Solo Tuya

Capitulo 19

19

-Gracias por todo -me despido de Zayn y cierro la puerta de su auto-

-No hay porque Bri, ¿Quieres que entre contigo? -preguntó apunto de desabrochar el cinturón de seguridad pero yo lo detengo-

-No, gracias –una pausa. Zayn me mira con inseguridad- Yo puedo. No bajes, tal vez sea lo mejor –me vi obligada a forjar una sonrisa para tranquilizarlo-

-No importa la hora o el día, si pasa algo, promete que me llamaras -me mira fijo, sus ojos cobres-

-Está bien –digo, no muy segura- Una vez más, gracias por todo, Zayn

-No se agradece  –él me sonríe sin mostrar sus dientes- Hasta pronto Britanny

-Hasta luego- devolví una débil sonrisa y tragué saliva intentado bajar un pequeño nudo creciente-

Me quedo parada saludando con la mano a lo lejos, observando como Zayn pone en marcha el auto para luego desaparecer entre la oscuridad y distancia.

Doy un fuerte suspiro y me abrazo a mí misma ante el viento.

No sabría adivinar qué era lo que me esperaba, solo lo enfrentaría junto a él. Junto a Harry.

Camino a paso lento e indeciso. Mis piernas temblaban y el corazón me latía muy fuerte. Sentía que me explotaría a cada latido que daba más y más  fuerte a medida que me acercaba  a la puerta.

Las luces se las encontraba apagadas, las ventanas cerrada y cubiertas por las cortinas de color dorado opaco que siempre situaron en la gran casa.

 Apoyo mi mano en el  picaporte delicadamente. Respiro profundo y bajo la palanca de la perilla pero fue inútil. La puerta estaba cerrada.

¿Y ahora qué hago?

Doy otra profunda bocana de aire y la contengo para golpear con timidez la puerta de madera tallada y barnizada de color amarronado oscuro. Los nudillos me duelen ante los golpes que doy contra la madera pero al parecer  no me escuchan aunque ya eh intentado golpear con más fuerza. Doy dos golpecitos más contra mis nudillos en el duro material.

Solo se escuchaba silencio. Apoyo mi frente en la puerta y resoplo sin saber que hacer ahora.

Oigo el “Mierda” que provee de Harry habitualmente y sé, que se trata de él.

“Ya voy” -escuche suave su voz ronca  detrás de la puerta-

Me aparto de la puerta veo como las llaves encajan y se voltea en la cerradura dos veces. La puerta se abre y pude verlo a Harry. Quebrado

Mis ojos se me cristalizan y me veo obligada a ver al piso cuando él me frunce el ceño molesto ante mi dolor.

¿Por qué se enfada por preocuparme o por sentirme mal al verlo así?

Levanto la vista nuevamente. El sigue de pie, me espera, apretando su mandíbula. Me destroza poco a poco verlo así: Un ojo violeta, su labio partido. Sangre por su cara y un moretón en la parte superior de su mejilla.

-Harry... -mi voz se extingue cuando me niega con la cabeza-

-No lo hagas –dice y me miran sus ojos verdes  y uno morado en la piel, debajo de él-

-¿Qué cosa? -pregunto en un susurro-

-No -paso su mano por sus rulos y suspira- No  llores nena –tuerce su labio a un costado marcando un hoyuelo al hacerlo-