ERROR [Namjin]

Cuatro

Taehyung hablaba de su entretenida aventura visitando el restaurante japonés. Al parecer, la dueña de la tienda le había regalado la comida con tal de que se retirara de su local. Así que se retiró feliz, con el regalo entre las manos y dispuesto a celebrarlo con sus compañeros.

No volverían a salir vistiendo tan sospechoso de nuevo.

-¿Por qué no contestaba las llamadas?-le preguntó JungKook, algo serio.

-¿Ah?- V rebuscó entre los miles de bolillos en su chaleco negro, hasta sacar su celular- Oh... Supongo que estaba en modo silencio.

-¿Estaba?

-Ya se le acabó la batería.

Al menos podían explicarse ahora porqué empezó a enviarlos a buzón. Entonces JungKook comenzó a fastidiar a su hyung, diciendo lo irresponsable que había sido eso, que incluso un niño de primaria sabe lo importante que es estar pendiente del celular cuando uno se pierde. Pero Tae dijo que él no estaba perdido, que sólo exploraba. Y así comenzó una pequeña discusión que pasó completamente desapercibida por Jin, quien no había probado bocado aún.

¿Qué le diría a JungKook? ¿Cómo le explicaría que habían sido descubiertos a RM? El líder y el mayor del grupo, joder. Nadie podría tomarse eso a bien. Sería incómodo para ellos y para los demás, aún si nadie se oponía.

Porque era diferente, era diferente salir en una relación amorosa, y acostarse cada vez que les daba un calentón o NamJoon se pasaba de copas.

Era preocupante.

Pero, lo que más terminó por preocuparle a Jin, fue que, si los demás se enteraban, Nam se alejaría definitivamente. Lo poco que podía tener de él se esfumaría tan rápido como lo había obtenido.

Ah, sus prioridades a veces lo sorprendían incluso a él mismo.

-¡Jin hyung!- el grito de Tae lo regresó a la tierra.

-¡Ah, sí!- respondió.

-¿Lo ves? Te dije que el conejo era más veloz.

-¿Como es posible que un conejo sea más rápido que un leopardo?-preguntó indignado el maknae.

-Naturaleza- explicó el de voz gruesa, encingiéndose de hombros.

En cuanto terminaron de comer, tomaron un taxi hacia el hotel, Jin sentándose lo más alejado que pudo del pelinegro. Queriendo evitar lo inevitable.

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NamJoon se había despedido se Suga, quien, tras recibir una llamada, tuvo la repentina urgencia de correr hasta su habitación, diciendo que no se preocupara, que volvería en un par de horas.

El pelirrosa lo vio extrañado, pues era rara la vez que el mayor se con portaba de una forma tan... expresiva, sin que le hablara de música, comida, o Kumamon.

Aprovechando que estaba solo, decidió llamar a Seok, quería saber a qué hora volverían, y qué mierda había pasado exactamente ayer. Buscó el contacto y justo cuando se disponía a marcar, recibió otro mensaje del mismo número no tan desconocido.

"¿Dejarás de ignorarme? NamJoon, sabes que no puedes olvidarme así de fácil... Besos."

Ignoró eso y decidió seguir con lo suyo. Darle importancia es lo que menos deseaba hacer en esos momentos. No le vería más la cara.

Llamó a Jin.

Un tono.

Dos tonos.

Tres tonos...