El almuerzo transcurrió en silencio, salvo la aguda voz de mi hija que cada que veía a mi prometido falso lo llamaba para que la alzara, quien dichoso la tomaba en sus brazos y jugaban. Fue el momento mas incómodo de mi vida.
Luego de terminar nos dirigimos a mi departamento. Cuando estábamos llegando reconocí un auto estacionado en la puerta y para completar mi día la hermana de Cristhian y mi nueva mejor amiga nos esperaba ansiosa.
-Hola tortolitos - nos dijo mientras arrebataba a mi hija de mis brazos - y hola a ti, bombón de la tía- le decía con una rara voz chillona haciendo caras. Yo reía con sus ocurrencias.
- Hola April - le dije y ella solo jugaba con Em - ¿Quieren algo de tomar? - les pregunte.
- No gracias - respondieron ambos.
Cristhian me tomo de la cintura e hizo que me sentara en su falda mientras me abrazaba. Incómoda me removí, ahí caí en que ninguno de su familia sabía de lo que sucedía. Tendría que preguntarle luego.
Sonrojada solo miraba a mi hija quien sonreía con mi "cuñada".
- Venía a decirles que mañana por la noche tenemos la cena benéfica que realizan nuestros padres. A las 8 pm puntual.
Cristhian solo asintió y seguía concentrado mirando a Em quien sonreía.
Luego de una tarde entretenida, las visitas se fueron y me ocupe de los quehaceres de la casa mientras Em dormía su siesta, un poco tarde por cierto. Había quedado que mañana al salir del trabajo iría con April a buscar un vestido acorde a la ocasión. Gracias a Dios los reporteros se habían calmado y ya podía circular con tranquilidad.
A la mañana siguiente al despertarme mi cabeza parecía que iba a estallar. Me duche tome un desayuno rápido y un calmante. Me vestí con un vestido ceñido al cuerpo y tacones del mismo tono, deje mi pelo suelto con ondas medianamente desarmadas y arregle a mi hija con un conjuntito blanco y zapatitos rosa. Gustosa se aferro a mi cuello y salimos rumbo a la guardería.
Al salir de mi casa Cristhian nos esperaba como de costumbre con un traje impecable negro.
- ¿Que haces aquí? - pregunte sorprendida mirándolo, mientras mi hija me traicionaba y pedía sus brazos.
- Hola buenos días para ti también no? - me dijo mientras tomaba a Em y le daba un sonoro beso en su mejilla regordeta.- Vine a buscarlas
- No era necesario - le dije pero no me presto atención y nos encaminamos a la guardería de mi hija.
Al llegar Em miro hacia la puerta y pego un grito. Nunca la había visto así, lloraba desconsoladamente mientras se aferraba al cuello de Cristhian. Un nudo se formo a mi estomago y luchaba internamente para no tomar a mi hija y salir corriendo de allí.
Luego de dejar a mi hija, quien tras un largo rato se calmo cuando llego su seño de música (ella si me caía bien, era dulce con los niños) nos fuimos a la empresa.
Papeles, papeles y mas papeles. Mi escritorio estaba lleno y parecía que no terminaba más, pero gracias al universo era la hora del almuerzo.
Salí de la empresa sin ver a mi prometido quien se encontraba en una junta. Al salir me encontré con April y nos fuimos a buscar a mi hija.
Y así las tres nos encaminamos a comer algo. El tiempo se nos paso volando, no podía dejar se reír mi cuñada era muy graciosa.
Al salir del restaurante fuimos al centro comercial, yo fui mas simple y elegí un vestido en un rosa con la espalda descubierta y la parte del escote era toda perlada. Lo había amado desde el primer momento en que lo vi. April había optado por un vestido negro muy pegado y con corte sirena, favorecía su cuerpo le quedaba divino. Y ya listas solo quedaba arreglarnos para la noche..
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Mi jefe, mi hija, mi vida
RomanceMi nombre? Sarah Steel. Tengo 22 años y una hermosa hija de 1 año llamada Emma, Emma Steel. Y si soy algo joven para ser mama soltera, pero son cosas de la vida. Estoy en mi ultimo año de Abogacía y en verdad no es una carrera que me guste tanto. A...