El mundo humano es una pequeña linea que divide el reino de los cielos y el inframundo. El lugar donde la maldad y la bondad se juntan.
Jeon JungKook no tiene idea que todo lo que lo rodea no es lo que parece.
Con la llegada de dos nuevas personas...
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Lunes, un día agotador en el que se vuelve a la rutina luego de un fin de semana de descontrol, devorarle la boca a misteriosos tatuados y convulsiones en pistas de baile. JungKook y TaeHyung salían, junto al resto de sus compañeros, de la clase de música grupal y se encaminaron hacia el patio a esperar que sea la hora de su próxima clase. YoonGi esperaba a ambos sentado en el árbol con mayor sombra mientras bebía un café y leía un libro que, sus amigos suponían, era para su clase de producción musical IV.
—Si hay algo que detesto de la universidad es tener los horarios tan separados —Se quejó TaeHyung mientras se sentaba junto a YoonGi— ¿No podría ser como en la escuela?
—Es mejor tener horarios separados que clase de matemática —JungKook imitó su acción.
—Estoy de acuerdo con JungKook —YoonGi cerró su libro y se unió a la conversación.
—Es que solo quisiera tener todos los horarios juntos para después volver a mi casa y jugar videojuegos
—¿Y con videojuegos te refieres a estudiar para el parcial que se viene la próxima semana? —Lo observó YoonGi con una ceja alzada.
—Em, sí. Exacto —Respondió el peligrís con nerviosismo— A eso me refería.
Antes de que YoonGi pudiera reprenderlo, una cabellera rubia, con horribles ojeras, se acerca hacia ellos. Jin apoyó sus libros en el suelo y se sentó frente a sus amigos. Sin dar tiempo a decir algo, tomó el café de la mano de YoonGi y se lo bebió de un trago.
—Odio mi vida —Se quejó el rubio para luego arrojar el vaso de café a la papelera más cercana sin siquiera observarlo.
—Todavía me sorprende que pueda hacer eso —Se asombró JungKook al ver caer perfectamente el café dentro del cesto.
—Tengo una gran pila de libros para leer toda la semana antes del parcial —Siguió quejándose— Odio análisis teatral.
—¡Esa es otra cosa que detesto! —Gritó TaeHyung asustando a sus amigos— ¿Por qué tenemos esas horribles materias de estudio? ¡Esto no es filosofía!
Mientras los amigos Kim se lamentaban en el suelo, YoonGi tomó su libro para proseguir la lectura y JungKook empezó a jugar un juego en su celular. Sorprendentemente el pelinegro y el pelimenta no parecían afectados por el comportamiento de sus amigos, ya estaban demasiado acostumbrados a sus berrinches contra la vida. Eran demasiado ruidosos y chillones a diferencia de los otros dos que aceptaban sus estudios sin rechistar. Después de todo, ellos eligieron esa carrera.
Una vez que ambos calmaron su berrinche, se sentaron a tener una conversación mientras esperaban que se haga la hora para sus próximas materias.
—¿Cómo te fue con tus padres? —Preguntó Jin.
—Horrible —Se lamentó TaeHyung— me van a mandar a la iglesia a que me exorcicen o algo así.
—¿Exorcicen? —YoonGi soltó su libro y miró a Tae con atención.
