Without You

3: No te vayas

Tres días atrás ,Corán anunció el estado actual de la menor a los demás paladines.

- Ella esta gravemente herida , tomará un tiempo en recuperarse .

- ¿Cuánto? - preguntó Shiro

- Si sumamos..... -el de bigote comenzó a sumar con sus dedos dejando sus palabras incompletas.

- Espero que tus cálculos no sean tan errados está vez - habló Keith, recibiendo miradas de apoyo.

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Shiro solo podía pensar en ella.La joven que conoció hace tiempo ,la chica que conquistó su corazón de una forma inconsciente pero bella.

Jamás fueron pocos sus recuerdos con ella ,siempre que él podía iba a la casa de los Holt y bien sabía que terminaría en el techo de la casa junto a la menor de la familia.Porque cuando descubrieron que sus ojos se deleitaban con el brillar de las estrellas ,no pudieron evitar volverlo una costumbre.Pero los ojos del mayor brillaban más cuando veía la estrella que estaba a su lado,la que resplandecía por sí sola ,aquella estrella única tenía un nombre ,Katie Holt.

Con el paso del tiempo su brillar aumentó, al igual que su forma de encantarlo.El ser ella misma ,a él le deleitaba más ,verla como sonreía era una adicción para él.

Pero no poder tenerla a su lado lo mataba lentamente.

Quería despertar y ver aquella dulce sonrisa a su lado,sentir el aroma dulce de su piel,poder verla otra vez como la pequeña niña que solía ser .

Maduro sin saberlo ,y ahora pagaba las consecuencias de los errores de todo el equipo.

Tal vez si lo hubieran pensado antes ,ella no pagaría las consecuencias.Nadie tendría que estar triste ,el castillo no estaría tan silencioso y mucho menos culpándose por su estado.

El de pelo bicolor caminaba hacia la pequeña sala ,donde ahora estaba la chica en una cápsula.
Lo hacía lento ,se tomaba el tiempo en recordarla y saber que la joven que ahora está en aquella vaina ,no es Pidge.
Aún le era difícil , asimilar la situación actual.Pero parte de él era consciente de lo sucedido.

Sus pasos se detuvieron al llegar frente a la puerta que dividía el pasillo de aquella sala.La atravesó con dolor,jamás creyó que le fuera tan doloroso ir a ahí.

Se acercó aquella cápsula donde un cuerpo pequeño se albergaba.Tocó con suavidad la superficie de esta y apoyó su cabeza contra el cristal que los separaba.

- Lo siento Pidge

Sus palabras quedaron en el aire y él solo dejó que una lágrima rebelde se escapara de sus ojos ,y fue suficiente por ese día.

Su corazón se aceleró cuando escuchó el pitido de la vaina .
Su primer pensamiento era que ella saliera,pero un escalofrío recorrió su cuerpo cuando escuchó el cambio en el pitido, siendo este continuo .

Slav y Corán sabían pasar a menudo por allí ,revisando el estado de la menor cada tanto,y al escuchar aquel pitido que alertó al alteano ,se aproximaron a la sala con velocidad.

Las puertas se abrieron y Shiro dió un respingo ,pero sin apartar la vista de la vaina . Luego sus ojos se fijaron en ambas siluetas que ahora se encontraban en la misma sala.

Movimientos rápidos hacían alrededor de la vaina.Sin perder un minuto ,porque ahora, cada segundo era valioso.

- ¿Qué ocurre? - preguntó el mayor con un tono de preocupación.

No obtuvo respuesta, la sala quedó en silencio ,haciendo que el pitido sonará más fuerte.
Tanto Corán como Slav intercambiaron miradas,no fue una buena señal para Shiro.

Pocas veces llegaban a entenderse ,y cuando lo hacían ,eran en situaciones que tal vez les costaría sus vidas.

El pitido frenó y el corazón del mayor se aceleró .La vaina donde se albergaba el pequeño cuerpo ,se abrió .Ella aún inconsciente cayó.

Él se aproximó lo más rápido que pudo, ella no llegó a tocar el suelo siendo frenada por el brazo robótico de Shiro.

Él estaba feliz, ella estaba bien y podía sentir la suave cabellera marrón sobre su piel.Sus ojos permanecían cerrados ,eso llamó la atención del japonés.

La sacudió con suavidad pero jamás respondió , entró en desesperación.

Slav y Corán veían todo desde una de las puntas de la sala.Solo podían reprimir el dolor y el llanto ,no era fácil lo que estaban viendo.

Las orbes miel jamás se dejaron ver otra vez ,la sonrisa nunca se formó , su piel adquirió un tono más pálido y sentía como el calor de su cuerpo se desvanecía con el paso de los minutos.

Shiro no lo soportó y aferró el cuerpo ya sin vida de la menor contra su pecho, mientras susurraba palabras incoherentes, pidiendo que regresara, que no lo abandonara.

Pero ahora lo único que le quedaba, era un cuerpo inerte.

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Agradezcan a -JAZVAL- su historia "Infortune Girl" me trajo la inspiración otra vez .No sé si será algo bueno para ustedes y sus corazones (lo verán más adelante :) )

Btw, Nos leemos pronto