Se quiere. Se puede.

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Descubrí
que algunos amores
se convirtieron (para mí)
en una utopía (sin querer),
y que yo
no soy el epicentro
de nada, ni de nadie,
aunque me gustaría serlo,
también que con copa en boca
no sé puede sonreír
porque (sin querer)
se derramaría todo
y es difícil empezar de cero,
sé que no puedo (ni quiero)
temerle a la muerte,
sobre todo porque recién
comencé a vivir,
que nos podemos ahogar (queriendo)
en un caudal de sonrisas,
y ahorcar (también queriendo)
en el hilo rojo
que no es soga
ya demasiado tirante,
imposible que sus extremos
se vuelvan a encontrar,
me estuve observando
y entendí que puedo
bailar
tomar
cantar
tocar
estar
pero no amar (por más que quiera),
y no por falta de amor,
si no que por falta de confianza,
estube vislumbrando
como mi país
se va a la mierda (quizás queriendo),
y como nosotros (sin querer)
nos dejamos seducir por mentiras,
y les lamemos los pies
al primer farsante
que nos viene a embaucar,
veo como huimos
de aquellos "distintos" (queriendo),
porque si otros viven en la calle
"es problema de ellos"
y así lo creemos (queremos),
también me estuvieron intoxicado
el corazón (queriendo)
con su falta de igualdad,
de respeto y humildad,
cuándo la libre expresión
ya ni siquiera es expresión
y ni hablar de libre,
y cuando no dejan ser
amar o padecer (queriendo)
a personas que por sentir distinto
son juzgadas y mal vistas,
aunque te aseguro
que ellos saben más de amor
que cualquiera de todos nosotros,
morí por gente (queriendo)
que ni muerta
viviría por mi,
pensé en contar
todas las estrellas para no aburrirme
en este mar de humanos,
ni perder la cabeza
por sus prejuicios y egoísmos (que quieren),
me rompieron los dientes
por hablar de más,
por guardar de menos,
y sola (sin querer)
me estrujo la voz
cuándo veo tanta desgracia
en un mundo
que podría dejar de ser mundo
en
cualquier
momento.
Pero también,
también y queriendo
se me colaron lágrimas
hasta por el alma
en cada mural pintado,
cada mensaje de paz
o marcha de justicia
que mi sociedad emprende,
con ganas, con fuerza,
uniéndose todo tipo de gente,
mi caja torácica (queriendo)
se me llena de aire
sabio, limpio,
cada vez que ve gente leyendo,
subtes que van al son de la música,
y calles a las que les bailan
hasta las veredas,
cada tanto
se me llenan los pulmones
de mariposas (que quiero)
y esperanza,
con que un día
no hayan más mentiras,
nada de guerras y balas,
no corruptos (igual a) no mentiras,
y no me canso,
no me canso de soñar,
porque voy sin rumbo
pero a algún lugar bien fijo,
me aferró a defectos
solo míos,
y cuando es posible
voy por ahí
llenado espacios vacíos
de palabras llenas,
tratando de que pienses,
y que sólo
te deseo la cabeza contra la pared,
para que entiendas,
entiendas.

Mis dulces mierdasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora