muchacho de cabello negro azabache alborotado, tez trigueña y ojos de un verde almendrado había despertado a causa de un dolor en su vieja cicatriz en forma de rayo. Su nombre del joven es Harry Potter. Había dimitido un poco el ardor, sin embargo todavía le molestaba. Esa marca en su frente, era el resultado de una maldición asesina, que milagrosamente, él sobrevivió, haciéndolo famoso en la comunidad mágica. Sin embargo, ahora todos lo han considerado un chiflado, por mencionar que ha regresado su peor enemigo, Voldemort.

Miró hacia la ventana abierta, su lechuza, Hedwig, aún no regresaba de su cacería. Le molestaba en cierta forma la actitud del director de su colegio de mantenerlo encerrado e incomunicado en Privet Drive. Odiaba tanto estar ahí, puesto los Dursley, le habían hecho la vida imposible desde que llegó a las suyas.

Hace unos días, aparte de sus pesadillas sobre el cementerio, la muerte de Cedric y el enfrentamiento que tuvo con Voldemort, había soñado con unas criaturas fantásticas y siete personas que, o no conocía o no alcanzaba a identificar.

Además, la última visión, se trataba acerca de un joven mortífago, recibiendo órdenes de seguir a un tal Kai Hiwatari (le era conocido el nombre. En el noticiero de hace tres semanas lo escuchó, ¿pero podría ser aquél jugador famoso del que hablaban en su sueño?), con unos muchachillos de apellido Black (¿Acaso Sirius tenía sobrinos? Aunque no descartaba que el apellido era muy común en Reino Unido). O quizá, (¿Esa chica, -con apellido Black-, podría ser aquella, que se llevaba mal con Hermione, regresaría a Hogwarts?).

Harry Potter y los Blade BreakersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora