Mis dulces mierdas

Locas ganas.

Tengo unas locas ganas
de hacerte caer,
caer en mis ojos
y que pierdas,
que pierdas
hasta la cordura,
quiero que te adentres a mi piel,
que me dejes escribir
poesía en tu barriga,
descubrir en tu ombligo
mi mundo,
que me hagas tuya
en un segundo,
un segundo que dure
mil años,
ganas de contarte las pestañas
y que por cada una de ellas
me regales un beso,
deseo tus brazos
a mí alrededor,
caricias que duren la vida,
quiero tu mirada
de pupilas dilatadas,
tus largar piernas
enredadas en las mías
en un éxtasis de amor,
de alegría,
quiero ser
el epicentro de tu mundo,
y que vos
aceptes ser el mío,
espero por tus palabras dulces
y besos robados,
por tu perfecta sonrisa,
tu pestañear sincronizado
que en un abrir
y cerrar
me atrapan,
porque por las noches
mis pulmones te necesitan,
mi corazón te extraña,
y mis ojos te lloran,
te necesito a mi lado,
tu pequeña cintura
encajando en mis brazos,
tus lunares distribuidos
siendo derribados
en toda mi piel,
tus pelos enmarañados
que son punto débil
a mis manos,
y quiero que tus labios
me engatusen
por una última
primera vez,
porque tengo
unas locas ganas
de que desnudes tu alma
ante mis ojos,
y las palabras fluyan
cómo en teatro improvisado,
que me cuentes
tus sueños más raros,
que me pidas consuelo
llorando en mi pecho,
y me hables de la vida
sin mentiras,
porque yo también
desnudo mi alma
antes tus ojos,
en cada uno
de mis escritos,
que si querés te recito,
y entre verso y beso
más de una sonrisa
te aseguro
que te quito.