Capitulo 4

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Un nuevo día, la misma rutina de siempre: baño, desayuno, cambiar a Em, tomar mis cosas y salir. Hoy opte por un outfli mas casual pero aun así formal (un pantalón tiro alto que se amolda a mi cuerpo, camisa en un rosa pálido con chaqueta a juego y zapatos negros alto).

7 am salia de mi departamento camino a la guardería con mi hija algo adormilada en mi falda. Ay pequeña Em no crezcas tan rápido. Aun seguía pensando como iba hacer en las reuniones y eventos en los  que no podía llevarla, no tenia la confianza para dejarla con nadie, no conocía a nadie.  Me despedí de mi hija como todas las mañana y fui a mi nuevo empleo.

Faltaban diez minutos para mi hora de llegada y yo ya estaba en el piso 30 con dos cafés en mano, pensé que seria una buena iniciativa llevarle algo al jefe. Aun navegando en mis pensamientos sentí que la puerta de los ascensores se abrían:

- Señor Harrison.. - escuche a Amelia hablar cuando vi que seguía a mi nuevo jefe. Su cara fue de asombro y fastidio al verme. 

-Bueno Amelia puedes retirarte - le dijo el algo cansado. Se dirigió a mi son una sonrisa- Buenos días Sarah ¿Como has amanecido?

-Buen día, muy bien Señor, le traje esto. - Algo nerviosa le pase el café, por poco no me tiritaba la mano.

-Muchas gracias, que lindo gesto.

Me enseño cual seria mi oficina, era mucho mas chica que la de el, pero aun así muy confortable. Paredes grises, una muy linda vista a la ciudad, muebles en negro. Pondría una foto de Em, pensé. 

Mi mañana transcurrió normal, acomodar horarios, citas, mandar algunos documentos. Cuando marcaron las 12 termine de acomodar todo para salir.  A Cristhian no lo había visto, debería estar en alguna reunión. No quise molestarlo y salí de la empresa. 12: 30 llegaba algo tarde pero ya había avisado que me demoraría en buscar a mi hija

Entre  a la guardería en busca de Em:

-Hola princesa. - La bese y abrace fuerte. Como la extrañaba. Hable con Caro, ella la cuidaba, y salí rumbo a mi departamento.

Al llegar opte por hacer un almuerzo algo sencillo, un poco de ensaladas y listo. Tenia la papilla de mi  bebe ya preparada, así que ya tranquila almorzamos juntas. 

Dormimos siesta y si de tal palo tal astilla, amábamos dormir. Y al despertarnos decidí que seria lindo salir a pasear, el día estaba agradable para ser Noviembre. Opte por algo mas cómodo, jeans ajustados, sandalias a piso y un pullover en color negro. A Em la abrigue un poco mas y salí con su cochecito rumbo al parque.

A veces me gustaría tener mas amigas, con las que podría juntarme, salir, comer, etc... pero no conocía a nadie. En mi trabajo soy nueva, y al ser un edificio tan grande no tenia el privilegio de encontrarme con muchas personas, a penas salia de mi oficina. 

Al llegar al parque Em ya se había dormido, algo muy raro tan pequeña y dormía demasiado para su edad. Decidí sentarme en unos de los bancos mientras veía a los niños jugar, sonreía mientras los veía e imaginaba en un futuro a mi hija jugando con la misma sonrisa, mi mundo era ella. 

Busque mi celular en mi bolso para sacarle una foto a Em dormida, y vi que tenia un mensaje:



Buenos días Sarah, no pude despedirme hoy. Espero que haya sido un buen comienzo.

Cristhian H.



No lo podía creer,  aun no lo creía, el jefe me había mandado un mensaje, otra vez. Decidí responderle por educación. 

Buenas tardes Señor Harrison, fue un buen comienzo, muchas gracias.

Sarah Steel.

Mi jefe, mi hija, mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora