Sonó el despertador. La luz entraba por las rendijas de la persiana Jayden ,bajo las sabanas, se negaba a levantarse. Pero no tenia opción, ya que era el último día de clase el único dia en que lo echarían en falta.
-Vaya mierda- Pensó.
Finalmente, se levantó y bajó a desayunar abrió la nevera y vió que su padre le había dejado batido de fresa y torrijas en la nevera.
Se tomó el desayuno, cogió la mochila y salió de casa en dirección al instituto.
-Jayden-oyó.
Se giró y vió a su único conocido en el instituto, Thomas. Un chico risueño, rubio, de ojos marrones, que siempre llevaba una camiseta de su grupo de música favorito, Arctic Monkeys.
Juntos, se pusieron a andar en dirección a la puerta principal, mientras que Rick le contaba sus últimos logros en el Fifa. Sin esperarlo, Jayden empezó a oir un pitido y a sentir un dolor agudo en el
estómago.Intentó aguantarlo pero de repente sintió un latigazo muy fuerte en el estomago cerró los ojos y el dolor cesó.
Cuando volvió a abrirlos no veía nada, solo a una mujer de estatura media , pelo negro y ojos azules con una especie de manta por el cuerpo, que lo señalaba pero no le decía nada. De pronto, el dolor volvió cerró los ojos y sintió otro latigazo en el estomago.