Capitulo 5

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Luego de la pequeña presentación nos dirigimos a la sala principal. Em ya se había calmado, lo sorprendente que no me habían hecho caras malas, en excepción del Señor Harrison el seguís igual de indiferente.

-Debo admitir que esta pequeña es hermosa al igual que su madre - Me dijo Susan, Em le sonrió.

-Muchas gracias - respondí en un susurro. No era muy buena para recibir cumplidos.

Cristhian me observaba sin omitir ninguna palabra, y ya me incomodaba bastante.

- Y el padre de la niña? - Me pregunto el Señor Harrison sin censura.

- No es de tu incumbencia - Hablo mi jefe y el ambiente era algo tenso.

Por lo visto no se llevaban del todo bien.

- El padre de mi hija decidió formar parte de su vida muy esporádica mente, cuando se acuerda la visita, nada mas.

- Estas sola cariño? - Susan me hablo con pura dulzura, ojala mi madre fuera así.

- Si solo mi hija y yo - La mire con una sonrisa.

Cenamos tranquilos hablando de temas al azar. Em se había dormido en mis brazos, April quería que la acostara en su cuarto pero creía que ya era hora de marcharme.

- Es mejor que me vaya, ya se esta haciendo tarde - dije despidiéndome de cada uno - Muchas gracias por la cena estuvo todo delicioso.

Les sonreí y salí camino a la puerta, cuando estaba llegando, sentí que algo se había caído pero no le preste importancia.

Al llegar a mi casa me desvestí me coloque mi pijama que consistía en un short corto pero que no se veía debido al remeron grande. A penas toque la cama caí en un sueño profundo.

...

Llanto?

Quien lloraba?

¡EMMA!

Corriendo salí de mi cuarto en busca de mi hija que lloraba desconsoladamente en su cunita.

-Tranquila mi amor, mama esta aquí.

Le dí su leche como todas las mañanas y se calmo. Me cambie rápidamente por un vestido suelto corto informal en un marrón muy claro. Desayune tranquila y ordene un poco la casa.

Em había estado muy molesta, lloraba se calmada y así. Me tenía un poco angustiada. Suena el timbre, quien será pensé, y al mismo tiempo rompió en llantos.

Abrí la puerta rápido sin ver quien era y me dirigí a buscar a mi hija quien me esperaba con los brazos abiertos para que la tomara.

-Tranquila bebe, tranquila- creo que tiene un poco de fiebre, busque el termómetro y lo coloque debajo de su brazo.

-¿Hola? - alguien dijo detrás de mi y salte en el lugar del miedo que me causo, me di vuelta despacio y allí se encontraba mi jefe con un atuendo algo informal, jeans y remera blanca, no me acostumbraba a verlo así.

-Hola Señor Harrison - lo salude cordialmente.

- Solo Cristhian Sarah, creo que deberías tener mas cuidado - y señalo a la puerta.

- Oh si disculpe, es que Em lloraba mucho, perdón que le pregunte pero a que se debe su visita. - lo mire con curiosidad, muy intrigada, no había trabajo pendiente, ningún evento, era Sábado.

-Quería disculparme por el momento incomodo de anoche en la cena, y a traerle el peluche se le cayó cuando se iba - me mostró el pulpo morado - imagine que era muy importante para la pequeña, por la forma en que se aferraba anoche a el. 

- No tiene porque disculparse, esta todo bien y muchas gracias por traer el pulpo.

En eso sonó el termómetro indicando que ya estaba el resultado. Lo mire y mi cara debería haber sido un poema ya que Cristhian preocupado me pregunto que si estaba bien.

- Emma tiene fiebre, 39°C para ser exactos, creo que la llevare a un medico mas eficaz. - le respondí buscando todo lo que necesitaba llevar con mi hija en brazos. - No es que lo quiera echar pero necesito irme, disculpe.

- Yo la llevare, tengo el día libre y me quedaría mas tranquilo al saber que ambas están bien.

- En verdad no quiero molestarle Señor Cristhian, puedo ir tranquilamente en taxi.

-Solo Cristhian por favor, y las llevare no se discute mas.

Sin protestar nos dirigimos a una de las mejores clínicas de la ciudad, no me interesa a si íbamos a la mejor o la peor, solo quería saber que mi hija estaba bien. La angustia y los nervios me consumían viva.
Llegamos y la reviso un doctor, no recuerdo su nombre, rubio ojos verdes no estaba nada mal. Yo me encobraba en la sala de espera con mi jefe, por poco no me comía las uñas de los nervios y de lo preocupada que estaba.

-Tranquila Sarah veraz que no tiene nada , seguro no es nada- me dijo dándome apoyo y la verdad que lo necesitaba

- Espero que así sea, gracias por estar acá - Le sonreí y en eso vi salir al doctor lindo.

Se dirigió a mi en una forma serena y me sonrió y que sonrisa que tenia, seguro enamoraba a cualquier chica. Automáticamente me levante del asiento y fui en su busca, necesitaba saber como estaba mi hija.

- Hola nuevamente, la pequeña Em se encuentra en perfectas condiciones , solo es un pequeño resfrió, logramos bajarle la fiebre pero esta bien. - suspire y respire después de unos minutos conteniendo el aire-  solo dale este jarabe cada 8 horas y estará al 100%.

-Muchísimas gracias doctor.

- De nada - me volvió a sonreír, y sentí una mano en mi cintura, me di vuelta y estaba Cristhian con una cara de pocos amigos 

- Viste cariño esta bien - ¿Cariño? Sentí que me ardía la cara ni lo mire, no quise decir nada solo quería ver a mi hija.

-¿Puedo llevármela? - me dirigí al doctor y Cristhian se aferro mas a mi cintura.

- Si habitación 3, ahí esta, hasta luego- y se perdió entre los pasillos.

Camine hasta la habitación indicada y vi a mi bebe dormida en una cuna de neonatologia. La tome en mis brazos y me dirigí hacia mi jefe quien se encontraba en la puerta observandonos.

- Muchas gracias por estar acá en este momento, en verdad lo aprecio mucho, creo que me iré a mi depto.

Acaricio la mejilla de mi hija y nos sonrió.

-No hay porque agradecer, me alegro de que esta hermosura este bien, de que ambas lo estén. ¿Quieres que vayamos a almorzar? 

- La verdad solo quiero llegar a mi casa, discúlpeme pero mejor en otra ocasión 

- Esta bien, entiendo. Por lo menos déjeme acercarla hasta su casa.

Y así nos dirigimos al auto, al llegar como todo caballero me abrió la puerta y me despedí con un beso en la mejilla solo le dije un simple gracias y entre a mi domicilio. 

Quería decirle que si al almuerzo pero también quería que Em descansara, y sabia que lo mejor era no relacionarme tanto con Cristhian. Después de todo el era solo mi jefe y yo su secretaria.




Perdon por no subir, voy hacer lo posible por hacer los cap mas largos❤

Mi jefe, mi hija, mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora