Pinky promise? 2 / Kian Lawley.

1. Pareja nueva.

Traté de caminar lo más rápido posible hasta la mesa, y tratar de recordar quien había pedido cada cosa.

-¿Más agua?- miré a la chica de pelo largo y le sonreí cuando terminé de apoyar los platos sobre la mesa.

Asintió y me devolvió el gesto antes de ir en busca de la jarra con agua fresca. Una vez más estaba en la mesa y rellene sus vasos, el de ella y el de su acompañante. Desapareci antes de que me dieran las gracias y desde la puerta de la cocina me asegure de que no le falte nada a los clientes o que ninguno esté necesitando mi presencia o la de algunos de mis compañeros.

Suspire de alivio cuando después de tres horas apoyé el culo en una silla.

-Me voy a morir sin llegar al primer sueldo-

Franny apoyó su mano en mi hombro y lo apretó un poco -Vas a poder. Todos pasamos por esto-

Franny era un ángel y gracias a ella y Jc había podido conseguir este trabajo que tanto necesitaba.

Después de dos años viviendo una vida de beca me era difícil volver al mundo normal. Ese en el que tenías que trabajar demasiado duro para mi gusto y cobrar un sueldo mínimo.

No podía volver a Texas porque ya no había nada para mi en ese lugar, en realidad, sí lo había pero necesitaba salir al mundo y sabía que nunca iba a crecer si no me alejaba de mi papá.

Mi celular vibró en el bolsillo del delantal y cuando miré la pantalla el nombre de Dylan brilló en ella.

-Trajeron tu cama y me asegure que esté todo en condiciones- escuche del otro lado de la línea su voz acompañada del chirrido del mueble contra el suelo.

-Muchas gracias- hizo un ruido con su garganta y volví a hablar -¿Dejaste la llave en el mismo lugar de siempre?-

Abrí un poco la puerta y me asegure de que todo esté en condiciones mientras escuchaba su respuesta -Sí. Nos vemos más tarde ¿está bien?-

Asenti como si pudiera verme -Sí. Yo te llamo, no sé a que hora salgo- aclaré para que no vaya al departamento y yo no esté ahí.

Dylan había conservado el departamento que le dio su tia pero él ya no vivía ahí. Se había mudado con Eric, su pareja.

Mi amigo no había ni siquiera dudado cuando le comenté que volvía a Los Angeles y necesitaba un lugar para quedarme, y el cual pueda comenzar a pagar el mes próximo porque hasta ahora había estado viviendo al día y recibiendo la ayuda de Jc que me invitaba a comer cuando tenía un tiempo libre.

-¿Te llevo?- Franny preguntó mientras se sacaba el delantal.

Asenti y después me di cuenta que no me estaba mirando -Sí-

-Pero cenas conmigo- se acercó a mi lado y puso su cara de súplica.

Giré los ojos -Algo casero, por favor. Si sigo comiendo porquerias me voy a morir. No es chiste- aclaré cuando vi que se empezaba a reír.

Suspire mientras pensaba en comida casera y dejar de escuchar el barullo de las personas después de ocho horas seguidas.

Asintió -Si. Está bien- me sonrió antes de ir a buscar sus cosas.