Capitulo 14

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14

Me despierto, sobresaltada, por el sonido del teléfono proveniente del living.

Parpadeo intentando aclarar mi vista y me destapo en un brusco movimiento para salir corriendo a tomar el teléfono antes de que finalice la llamada. 

El living opacado, me hace caminar con temblor dado a que el sol aparentemente, estaba cesando.

-¿Hola?-respondo al teléfono agitada, ante la corrida-

-Hola hija

¡Mamá!  Me estaba olvidando de ella, ya estará por venir y la casa así... Nosotros así

¿Harry estaba aún? No me percaté en fijarme de ello pero,  Harry estaría desnudo sí así fuera. 

Maldita sea, Harry, desnudo.

Mi mano aterriza en mi boca.

-Espero que no te enojes, hija

¿Qué? ¿Por qué habría de enojarme?

-¿Qué? –Chasqueo, contrayendo mi rostro-

Un pequeño escalofríos corre por mi cuerpo y recién me percato en que estoy casi desnuda.

Doy la espalda, cubriéndome la mayor parte de mi cuerpo como puedo. Dios, ¿Cómo no me di cuenta de ello?

-¿Dónde tienes la cabeza puesta? Te dije, que tu abuela se enfermó, ella está muy grave... yo salí del trabajo directo a su casa para poder cuidarla, pero no se repondrá tan fácilmente

Yo sabía lo mucho que ella quería a mi abuela. Yo sabía que mi madre daría la vida por mi abuela como yo lo haría con mi madre.

-Tiene gripe, pero no quita que no deba cuidarla.  ¿Okay?

-Si mamá. Sabes que no me molesta y no nos moriremos de hambre por que no trabajes un día solo, lo sabes.

-No, Britanny, mañana por la tarde vendrás tu a cuidarla

-Bien, no tengo problema con ello

Una pausa. Me inquieto.

-¿Entonces…?

-No volveré hasta mañana. No hagas fiestas en mi ausencia y sabes que hablo con la vecina. Si me llego a enterar de algo…

-Sí mamá –pongo los ojos- ¿A qué hora tengo que estar ahí, mañana?

-A las 20:00 hs., Britanny –suspiró- Te quiero aquí  con tu abuela ¿Okey?

-Okey mamá

-Hasta luego, hija, te quiero

-Yo a tú

Corto la llamada y broto mis brazos ante el frío que tenía dado a que si no tuviese mi ropa interior puesta, estaría desnuda.   Camino hacia la pieza nuevamente, con la de piel de gallina sin dejar de frotarme.  Miro al piso y encuentro evidentemente, la camisa de Harry, entonces me inclino para levantarla y así para colocármela. Abrocho sus botones y así, finalmente me recuesto detrás del cuándo me recuesto en la cama.  Lo rodeo por la cintura enterrando mi nariz en su fornida espalda e inhalo su aroma intensamente masculino y una vez más, intento dormir por una hora más.

Mis ojos se abren: las luces estaban apagadas y la sabana ya no cubría mi cuerpo

Un suave beso castaño en mi mejilla,  y cierro mis ojos levemente con la tranquilidad del saber que es Harry quien está a mi lado.

Solo TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora